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lunes, enero 27

Los Mitos Solares de la Medicina - La Oscuridad de la Noche

 La Oscuridad de la Noche


El Sol ya ha cruzado al otro lado. El silencio se impone en el seno de la oscuridad, como en los comienzos de la creación. La vida, casi inerme, lucha por reanudar un nuevo ciclo. La resurrección es la meta, es la clave de los mitos que describen esta etapa.

Los Dioses de la Medicina, los Sabios Sanadores, son capaces de realizar en otros el milagro de la resurrección porque, tras atravesar la noche, han aprendido a resucitar ellos mismos. El médico de la antigüedad comprende que esta es una condición necesaria, pero no al alcance de todos. Mientras tanto, debe esperar, inerme, observando los efectos de la Vida Una sin llegar a comprenderlos del todo.

domingo, enero 26

Los Mitos Solares de la Medicina - el Ocaso del Sol

El Ocaso del Sol

El sol, triste, grave y melancólico, de un rojo sangre, se hunde en la Tierra, encarnando sus rayos en la forma de hombres sujetos a las cadenas mundanales. Este es el momento supremo de la Gran Prueba. Todo lo demás adquiere su sentido ahora, pues en la oscuridad del misterio último, contrastan todas las luces ilusorias del recuerdo que la memoria trae a la conciencia.

Los mitos y leyendas representan a los Sabios Médicos y a los Dioses de la Medicina, de grave continencia, serenos, maduros y pensativos. Seraphis, de rostro amable y dulce, pero también melancólico según los clásicos, representa el prototipo que luego se trasvasa a otros sabios médicos y maestros sanadores, como Jesús de Galilea.

Asclepios, tras su muerte, se convierte en el Dios de los Médicos y Dios de los Misterios, de los secretos más allá de lo humano, pues ya no podía vivir entre los hombres en posesión de los secretos de la vida y la muerte. Su paso por el inframundo lo transfigura en un ser divino completo.

La Medicina hunde así sus raíces en los Misterios. Para los antiguos, la verdadera medicina solo podía ser ejercida por aquellos que, en alguna medida, participaban en los secretos iniciáticos. Si esta ciencia y arte eran la del ciclo eterno de la Vida Una, ¿cómo podría practicarse sin poseer las llaves de acceso a los arcanos misterios?
Seraphis
En tiempos posteriores, durante el Imperio Romano, el culto de Seraphis se extiende por todo el Mediterráneo, sustituyendo en cierta medida al culto de Asclepios. Seraphis, en compañía de Isis y Harpocrates, el pequeño Horus de los Misterios, se constituye en la familia sagrada por excelencia. El cayado de Asclepios con la serpiente se convierte en las manos de Seraphis en el bastón de tres cabezas (un perro, un chacal y un león) que consiguió tras descender al inframundo: representa la trinidad del tiempo, pasado, presente y futuro, el ciclo completo de la Vida Una.

La Serpiente y sus variantes, como el Dragón, siempre asociadas a los mitos médicos e iniciáticos, de múltiples significados, resumen en sí mismas, como un holograma, todos los otros mitos médicos. Pertenece y es al mismo tiempo Asclepios, Seraphis, Apolo, los fabulosos Nagas del Tíbet, los maestros instructores de toda ciencia, los Instructores fabulosos de los médicos sabios chinos y la serpiente Kneph del antiguo Egipto, la cual aún hoy en día aparece como símbolo de los farmacéuticos. Fuente de Vida y Muerte, de enfermedad y curación, incluso en la Biblia aparece con tales características, salvando en el desierto al pueblo de Israel. Dice Jesús de Galilea: "sed sabios como serpientes".

Esa adscripción de la serpiente, por igual, a los dioses, alos mitos mistéricos y a la Medicina, es una clave fundamental. Ella es la serpiente que atacó a Asclepios, y que, después de ser aniquilada por el dios, volvió de nuevo para darle el secreto de la inmortalidad. Ella es la que en el Libro de los Muertos Egipcios aparece como la serpiente del mal, la que amenaza constantemente al Sol en su recorrido en la oscuridad.
Pero al mismo tiempo, es la serpiente vertical que surge en la frente del faraón iniciado y del osirificado, como símbolo de resurrección espiritual. Se la teme porque mata, se la bendice porque trae todos los remedios para las enfermedades.

Continuará

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lunes, enero 20

Los Mitos Solares de la Medicina - El Sol del Atardecer, El Declinar

 El Sol del Atardecer, el Declinar



El aspecto paliativo y curativo de la medicina se manifiesta claramente en los mitos del Sol Sufriente, del Sol que decae y se aproxima al atardecer de su recorrido. La decadencia de todos los seres vivos constituye el punto de partida del análisis filosófico y de la aceptación de la transitoriedad de la vida. El sabio es aquel que comprende esta realidad, la asimila y la utiliza como base para explorar lo metafísico: aquello que se encuentra más allá de la puesta de sol. En este sentido, el sabio comparte un papel similar con el médico ideal.

En la Medicina Taoísta, el sabio es quien ha aprendido a controlar las fuerzas vitales y a trascenderlas, canalizándolas hacia una existencia superior y evitando que sean arrastradas hacia la aniquilación de lo intrascendente y mortal. La alquimia taoísta busca preservar las semillas de la creación física para dar origen a las semillas de la creación espiritual: el elixir de la vida inmortal. Este tema, recurrente tanto en la alquimia oriental como en la occidental, también está simbolizado en el dios de la medicina budista.

martes, enero 7

Los Mitos Solares de la Medicina - El Sol de Justicia, el Sol del Mediodia

 El Sol de Justicia, el Sol del Mediodía



En su majestuoso recorrido, el Sol alcanza su punto álgido y se erige como juez y medida de todo. Su posición equidistante entre el amanecer y el atardecer le confiere la capacidad de ser Juez y Señor de la Balanza.

Los mitos médicos también se relacionan con este aspecto, que podríamos llamar salud esplendente, armonía y equilibrio expresados por la vida en todas sus manifestaciones. Estos mitos no solo reflejan el mantenimiento de la vida y la promoción de la salud a través de la prevención, sino también el análisis de las razones profundas de la enfermedad: la falta de armonía, el desajuste y las consecuencias de la desobediencia a la ley como origen de la enfermedad.

En el Antiguo Egipto, Ra, el Sol, es el dador de la vida, y rechaza toda oscuridad. Permite que el candidato a la vida eterna —sano y fuerte— acceda a su barca del día para navegar por el cielo eternamente. El osirificado, es decir, el muerto glorificado, se identifica con el propio Ra y se presenta como alguien que ha sido sanado, curado y liberado de todas sus enfermedades. Se le conoce como el «justificado», aquel que ha saldado y ajustado todas sus deudas y contradicciones. En las fórmulas mágicas utilizadas en la medicina del antiguo Egipto, el enfermo también se identifica con el propio Osiris doliente y, como él, aspira a ser curado y restablecido.

Los Mitos Solares de la Medicina - Grecia, La Luz de Apolo

El Sol del Amanecer
Grecia, La Luz de Apolo


En la Grecia clásica, Apolo se instituye como el origen de la Medicina: ya que  Apolo, la luz solar en su doble aspecto es Vida e Inteligencia Divina. Luego, esta fuente de salvación y curación se humaniza a través de aquellos seres intermedios entre el hombre y la divinidad: los héroes, como el caso de Asclepio, patrón de los médicos: 

Su leyenda cuenta que nació de la unión de ApoloCoronis. En ausencia del dios, ella le fue infiel y prefirió los brazos de Ischys. Cuando Apolo se enteró, se vengó y hizo que su hermana Artemisa la matara con sus flechas. Cuando el cuerpo de Coronis comenzó a ser quemado en la pira funeraria, Apolo recordó que estaba embarazada de su hijo y, tras cortar el abdomen de Coronis, rescató al pequeño que recibiría el nombre de Asclepio.

Como toda leyenda, esta posee claves internas que trataremos de desentrañar: explica cómo la luz solar encarnó dentro del alma humana, pero esta (Coronis), de alguna manera, traicionó sus principios divinos enamorándose y apegándose en demasía a su vehículo físico (Ischys), un dios menor que representaba la «fuerza física», olvidando así Coronis su origen celestial. 

jueves, diciembre 12

Los Mitos Solares de la Medicina - La Revelación de la Medicina China Ancestral

El Sol del Amanecer
La Revelación de la Medicina China Ancestral


Otro ejemplo del amanecer de la Medicina lo recogemos de la Tradición China. También ésta fue el resultado de una revelación. 

Se dice que el sabio rey Fu Hi, un ser semidivino cuya figura surge esplendorosa en la bruma de los tiem­pos ancestrales, trató de buscar en toda la naturaleza los poderes curativos y sus conocimientos ocultos, sin embargo su búsqueda no se vio recompensada hasta que cierta revelación le fue comunicada de forma extraordinaria: sentado meditando cerca de la orilla de un río, vio surgir súbitamente del mismo un Dragón que tras pasearse alrededor desapareció de nuevo. 

En su cuerpo tenía grabados extraños signos, que el emperador copió cuidadosamente, estos conformaron las claves fundamentales de los trigramas y hexagramas chinos, bases de tanto de la filosofía, como de la ciencia y medicina de la Antigua China. Los dragones en China, y en todo el Lejano Oriente, eran símbolos de la Sabiduría Oculta, de los Maestros e Instructores de las logias secretas.

Los Mitos Solares de la Medicina - El Sutra del Buda Azul de la Medicina

El Sol del Amanecer
El Sutra del Buda de la Medicina


Aunque el Budismo es un sistema heterodoxo en la India, está emparentado con muchas de las enseñanzas esenciales y primi­genias de las escuelas hindúes tradicionales. Su influencia no solo se dejó sentir en la India sino también en el Tíbet y en China, donde dejó su marca especial en las concepciones médicas de estos países.

Tradicionalmente, el comienzo de la medicina budista se atribuye a un sermón del Buda Gautama del cual se ofrece una traducción más abajo, aunque el propio Buda señala como origen  real al llamado Buda de la Medicina o Tathagata Azul de Lapislázuli, uno de los cuatro gobernadores del mundo. En encarnaciones previas, antes de alcanzar la iluminación, cuando todavía era un bodhisattva, movido por compasión, se comprometió a curar a toda la humanidad de sus enfermedades y a llevarla a la liberación final.

En la Medicina Budista, quizá más claramente que en otras medicinas clásicas, la salvación está totalmente ligada a la salud; la cura es, sobre todo, la cura del alma, y el origen y curso de la enfermedad se compara con el eterno peregrinaje del alma sujeta a los ciclos de reencarnación, el Samsara, cuya causa primaria es la Ignorancia, la Ira, y la Ambición, es decir, las mismas causas que se consideran origen de la enfermedad. El budismo pues entiende también que la ciencia médica se origina en una revelación primordial, en un regalo de los seres superiores, y que su fin último no es solo la curación del cuerpo, sino también la del alma. La medicina budista se define más como un conjunto de bases metafísicas o espirituales, que pueden aplicarse a cualquier otro tipo de medicina, que como un conjunto de técnicas o conocimientos terapéuticos directos.

Los Mitos Solares de la Medicina - El Amanecer

LOS MITOS SOLARES DE LA MEDICINA


El Sol del Amanecer 

Todo mito encierra en su interior un arquetipo, una verdad fértil que posee la capacidad de multiplicarse hasta el infinito en la mente de quien es capaz de aprehender sus contenidos, creando así fuerzas que lideran e impulsan hacia la conquista de metas sociales e individuales, que son contempladas por la mayoría de las personas como fines legítimos y perfectos a conquistar.

En el caso de los mitos médicos, este fenómeno posee aún una naturaleza más universal, que hace entroncar la Medicina con otro de los mitos primarios más importantes, el Mito Solar. Como ciencia situada entre la Vida y la Muerte, en el medio de los ciclos eternos de la Vida Una, la Medicina está de alguna manera íntimamente relacionada con la esencia del propio ciclo de renacimiento solar. De ahí que incluso la Salud (Salus), en su raíz etimológica, se relaciones con la salvación, con la victoria sobre la enfermedad y la muerte, en cualquiera de sus manifestaciones, físicas, morales o espirituales. Así pues, encontramos que los Salvadores son a menudo los sanadores, los detentadores de la salud en todo su alcance.