NAVIDAD, NAVIDAD, ¿FALSA NAVIDAD?
Respeto todas las creencias, y de ningún modo estoy en contra de la celebración de la Navidad; muy al contrario, lo que realmente me produce rechazo y tristeza es ver en lo que se ha convertido dicha fiesta. Su desacralización, paralela al descenso progresivo del número de fieles cristianos practicantes, es aprovechada por todos para vaciarla totalmente de contenido e incluso, como se va a hacer ahora en Inglaterra, prohibir a los funcionarios el uso de la palabra “Navidad” para señalar estas fiestas, cambiándola por “Celebraciones Festivas”, supuestamente para no ofender a otras religiones.
La realidad no es esa, porque esas religiones nunca se sintieron ofendidas por ello. Un viejo amigo sirio me contaba que en su barrio, en la ciudad de Alepo, ciudad que fue casi destruida durante la guerra, convivían hace años cristianos, musulmanes y judíos en fraternidad. Otra cosa diferente es lo que nos cuentan aquellos que han envenenado ese país.
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