s谩bado, febrero 26

La Tercera Guerra Mundial o la Guerra de Siempre

 La Tercera Guerra Mundial o la Guerra de Siempre

Tambores de guerra alrededor, todos se agitan, sus golpes resuenan de un lado y del otro. Unos infligen heridas, otros las han provocado, e incluso los que est谩n en contra de toda violencia tambi茅n tocan tambores de guerra, bajo el nombre de "las respuestas" necesarias, o de la indignaci贸n justa.

Se trata de un fracaso colectivo.

¿O es que acaso pens谩bamos que se pod铆a seguir as铆, convertidos TODOS en depredadores sin medida de todo lo existente, v铆ctimas y verdugos de este canibalismo econ贸mico y social que de mil maneras afecta a unos u otros?

s谩bado, febrero 19

Manierismo, Barroco y el Final de la Filosof铆a

 Manierismo, Barroco y el Final de la Filosof铆a

Lo que indudablemente nos muestra que una sociedad, un individuo, una familia, una empresa, o cualquier otro grupo ha llegado a un punto de agotamiento y falta de creatividad es la repetici贸n de las mismas cosas, la insistencia en el an谩lisis pormenorizado de los conceptos, exprimiendo y retorciendo sus 煤ltimos significados hasta llegar al hast铆o.

Como reacci贸n ante ese agotamiento de las ideas, se banalizan estas, se las decora, se aplaude lo intrascendente, mientras que se saca de la manga un pa帽uelo de encaje para saludar y reverenciar y con la otra se abre la caja de rap茅 para estornudar con elegancia.

As铆 de lo sereno y cl谩sico, de la fuerza diamantina de las ideas claras que penetran en la mente como espadas flam铆geras abriendo camino en la oscuridad del ser humano, se cae en la repetici贸n b铆blica, en las salmodias, en las ceremonias que ya nadie entiende. S贸lo nos queda los formalismos huecos y la pretensi贸n del conocimiento vac铆o, porque 茅ste ya no impulsa al cambio verdadero ni a la acci贸n redentora.

martes, febrero 15

Liberaci贸n Individual y Social

LIBERACI脫N INDIVIDUAL Y SOCIAL

(Individual and Social Liberation 馃嚞馃嚙)

La ult茅rrima liberaci贸n del ser humano es una tarea colectiva. Salvo los Robinsones Crusoes, que de por s铆 sufren su propia esclavitud, el resto de los seres humanos son sociales por naturaleza. El ideal budista de los Bodhisattvas plantea como finalidad la liberaci贸n de todos los seres, sin excepci贸n.

Los avances sociales dependen fundamentalmente del conocimiento, la educaci贸n y su difusi贸n, que no trae la liberaci贸n per se, pero lo permite. En la ilustre Atenas s贸lo los que se liberaron de las necesidades b谩sicas de la vida pudieron dedicar su tiempo a filosofar. La brecha entre los m谩s poderosos y los m谩s humildes se cierra y converge precisamente gracias a la expansi贸n del conocimiento y a la participaci贸n en su elaboraci贸n y difusi贸n.

Por eso, para liberarse de la carga acuciante de la pobreza extrema, que no permite ni siquiera levantar la vista al cielo, ense帽ar y aprender es la m谩s revolucionaria de las tareas de aquellos que quieren dedicarse a los dem谩s. Compartir  e intercambiar es la actitud m谩s humana.

s谩bado, febrero 12

Invocar la Fuerza de la Decisi贸n

INVOCAR LA FUERZA DE LA  DECISI脫N

Nadie sabe con certeza el origen de las llamadas cartas de Tarot, ni aqu铆 vamos a ense帽ar a usarlas, entre otras cosas porque personalmente no soy aficionado a las llamadas "mancias", a las que considero como la mejor forma de perder el tiempo, el dinero y quiz谩s la cabeza.

No obstante, del pasado remoto y desconocido, del que no hay pruebas concluyentes, surge una modalidad simb贸lica llamada el Tarot Egipcio. Y aunque ciertamente sus figuras y conceptos no son puramente egipcios, sino m谩s bien helen铆sticos alejandrinos tard铆os, conserva sin embargo en su intrincado simbolismo elementos egipcios originales que se pueden reconocer.

Por resumir su historia diremos que la primera menci贸n que se hace de ellos, del tarot egipcio, es la de un se帽or del siglo XVIII, llamado Antoine Court de G猫belin, escritor mas贸n, que indudablemente hered贸 dentro de estas logias algunos conceptos. Ahora bien, cabe preguntarse ¿hasta cu谩ndo se remonta esta tradici贸n? Yo s贸lo podr铆a aventurar hip贸tesis no conclusivas. Pero no es ahora el momento ni el lugar adecuados. Me limitar茅 a exponer desde el punto de vista simb贸lico y egipcio los "momentos psicol贸gicos" que dichos tarots me sugieren, sin un orden predeterminado salvo el que la ocasi贸n dicte.

mi茅rcoles, febrero 9

Bajo la Bandera, la Cartera

 BAJO LA BANDERA, LA CARTERA

Toda nuestra juventud, aqu铆 en Espa帽a, all谩 por los a帽os cincuenta, vivi贸 bajo un r茅gimen dictatorial para algunos, paternalista para otros, fascista para unos y anticomunista para otros. 

Un ni帽o o un joven estudiante de la 茅poca ten铆a un conocimiento del mundo alrededor muy limitado. El n煤mero de libros accesibles era escaso, salvo los cl谩sicos y los aceptados. Las posibilidades de viajar tambi茅n eran limitadas, muchos no conocimos el mar hasta llegar a nuestra pubertad, a pesar de estar a pocos kil贸metros de distancia, las estrecheces econ贸micas no lo permit铆an. 

lunes, febrero 7

Yo, Robot

 YO, ROBOT

En el plano f铆sico las leyes son deterministas porque sus posibilidades de acci贸n son conocidas y hay mecanismos estrictos.

En el plano de la f铆sica at贸mica hay un determinismo menos marcado. Las part铆culas y las energ铆as fluyen y se transforman. La mec谩nica cu谩ntica nos indica que las cosas pueden ser o no ser, no hay un determinismo estricto, aunque s铆 hay unas leyes inexorables.

En el plano humano y psicol贸gico encontramos factores que act煤an de forma  generalizada y aparentemente indeterminada debido a su complejidad. La dificultad en reducir a t茅rminos simples la conducta humana, parece indicar que existe un cierto libre albedr铆o que permitir铆a modular las consecuencias y causas de los hechos. 

s谩bado, febrero 5

La Doctrina del Coraz贸n y la Doctrina del Ojo

 La Doctrina del Coraz贸n y la Doctrina del Ojo

Hay quien tiene el poder y sobre todo la decisi贸n de conquistar monta帽as. Mejor o peor equipados acometen el reto a煤n sabiendo que los resultados son inciertos. S贸lo caben dos adjetivos para ellos, o son h茅roes ignorados, o bien optimistas que no han calibrado bien sus fuerzas.

Todo el mundo, m谩s de una vez, ha tenido que recorrer el camino habitual desde su casa hasta la parada del bus o del metro. Ese camino acostumbrado es sencillo, f谩cil, a poca distancia generalmente. Sin embargo cuando sentimos que llegamos tarde, cuando el tiempo se nos acaba, o cuando la reuni贸n a la que asistimos es muy importante, el camino de siempre se nos hace muy largo, lo recorremos agitados, corriendo y mirando frecuentemente el reloj. En definitiva, sufrimos lo que los expertos llaman "ansiedad por anticipaci贸n".