Alguien preguntó a uno de los sabios ancianos de Damasco ¿Cuál es la verdadera naturaleza del sufismo?. A lo que éste respondió:
"Tiempo atrás los sufíes eran un núcleo de hombres universales, preocupados por las cosas perecederas, pero íntimamente satisfechos. Ahora externamente están satisfechos, pero íntimamente preocupados..."
El Sufismo es ese venero filosófico, esa sabiduría universal que entre las rendijas de las mil y una ortodoxias vierte el oro líquido de la teosofía, de las resonancias ocultas de esa gran Religión Universal de la que H.P. Blavatsky hablaba, aparentemente desnuda a la vista de todos, pero con sutiles velos que finalmente la ocultan a los ojos de los inquisidores de siempre. Esta podría servir como una de las significativas definiciones del sufismo universal, pero en realidad muchas otras existen, y eso precisamente nos indica la imposibilidad de encontrar una totalmente satisfactoria.
A veces los sabios sufíes intentaron mostrar a los ojos del buscador aquello que experimentaron, los matices del sentimiento íntimo sufí, usando frases, aparentemente contradictorias, incluso absurdas, paralógicas, cuentecillos y poemas, para que los hipócritas e ignorantes viendo no vean y escuchando no entiendan.
"El sufismo es no poseer nada, y no ser poseído por nada", es una disposición, aparentemente sin reglas, pero que en realidad es todo un complejo sistema, que tras esa previa actitud conduce al discípulo al conocimiento profundo de sí mismo y a la supresión de la letra muerta de las religiones exotéricas. Y esta particular disposición parte de la consideración plotiniana y budista del acercamiento a Dios, por medio de la anulación absoluta de la personalidad, la sumisión total a Dios como principio rector, que permite entender así su asimilación y coincidencia con el Islam, en el que se integra y entreteje.
"Sufismo es que Dios te haga morir para ti mismo a fin de que vivas en Él". Sufismo es admitir la imperfección, la ilusión que rodea este mundo de apariencias, y cerrando los ojos a esto, centrar nuestro ser en la Realidad Única del Uno sin Segundo.
Mahoma, el que hablaba la lengua de los pájaros, fundó un sistema religioso, el Islam, basado en la Revelación, pero desveló este sistema a sus discípulos más cercanos, dándoles a conocer esa luz interior de la Sabiduría, la doctrina del Corazón, que a través de generaciones de místicos, se expandió en una de sus formas como sufismo, o más bien se injertó y vivió como adaptación histórica en el Islam interno, aunque tuvo existencia previa como Teosofía Universal.
El Sufismo Universal I - "La Verdadera Naturaleza del Sufismo"