Osiris, Esperanza de Vida Renovada
La procesión marcha despacio, han llegado hasta el Nilo, y tras subir a las barcazas que les conducirán a la otra orilla, la orilla del silencio, han seguido luego conduciendo el triste trineo por las arenas del desierto.
La triste comitiva, arrastra tras de sí todo lo que Ani representó en vida, los deudos lloran, llevan sus objetos personales, sus muebles, y el pequeño sarcófago cuadrado conteniendo los vasos canopos. Todos testigos en definitiva de su vida mundana.
Ani, el augusto escriba real, encargó su papiro describiendo su funeral mundano, al tiempo que simultáneamente también quiso describir las pruebas que le esperaban en el más allá, quizás las pruebas que ya había superado en vida, y de las que éstas, las representadas en el papiro, sólo eran un mero testimonio de sus logros iniciáticos.