El Sol de Justicia, el Sol del Mediodía
En su majestuoso recorrido, el Sol alcanza su punto álgido y se erige como juez y medida de todo. Su posición equidistante entre el amanecer y el atardecer le confiere la capacidad de ser Juez y Señor de la Balanza.
Los mitos médicos también se relacionan con este aspecto, que podríamos llamar salud esplendente, armonía y equilibrio expresados por la vida en todas sus manifestaciones. Estos mitos no solo reflejan el mantenimiento de la vida y la promoción de la salud a través de la prevención, sino también el análisis de las razones profundas de la enfermedad: la falta de armonía, el desajuste y las consecuencias de la desobediencia a la ley como origen de la enfermedad.
En el Antiguo Egipto, Ra, el Sol, es el dador de la vida, y rechaza toda oscuridad. Permite que el candidato a la vida eterna —sano y fuerte— acceda a su barca del día para navegar por el cielo eternamente. El osirificado, es decir, el muerto glorificado, se identifica con el propio Ra y se presenta como alguien que ha sido sanado, curado y liberado de todas sus enfermedades. Se le conoce como el «justificado», aquel que ha saldado y ajustado todas sus deudas y contradicciones. En las fórmulas mágicas utilizadas en la medicina del antiguo Egipto, el enfermo también se identifica con el propio Osiris doliente y, como él, aspira a ser curado y restablecido.
La idea de la balanza y el justo medio no solo aparece en Ra, sino también en Thoth, el fundador de la civilización egipcia, y en Imhotep, el escriba y médico por excelencia. Imhotep encarna esta idea en su nombre: «el que trae la armonía». Desde esta perspectiva, la ciencia médica se considera el arte de restaurar el orden primigenio e imperturbable de los primeros tiempos, conciliando los opuestos y armonizando las contradicciones para regresar a la justicia original, cuando el desorden no había sido introducido por los seres humanos.
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Hygea |
En Grecia, el mito de Asclepio refleja esta visión. Sus descendientes, como Hygea, diosa de la salud y la higiene, representan la armonía, la pureza y la prevención de las enfermedades. Hygea simboliza la luz y el equilibrio, con atributos como el cuenco redondeado que la acompaña, que evoca al Sol; su cabellera plateada y su relación con las fuentes de agua pura y aire limpio invocan la armonía natural, basada en una justicia primordial y luminosa. Platón, en La República, utiliza la medicina como metáfora de la justicia, entendida como el restablecimiento del orden y la armonía tanto en la sociedad como en el individuo.
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Apolo y las Musas |
Apolo, en su aspecto solar, también encarna la justicia y la armonía. Tras enfrentarse a Zeus por la muerte de Asclepio, Apolo fue condenado a vivir entre los hombres para enseñarles, convirtiéndose en portador de luz, conocimiento y orden. Junto con Artemisa, su hermana y contraparte lunar, representa la dualidad del castigo y la sanación. Apolo, con sus dardos, determina la muerte y la justicia, al tiempo que promueve la salud, el arte y la armonía. Artemisa, cuyo nombre evoca la curación, refuerza esta función como ejecutora y protectora, ligada al nacimiento y a la vida.
En Egipto, Sejmet, la diosa leona, refleja esta dualidad. Es la creadora de epidemias y enfermedades, pero también la gran sanadora y protectora, señora de la Medicina y de los cirujanos. Sejmet, la Señora del Rayo Verde —símbolo de armonía, del equilibrio entre los 7 colores—, representa la capacidad de sanar y restaurar el equilibrio, personificando la justicia redistributiva o karma que rige tanto la vida como el Estado y el individuo.
Continuará