s谩bado, marzo 15

Esparta y Atenas, dos modelos y un solo legado

Esparta y Atenas, 

dos modelos y un solo legado

Es frecuente en mentalidades simples e infantiles recurrir a modelos estereotipados y simplificaciones que s贸lo nos presentan una faceta de la realidad. Este enfoque, particularmente entre los j贸venes, suele fomentar actitudes radicales: se demoniza al "adversario" y se ensalza al grupo propio, ignorando los defectos y la autocr铆tica. As铆 se perpet煤an modelos r铆gidos y estancados, carentes de evoluci贸n y apertura a nuevas ideas.  

Uno de estos modelos es el que enfrenta a espartanos y atenienses, resumi茅ndose en la idea de que los espartanos eran h茅roes, ejemplos de resistencia, de valor militar y subordinaci贸n de la vida personal al Estado. Por  otro lado, los atenienses son vistos como "intelectuales" refinados, comerciantes y polemistas, pero d茅biles ante los peligros, como ocurri贸 durante la invasi贸n de los persas, donde solo la acci贸n de los espartanos salv贸 a la H茅lade de los "b谩rbaros orientales".

Los espartanos, famosos por su sociedad militarizada, han sido criticados por diversos aspectos de su sistema social y pol铆tico, tanto en su 茅poca como en an谩lisis hist贸ricos posteriores. Estas cr铆ticas se centran en su estructura social jer谩rquica, el trato a las clases subyugadas y la rigidez de su sistema. A continuaci贸n, se explican las razones principales:

El sistema de sometimiento de los ilotas

La cr铆tica m谩s severa hacia Esparta recae en su dependencia de los ilotas, descendientes de pueblos conquistados y sometidos a una estado de semi-esclavitud. Los ilotas, que constitu铆an la mayor parte de la sociedad, eran obligados a trabajos forzados en las tierras asignadas a sus amos  espartanos. Adem谩s, eran perseguidos mediante razzias organizadas, donde se eliminaban a quienes se consideraban sospechosos de rebeli贸n. Esta violencia institucionalizada, conocida como "Krypteia"*, era una forma b谩rbara opresi贸n que conculcaba todos los derechos humanos: 

Seg煤n Plutarco (Vida de Licurgo, 28, 3-7), cada a帽o los 茅foros espartanos, nada m谩s tomar posesi贸n de su cargo, declaraban la guerra a los ilotas a fin de poder matarlos sin cometer con ello un crimen. Se seleccionaba entonces a aquellos j贸venes que parec铆an m谩s capaces y se los enviaba al campo provistos s贸lo de un pu帽al y la comida indispensable, descalzos y sin ropa de abrigo. Durante el d铆a permanec铆an escondidos; al llegar la noche, bajaban a los caminos y a las granjas, mataban a todos los ilotas que se encontraran, incluidos los m谩s fuertes, y robaban la comida que necesitaban. (fuente https://es.wikipedia.org/wiki/Krypteia)

Este sistema recuerda al esclavismo americano, donde los estados del sur depend铆an econ贸micamente de la explotaci贸n de esclavos. De manera similar, los espartiatas  depend铆an de los ilotas, lo que generaba un miedo constante a rebeliones y justificaba, seg煤n ellos, una vigilancia extrema.

* Nota: la palabra Krypteia est谩 en el origen de palabras nuestras tales como cr铆ptico, secreto, oculto. En s铆ntesis, era una actividad policial secreta tal como las redadas efectuadas por la Gestapo alemana.

Control social, falta de libertad individual y militarismo

Desde los siete a帽os, los espartanos eran adoctrinados en sistema policial y militar. Aunque algunos admiran su resistencia al dolor, obediencia, y lealtad al Estado, incluso por encima de los lazos familiares, este "amaestramiento" animal del ser humano no es digno de admiraci贸n. ¿Deber铆amos admirar a los j贸venes pertenecientes a las S.S. alemanas por delatar a sus progenitores?

La selecci贸n desde el nacimiento de los m谩s aptos, dejando morir a los d茅biles, es otra muestra de la falta de humanidad de los espartanos. La vida individual, el pensamiento independiente y  la libertad de expresi贸n estaban prohibidos, lo que imped铆a el desarrollo del arte, de la filosof铆a y del intercambio cultural. Este sistema, llevado al extremo, ahog贸 a la propia sociedad espartana, que se volvi贸 atrasada, aislada y represora, a diferencia de otras polis griegas que avanzaron en el orden social, el arte, la ciencia y la filosof铆a.

Su sistema estaba basado en la injusticia, y en la eliminaci贸n de cualquier derecho humano en aras de un Estado sin capacidad de evoluci贸n y tir谩nico.

Desde mi punto de vista, la admiraci贸n hacia los espartanos s贸lo se fundamenta en una cierta distorsi贸n que se fundamenta en tres falsas proposiciones:

  • Que las ideas plat贸nicas fomentaban un estado similar al espartano en su libro "La Rep煤blica"
  • Confusi贸n entre el sano estoicismo y la disciplina espartana.
  • Que gracias a los espartanos se salv贸 la H茅lade.

¿Que admiraba Plat贸n en los espartanos?

Como todo fil贸sofo que se precie, entiende Plat贸n que entregarse a los deseos excesivos, a los lujos y la molicie, era algo negativo que da帽aba no s贸lo al individuo sino tambi茅n a la sociedad, pero tambi茅n Plat贸n propugnaba que deber铆a existir un equilibrio en la educaci贸n del joven entre la disciplina, tanto f铆sica como moral, y la pr谩ctica de las cualidades superiores intelectuales que facilitan el acceso a la contemplaci贸n de los Ideales. 

Las escuelas socr谩ticas, y sus derivaciones estoicas precisamente centraron su esfuerzo en el desarrollo de una cierta disciplina personal, basada en dos ideas: la superaci贸n de las propias debilidades, siempre voluntaria y nunca impuesta, que permitir铆a el ascenso del alma humana, al liberarse de sus cadenas y limitaciones personales.

Admiraba tambi茅n Plat贸n del sistema pol铆tico espartano el hecho de estar basado en leyes permanentes. Para Plat贸n estas Leyes ten铆an que basarse en el Ideal de Justicia, y deber铆an ser una gu铆a para el ciudadano en su desarrollo, siempre que estas no fuesen injustas ni aplicadas indiscriminadamente. 

Precisamente en La Rep煤blica Plat贸n trata sobre la educaci贸n progresiva del ciudadano, y su participaci贸n integral en el Estado, enfoc谩ndose en el bien com煤n por encima de todo, como garante de los derechos y de la participaci贸n ciudadana, por encima de los vaivenes de las pol铆ticas que hoy llamar铆amos "populistas", que habitualmente suelen esconder un tirano detr谩s, o bien toda una 茅lite que sabiendo manejar los resortes del poder y la propaganda enga帽an al pueblo bajo la apariencia de una democracia.

Cre铆a tambi茅n Plat贸n en el "ascenso social" de los ciudadanos, pues en su Rep煤blica los mejores, sin importar su clase social, eran seleccionados para los altos puestos de la administraci贸n y direcci贸n estatal, en otras palabras, el cre铆a en la "aristocracia" aut茅ntica, que lo era del esp铆ritu y no de una herencia personal de clase.

Dentro de su Rep煤blica se estimulaba que estos ciudadanos meritorios fuesen no s贸lo un modelo moral sino tambi茅n un ejemplo por su sacrificio y su falta de apego a las riquezas.

En resumen, Plat贸n no admiraba, e incluso consideraba lo siguiente como algo en contra de su Rep煤blica Ideal:

  •  La falta de desarrollo intelectual, de las artes, de la filosof铆a, de la literatura, etc., algo de lo que los espartanos carec铆an por completo, y que Plat贸n consideraba como esencial en la educaci贸n de los dirigentes, junto las habilidades f铆sicas y militares ("mens sana in corpore sano")
  • Para Plat贸n los dirigentes sabios eran el resultado de una larga vida de desarrollo personal y sacrificio en aras del bien com煤n, y esa sabidur铆a era puesta ahora, al final de sus a帽os, en beneficio del conjunto de la sociedad, a diferencia de Esparta, cuyo consejo de ancianos o gerus铆a era un asilo de viejos militares llenos solo del recuerdo de los muchos cr铆menes cometidos y de ninguna sabidur铆a ni sensibilidad humana.
  • El control excesivo de los espartanos de la vida individual, que Plat贸n entend铆a m谩s bien como un equilibrio.
  • El trato discriminatorio hacia los ilotas, defendiendo en las Leyes un trato m谩s humano hacia los esclavos. Aunque es cierto que no pidi贸 la abolici贸n de la esclavitud, obviamente era algo que estaba m谩s all谩 del alcance de sus posibilidades, pues cre铆a que el desarrollo de las buenas cualidades, de la educaci贸n y la contemplaci贸n de los ideales, har铆a que la sociedad se hiciese m谩s justa y se apartarse de discriminaciones innecesarias.

Confusi贸n entre el sano estoicismo y la disciplina espartana

Como ya se ha se帽alado m谩s arriba, la preocupaci贸n filos贸fica socr谩tica deriv贸 posteriormente en diversas escuelas en las que se hizo un 茅nfasis en el auto control personal. 

Hay todav铆a cristianos que admiran como el asceta Sim贸n el Estilita, con su cuerpo llagado y lleno de gusanos,  y subido encima de una columna, recog铆a los gusanos que ca铆an de su cuerpo para volverlos a su llaga. Obviamente esto pertenece a la 茅poca cristiana primitiva que imitando falsamente a los fil贸sofos estoicos exageraron las "virtudes" del martirio en sus m煤ltiples expresiones (en el circo, con silicios, en ayunos, etc.) 

Sin embargo, la filosof铆a estoica es una forma de liberaci贸n, con muchos puntos de contacto con las filosof铆as hind煤es y con el budismo, que intenta a trav茅s de la moderaci贸n del alma y el cuerpo, de su equilibrio, liberarse de las cadenas f铆sicas para permitir as铆 que el alma contemple los ideales de vida libremente. Pero de la misma forma que Buda encontr贸 el llamado Camino del Medio, alej谩ndose de los extremos de la molicie y la satisfacci贸n de los deseos, por un lado, y por el otro lado del auto castigo y sacrificios f铆sicos dolorosos de tantos falsos faquires, tanto en la antig眉edad como en los modernos, el estoicismo verdadero es moderaci贸n y equilibrio bien lejos de la represi贸n propia y la de los dem谩s.

Que gracias a los espartanos se salv贸 la H茅lade.

Frecuentemente vemos utilizar Esparta y a los espartanos como ejemplo heroico de sacrificio, pero esto hay que matizarlo. 

En primer lugar, para un espartano de la 茅poca no hab铆a otra opci贸n. Educado o m谩s bien reprimido, con un sistema tir谩nico y abusivo, no hab铆a otra posibilidad excepto seguir las 贸rdenes dadas. Hoy, con otro tipo de propaganda, se est谩 manteniendo guerras en Europa con expresiones tales como ir a la guerra "hasta el 煤ltimo...". Habr铆a que preguntarles a esos ciudadanos si es que ten铆an otra opci贸n o no.

En segundo lugar, la H茅lade, estuvo en peligro en muchas otras ocasiones, ya no se recuerda, por ejemplo, la salvaci贸n aut茅ntica del esp铆ritu y libertad de la H茅lade que se encontraba pisoteado por los espartanos, y que gracias al h茅roe, el general Epaminondas, para muchos desconocido, y aut茅ntico ejemplo moral, que uni贸 en s铆 mismo al fil贸sofo y al guerrero, la H茅lade puedo sobrevivir al yugo espartano. La batalla de Leuctra, bajo el mando de Epaminondas, supuso el comienzo del fin del poder铆o espartano.

Sin embargo, en la batalla de Marat贸n, en la que participaron los atenienses y otras polis griegas contra los persas, los espartanos no se implicaron, ni participaron en la batalla ni ayudaron en ning煤n otro sentido, a pesar de constituir con los atenienses una alianza.

Podr铆a aportarse muchos otros ejemplos, pero considero que basta con se帽alar que si buscamos h茅roes en los que inspirarnos, encontraremos muchos ejemplos alrededor del mundo, pero no hagamos de un s贸lo hecho hist贸rico un modelo para todo el mundo en todas las ocasiones.

Esparta, con su sistema basado en la injusticia y la represi贸n, no dej贸 un legado duradero. En sus 煤ltimos a帽os, qued贸 reducida a una aldea sin relevancia cultural, filos贸fica o art铆stica. En cambio,  el legado ateniense, con todos sus defectos, ha pervivido a lo largo de los siglos, influyendo en m煤ltiples aspectos de la civilizaci贸n occidental. Al juzgar estos modelos, es esencial considerar no solo sus logros militares, sino tambi茅n sus contribuciones al desarrollo humano en su sentido m谩s amplio. Lo importante para juzgar el 谩rbol es considerar sus frutos.


lunes, marzo 10

Egipto y el Calendario de Denderah - II

Egipto y el Calendario de Denderah - II

La fiesta del HEB-SED no era el "jubileo" del fara贸n

Un error frecuente es considerar que el "jubileo" est谩 relacionado con la fiesta Heb-Sed del antiguo Egipto.

El concepto y la palabra "jubileo" proceden del llamado Yobel (讬讜讘诇) de la Biblia jud铆a, que alude al cuerno de carnero que se hac铆a sonar en todo Israel para anunciar el momento del retorno a los comienzos, el reinicio del orden establecido. Esta palabra "yobel" est谩 relacionada tambi茅n con otra palabra: "jabal", que significa "restituci贸n". Esta celebraci贸n se realizaba cada 50 a帽os.

En la Iglesia cat贸lica, el concepto corresponde al llamado A帽o Santo, que se celebra cada 25 a帽os. Es un a帽o de renovaci贸n espiritual, en el que se busca olvidar las rencillas y renovarse espiritualmente.

Ambos jubileos, el hebreo y el cat贸lico, poseen solo un significado tangencialmente parecido al Heb-Sed egipcio. En este 煤ltimo, como en muchas otras culturas, exist铆a un sentido de renovaci贸n de las fuerzas primigenias que dieron origen a Egipto. Sin embargo, hay otros elementos espec铆ficos relacionados con los misterios egipcios y las relaciones astron贸micas y temporales que eran muy distintos, y que veremos m谩s adelante.

¿El Heb-Sed se celebraba a los 30 a帽os de reinado?

Se tiene constancia de que esta cifra no se correspond铆a exactamente con la realidad en muchos casos. Por ejemplo:

  • El fara贸n Den (2930-2910 a. C.) celebr贸 este festival a los 22, 30 y 39 a帽os de su reinado.

Heb-Sed de Den, sentado en la capilla como Osiris y recorriendo el circuito ceremonial

  • Amenhotep III realiz贸 el Heb-Sed a los 30, 34 y 37 a帽os.

  • Osorkon lo hizo en el a帽o 22 de su reinado.

  • Rams茅s II celebr贸 trece o catorce fiestas Heb-Sed a lo largo de su reinado.

  • Akenat贸n, quiz谩s como parte de sus reformas, celebr贸 su primer festival Sed en el a帽o 3 de su reinado.

En muchos otros casos, no tenemos constancia de cu谩ndo o cuantas veces se celebr贸. Un caso curioso es el del fara贸n Djoser de la III dinast铆a. El complejo funerario creado para 茅l incluye un 谩rea extensa (ve谩se foto abajo) en la que se supone que se realiz贸 la ceremonia. Sin embargo, despu茅s de su muerte, el 谩rea junto con los falsos edificios (que s贸lo conten铆an piedras en su interior) fue enterrada bajo la arena, quiz谩s con una funci贸n m谩gica, pues se constata la promesa de la celebraci贸n de millones de "Heb-Sed" en la otra vida, algo similar al caso de las Barcas de Ra enterradas junto a las tumbas de los faraones y que ten铆an un papel post mortem.

Complejo funerario de Saqara A: Edificios falsos, rellenos de piedra, que replican las antiguas capillas ceremoniales de madera del periodo pre-din谩stico. B: Tambi茅n en n煤mero de 12, capillas accesorias. C: en rojo, 谩rea general o espacio sagrado de la ceremonia.

Significado del Heb-Sed entre los egipcios

No solo era la confirmaci贸n del poder del rey, sino la eficacia de ese poder para bendecir a todo el pa铆s. El rey era el canal a trav茅s del cual flu铆an los poderes de la naturaleza, que deb铆an ser llevados a cabo a trav茅s del Estado. Todo su simbolismo se centraba en el coraz贸n de la ideolog铆a de la realeza egipcia: el fara贸n como intercesor o mediador de su pueblo ante los dioses (Frankfort, 1948:58).

De manera especial, sus poderes controlaban un aspecto fundamental: la regulaci贸n de la inundaci贸n, pues de ella depend铆a la existencia del pueblo. El fara贸n, por tanto, era poderoso en la medida en que pod铆a dominar esos procesos.

El a帽o 1 comenzaba con cada reinado de un nuevo fara贸n. Esto significaba volver a los primeros tiempos, era el tiempo de la Renovaci贸n, y durante su reinado, la fiesta Heb-Sed marcaba tambi茅n un reinicio. En ambos casos, todo el orbe estaba presente: la ceremonia era presenciada por todos los dioses, las constelaciones, los 12 meses de 30 d铆as del a帽o agrupados en 3 estaciones (la Inundaci贸n Ajet, el Surgimiento Peret y la Cosecha Shemu), el pueblo y los dignatarios. En otras palabras, el orbe entero.

Su importancia era tal que se comprueba la existencia del festival Sed desde la m谩s remota antig眉edad, desde los tiempos pre-din谩sticos, extendi茅ndose hasta los reyes ptolemaicos.

Sin embargo, a pesar de ello, existe poca evidencia expl铆cita sobre los detalles de la celebraci贸n Heb-Sed, sobre el qu茅, cu谩ndo y d贸nde se celebraba, y del simbolismo de cada uno de los elementos que lo compon铆an. Ni siquiera sabemos con claridad qu茅 significa su nombre (Hornung y Staehelin, 1974).

El fara贸n, considerado el Hijo de Ra y disc铆pulo de las Escuelas Internas, toma como modelo a Osiris, el alma gemela de Ra. Para comprender su funci贸n y su profundo significado m铆stico-religioso, es necesario relacionarlo con otras ceremonias y s铆mbolos en los que, ya sea de manera real o m铆tica, se llevaba a cabo el Rito de la Carrera dentro de un recinto sagrado.

El fara贸n Djoser realizando el recorrido ceremonial del Heb-Sed, es precedido por el chacal Wepwawet, sostenido como estandarte por una figura de Seth.

Las escasas representaciones que han sobrevivido hasta nuestros d铆as sugieren que el elemento central del Heb-Sed era la carrera, o m谩s bien un recorrido simb贸lico dentro de un circuito m谩gico preestablecido. Este circuito podr铆a trazarse alrededor de la muralla de una ciudad, del recinto de un templo o en un patio dise帽ado espec铆ficamente para este prop贸sito, como el que construy贸 el fara贸n Djoser de la III dinast铆a en Saqqara, cuyo dise帽o a煤n podemos admirar (ver m谩s arriba).

Sin embargo, resulta dif铆cil imaginar que un fara贸n, especialmente despu茅s de 30 a帽os de reinado y en ocasiones posteriores (como en el caso de Rams茅s II, quien celebr贸 este rito trece veces), pudiera completar f铆sicamente dicho recorrido corriendo. Es evidente que estas representaciones tienen un car谩cter profundamente simb贸lico. Como ya se ha se帽alado, los datos arqueol贸gicos y las im谩genes conservadas son limitados, y su interpretaci贸n sigue siendo objeto de debate. Adem谩s, el arte egipcio se rige por c谩nones de representaci贸n estereotipada, que no buscan reflejar la realidad de manera literal, sino transmitir significados simb贸licos. Lo que s铆 podemos afirmar es la existencia de un circuito circular, recorrido ceremonialmente por el fara贸n en presencia del mundo entero. Las representaciones lo muestran avanzando con zancadas firmes y llenas de poder, aunque no necesariamente implican una carrera real, sino m谩s bien un camino de naturaleza simb贸lica con profundas connotaciones m谩gicas.

Desde una perspectiva simb贸lica, este circuito est谩 guiado por la figura de Wepwawet ("El que abre los caminos",


el chacal que no solo despeja la ruta, sino que tambi茅n se帽ala el objetivo a alcanzar. Algunos egipt贸logos sugieren que el t茅rmino Heb-Sed hace referencia al Festival o Fiesta (Heb) de Sed, nombre que podr铆a estar relacionado con una forma m谩s antigua y primitiva de Wepwawet. En otras palabras, este festival se celebra bajo los auspicios del "chacal gu铆a" que abre los caminos tanto en este mundo como en el m谩s all谩.

As铆, el fara贸n, como Hijo de Ra —y, en 茅pocas posteriores, de Am贸n, el esp铆ritu oculto del Sol—, emprende un camino solar, el mismo que recorre el astro a lo largo del a帽o. Este trayecto simboliza la sucesi贸n regular de las estaciones y favorece el crecimiento de los seres humanos, los animales y la vegetaci贸n. Todo ello ocurre gracias a la mediaci贸n del fara贸n, el 煤nico sacerdote leg铆timo en la Tierra. De hecho, los sacerdotes que oficiaban en los templos lo hac铆an en su nombre, ya que solo 茅l pose铆a la verdadera autoridad sacerdotal en todo el pa铆s.

El Recorrido Inici谩tico y su relaci贸n con Denderah

Zod铆aco de Denderah, en tono verdoso se muestra al caminante
que emprende el circuito solar, y el toro (Tauro) que le acompa帽a.
El objetivo final a alcanzar es Wepawet, justo en el centro
sobre un arado, con el significado de cima o punto culminante.



Sed festival de Hatshepsut con el toro a su lado

Esta imagen, parte del llamado Zod铆aco de Denderah, aunque pertenece a una 茅poca muy posterior, refleja conceptos que estaban arraigados en la mentalidad egipcia bajo ropajes nuevos.

El Zod铆aco de Denderah se encuentra situado en el interior de una capilla, en el techo de la misma. Esta capilla forma parte de un conjunto de capillas situadas en la terraza superior del templo de Denderah. Todas ellas est谩n relacionadas con elementos inici谩ticos, en las que pueden verse im谩genes de Osiris resucitando. Tambi茅n est谩n presente otros dioses, como por ejemplo la rana Heket, diosa tambi茅n relacionada con la resurrecci贸n.

Adem谩s del zod铆aco, en el techo del templo se pueden encontrar:

  1. Representaciones de dioses y diosas egipcios: Como Nut, la diosa del cielo, y Geb, el dios de la tierra, que simbolizan la b贸veda celeste y la tierra respectivamente.

  2. Escenas mitol贸gicas: Relacionadas con el ciclo solar y la regeneraci贸n, incluyendo el viaje del sol (Ra) a trav茅s del cielo y el inframundo.

  3. Constelaciones y estrellas: Representaciones de estrellas y constelaciones importantes para los antiguos egipcios.

  4. S铆mbolos religiosos y astron贸micos: Como el disco solar alado, el ojo de Horus (Udjat) y otros motivos relacionados con la protecci贸n y la divinidad.

Estas im谩genes reflejan la conexi贸n entre la religi贸n, la astronom铆a y la cosmolog铆a en el antiguo Egipto, mostrando c贸mo los egipcios integraban su comprensi贸n del cielo en su pr谩ctica religiosa y arquitect贸nica.

Circuito solar a trav茅s de las constelaciones que finaliza
en el centro en la figura del chacal Wepwawuet

El Zod铆aco de Dendera representa el circuito solar recorrido por Osiris, un viaje simb贸lico que tambi茅n emula el fara贸n durante la ceremonia del Heb-Sed. En este ritual, el fara贸n enfrenta su primer obst谩culo: un toro (Tauro), que debe integrar como un poder adquirido. Este simbolismo se refleja en la indumentaria real, ya que los faraones vest铆an un faldell铆n con la cola de toro, un atributo que denotaba fuerza y dominio. En el corredor del templo de Seti I, que conduce al Osiri贸n, se observan representaciones del propio Seti supervisando a su heredero, Rams茅s, mientras este caza un toro, reforzando la conexi贸n entre el poder real y este animal sagrado.

A continuaci贸n, el fara贸n recorre los signos zodiacales, una secuencia que, aunque influenciada por concepciones griegas y mesopot谩micas, tambi茅n incorpora caracter铆sticas propias de la cosmovisi贸n egipcia. Los egipcios divid铆an el a帽o en 360 d铆as, organizados en 12 meses de 30 d铆as, cada uno asociado a una de las 12 constelaciones mayores. Este ciclo estaba marcado por el ascenso hel铆aco de Sotis (Sopdet o Sirio), un evento astron贸mico crucial que se帽alaba el inicio del a帽o nuevo y la inundaci贸n del Nilo, fundamentales para la agricultura y la vida en Egipto.

Durante la fiesta del Heb-Sed, el fara贸n recreaba este recorrido sagrado. En el circuito de Saqqara, por ejemplo, se encuentran 12 capillas falsas, cada una dedicada a un dios asociado con los 12 meses del a帽o. Estas capillas no estaban destinadas al p煤blico en general, sino que eran espacios reservados para los sacerdotes involucrados en las ceremonias de renovaci贸n y resurrecci贸n osiriana. Estas pr谩cticas ten铆an un car谩cter inici谩tico, vinculado a los misterios de la muerte y el renacimiento.

En las ceremonias del Heb-Sed, el fara贸n se envolv铆a en una capa ajustada que lo cubr铆a por completo. Esta prenda simbolizaba el sudario de Osiris y, al mismo tiempo, evocaba el "huevo primordial", del cual emerg铆a un nuevo ser. Este simbolismo dual tambi茅n se manifestaba en las procesiones funerarias, donde el sacerdote Tekenu, actuando como alter-ego del difunto, representaba tanto a Osiris en su sudario como al huevo c贸smico. En el lenguaje egipcio, las palabras para "huevo" y "sudario" eran id茅nticas, diferenci谩ndose solo por el determinativo final.

Relieve del Heb-Sed del Rey Senusret III, vestido con el sudario, en doble representaci贸n con la corona del bajo y del alto Egipto, rodeado por el s铆mbolo de Heb-Sed:


El Tekenu, el sacerdote alter-ego en las ceremonias funerarias, representando a Osiris (el fallecido) en su sudario y el huevo primordial del que nacer谩 el nuevo ser.

Osiris, envuelto en un sudario, sobre el cuadrado m谩gico, con el peque帽o cuadrado que indica la entrada al Ra-stau, el lugar de los misterios osirianos.

En conclusi贸n, la persistencia del festival del Heb-Sed a lo largo de la historia de Egipto, junto con los conceptos osirianos y solares, explica la profunda conexi贸n entre este ritual, la resurrecci贸n de Osiris y el renacimiento c铆clico de Egipto. Este renacer se asociaba m铆ticamente con el recorrido celeste a trav茅s de las constelaciones anuales, representado tanto en el zod铆aco como en el circuito m谩gico del Heb-Sed. As铆, el festival no s贸lo celebraba la renovaci贸n del fara贸n, sino tambi茅n la regeneraci贸n de toda la tierra egipcia, simbolizada por la inundaci贸n del Nilo y el reverdecer de la vida.