jueves, marzo 5

La Era de la Ciencia - Ciencia y Cientificismo - 03

La Era de la Ciencia

¿A qué estadio comtiano corresponden las Pirámides?
La definición de nuestra era como científica, y las lógicas consecuencias ideológicas que de ello se derivan, es el resultado de la filosofía positivista que afirma que el único conocimiento válido es el científico, y que dicho conocimiento solo puede proceder a través de teorías contrastadas por el método científico. Esta filosofía fue desarrollada por Auguste Comte (1798-1857):

"Estudiando el desarrollo de la inteligencia humana [...] creo haber descubierto una gran ley básica, a la que se halla sometida la inteligencia con una necesidad imposible de variar [...]: cada una de nuestras principales concepciones, cada rama de nuestros conocimientos pasa necesariamente por tres estadios teóricos diferentes: el estadio teológico, o ficticio; el estadio metafísico, o abstracto; el estadio científico, o positivo... De aquí proceden tres tipos de filosofías, o de sistemas conceptuales generales, acerca del conjunto de los fenómenos; que se excluyen recíprocamente. El primero es un punto de partida necesario para la inteligencia humana; el tercero es su estado fijo y definitivo; el segundo está destinado únicamente a servir como etapa de transición”.

(Curso de Filosofía Positiva, Auguste Comte, definición de la Ley de los tres estadios)

A través de esta simplista observación de la historia humana y del desarrollo del pensamiento, Comte y sobre todo sus seguidores, conscientes o inconscientes, han plagado nuestros sistemas de enseñanza y la opinión pública con una ideología omnipresente y a menudo utilizada por el cientificismo: todo método de adquisición de conocimiento debe limitarse a enfoques naturales, físicos y materialistas.

Su aplicación a la historia humana ha dado como resultado a un concepto lineal de la historia. Ésta se contempla como el desarrollo desde estadios llenos de superstición, influenciados por elementos mágicos-religiosos, pasando por una época filosófica hasta llegar a la era científica, era de auténtico conocimiento en la que el hombre podría dirigir su destino de manera cierta.

Era prelógica-mágica, filosófica-metafísica y científica o positiva (según Comte) 
Además, según los positivistas, estos estadios serían excluyentes entre sí. Sin embargo, los avances en arqueología e historia nos muestran algo totalmente diferente: las sociedades humanas han evolucionado siguiendo ciclos particulares donde estos estadios han aparecido en diferente orden al propuesto por los positivistas, y donde se ha dado el paso de una sociedad altamente científica a una sociedad decaída y con fuertes fundamentos mágicos, o donde se ha dado la coexistencia de varios estadios al mismo tiempo, tecnológico científico y mágico-religioso.

Su falsedad es obvia, pero no obstante penetra el pensamiento general creando una óptica engañosa.