jueves, julio 21

Medicina del Futuro V - Los Dos Caminos del Médico

-

La Medicina del Futuro V

Los Dos Caminos del Médico

Tenemos dos manos, la izquierda y la derecha, dos hemisferios cerebrales, dos sistemas nerviosos, autónomo y voluntario, consciente e inconsciente, dos piernas, y aparentemente un sólo corazón; en realidad son dos corazones, el izquierdo y el derecho unidos por un tabique fibroso.

Y sigue la lista: dos ojos, dos oídos, dos riñones, dos pulmones, y un hígado que tiene dos lóbulos. El resto son las entrañas y sus variantes, intestinos, estómago, vejiga, etc. Somos duales hasta en nuestro pensamiento, pues somos incapaces de concebir las cosas en su totalidad absoluta, sólo podemos manejar conceptos relativos.

En Medicina también hay dos caminos, o debería haberlos, porque frecuentemente se olvida uno de ellos. Y siendo la Medicina como es, una ciencia del Hombre y para el Hombre, también debe ser dualista en sus concepciones. Pero no lo es.

El médico (y el paciente como opción a tener en cuenta) tiene dos caminos enfrente, el Camino de la Mano Derecha, objetivo y racionalista, y el Camino de la Mano Izquierda, que es intuitivo y pararacional.

Y los denomino así porque uno responde más a nuestras capacidades sensitivas y emocionales dependientes del hemisferio derecho y otro a nuestras capacidades científicas y objetivas: el hemisferio izquierdo del poder. Veámoslo más en detalle:

EL CAMINO DE LA MANO DERECHA

Desde este camino se observa el mundo representado y organizado en cajones lógicos. La clasificación aquí es fundamental, el científico la utiliza para explorar el fenómeno, hablar acerca del mismo y describirlo, pero no puede comunicarse con el interior del mismo, desconoce sus razones internas. Puede someter el fenómeno a múltiples análisis que afectan a lo externo, pero no puede «visualizar» el interior del mismo.

Si un antropólogo estudia la danza de la lluvia, llegará a conclusiones como la siguiente: «la danza de la lluvia es extremadamente importante en esta sociedad primitiva: mantiene los roles de poder y los mecanismos de transmisión de ese poder, cohesionando al mismo tiempo al grupo, haciéndole sentir unido».

Esta es una interpretación fruto de la observación científica externa. Pero esta observación sólo es parte de la realidad.

Sin embargo, si interrogamos a los actores de dicha danza, nos dirán que para ellos tiene un significado definido: llaman a sus dioses porque necesitan la lluvia, no les interesa en este momento ni la cohesión social ni el rol de poder que cada uno ocupa en ese momento en la tribu.

La interpretación externa, propia de las ciencias experimentales, se guía por parámetros, instrumentos y mediciones. Es típico de la ciencia empírica y positivista, se estudia sobre todo la forma, y se clasifican los fenómenos según ciertos parámetros predefinidos. Ejemplos de esta interpretación externa son:

  • El conductismo de Skiner y Watson, la psicología científica que sólo se basa en la observación externa, en las relaciones que se establecen entre estímulos y las respuestas obtenidas. Lo de dentro o bien no interesa, o se considera como la “caja negra” que responde automáticamente a estos estímulos.

Como ejemplo vergonzoso, véase el siguiente enlace al artículo titulado “El cruel experimento del pequeño Albert”, o recuérdese la famosa película “La Naranja Mecánica” de Stanley Kubrick.

  • El Empirismo
  • Biología molecular, Neurología, etc.

Se accede a la realidad por medio de los instrumentos y de la percepción externa. Se ve la superficie de las cosas, que pueden ser medidas y comparadas. El observador no se involucra, es un observador externo.

Esta vía es muy necesaria para el médico, pero no es la única. Tenemos que observar, medir, tomar constantes, hacer radiografías, etc, todo ello son cosas muy importantes, tanto que los médicos han olvidado la otra vía, y piensan que ser buen médico es ser un “frío científico”.

EL CAMINO DE LA MANO IZQUIERDA

La otra vía es la de la Mano Izquierda, o sea la Vía Interpretativa. Es decir, no importa cuánto yo observe a un individuo, hay cosas que, a menos que él me lo diga, nunca sabré. No sé qué es lo que piensa y lo que siente, hay una parte a la cual no se puede acceder a menos que el sujeto investigado diga qué le ocurre, por tanto necesito interpretarlo, entender su lenguaje, por eso esta vía es hermenéutica: necesita interpretación.

Esta ciencia de interpretación tiene mucho que ver con el grado de conciencia de la persona. Este es el camino de:

  • Freud,
  • Carl Jung,
  • Piaget,
  • Aurobindo,
  • Plotino,
  • Buda

La Medicina necesita también la Vía Interpretativa, porque ésta es la única forma de aproximarnos al interior de las cosas, “ver a través del espejo del hombre”, penetrar en su interior, esto es la Vía Hermenéutica o de la Mano Izquierda. Es profunda, no es localizable en un tejido o en un órgano, porque afecta a todo el ser, y necesita interpretación.

¿Pero cuándo aplicar una vía y cuándo aplicar la otra?

Empirismo y Hermenéutica: Su aplicación en Medicina

Veamos cuál es el alcance de lo empírico y el de lo interpretativo o hermenéutico. En el siguiente gráfico, siguiendo las ideas de Ken Wilber, uno de los fundadores de la Psicología Transpersonal y a quien aconsejo leer, podemos ver, partiendo desde el centro del círculo, el desarrollo evolutivo desde la materia hasta el espíritu, ampliándose y pasando por círculos cada vez más sutiles. A cada círculo le corresponde el desarrollo de una ciencia: así la Materia se estudia con la Física, etc. Al círculo de la vida le corresponde la Biología y las ciencias afines, al de la Mente le corresponde la Psicología, etc.

Cada círculo integra al anterior, así Vida incluye Materia, y Biología, etc. Si trazamos sobre el mismo círculo una flecha que va desde el nivel base hasta los círculos superiores y externos, veremos que para los círculos más básicos, como el de la materia y la biología, se necesita la Vía Empírica, aquí coloreada en tonos rojos, mientras que cuanto más avanzamos hacia los niveles superiores complejos, más necesaria es la Vía Interpretativa o Hermenéutica, aquí representada por la coloración azulada de la flecha.

La Medicina Convencional que hemos estudiado en nuestras facultades es fundamentalmente empírica, puede explorar A+B. Es esencial y absolutamente necesaria, especialmente cuando la enfermedad ha alcanzado, bien sea proveniente de planos superiores o inferiores, el nivel físico y biológico.

Sin embargo, una Medicina Integrativa, que asuma la otra parte más sutil del ser humano (A+B+C…), que la integre e interprete, y que nos permita no sólo gestionar los problemas en esos niveles sutiles sino también evitar su impacto negativo sobre los planos físicos y biológicos, es absolutamente necesaria desde el punto de vista preventivo.

Fenómenos como la depresión, no pueden meramente ser tratados con “pastillas”, que no siempre ayudan, frecuentemente empeoran, y que no localizan ni resuelven los nudos fundamentales de la personalidad humana. No es sencillo, nuestros sistemas hoy por hoy no lo permiten, pero es posible.

En los antiguos templos de sanación, tras someter al paciente a una “incubatio” durante una noche, el sacerdote médico daba un remedio, siguiendo al dios, y a veces encontramos recetas como aquella que decía “ve y reconciliate con tus enemigos”. Sólo es un ejemplo, pero a veces…

Ya se que parece poco y demasiado sencillo, pero en realidad, ¿cuántas veces enfermamos, sentimos malestar, que luego se traduce en disfunciones, y quizás en otras enfermedades más serias, que se hubiesen curado a tiempo con un poco de entendimiento, de comprensión, de ayuda humana. Justamente en los niveles sutiles poco es lo que se necesita, aunque fundamental, mientras que los planos físicos corresponde a la enfermedad evolucionada, a un laberinto fisiológico y anatómico de difícil solución, y que desde luego requiere conocimientos científicos. Cada cosa en su lugar, cura sutil para lo sutil, cura física para lo físico.

No se puede pues arreglar simplemente una depresión con pastillas, ni se puede imponer las manos o hacer análisis psicológicos para curar una apendicitis.

Cuanto más avanzamos en esta Edad Media, más enfermedades encontramos, físicas y mentales, porque nuestra sociedad ha roto todos los esquemas naturales, internos y externos, sometiéndonos a situaciones estresantes que no tendrían por qué ocurrir hoy. Tenemos medios suficientes para que nadie pase hambre en el mundo, para que haya prevención y medicinas, pero…

En lo que toca a lo que podemos hacer: ¿Necesito la mano izquierda? Si. ¿Necesito la mano derecha? Si. Ambas son necesarias, lo importante es saber cuándo aplicar una u otra, o las dos.

Por cierto, ¿no tiene esto que ver con todos los seres humanos y sus relaciones, y no sólo con los médicos?

Ciertamente.

Descargar en PDF

lunes, julio 18

Lo Que Hay Que Conservar - Los 7 Pasos de Osiris

-

LO QUE HAY QUE CONSERVAR

En el anterior artículo, pregunté qué cosas fundamentales hay, qué cosas reales que deben protegernos, formando parte de la verdad de nuestro ser interior. Pedí escribir una pequeña lista de lo que merece la pena.

Muchos me habéis contestado privadamente, y otros en nuestra página. El siguiente texto abajo, es de una novela que escribí hace años, y que describe un grupo de personas, luchadores de la resistencia, en un Egipto imaginario del futuro, contra el poder de un tirano fundamentalista y que, reunidos en Abydos, conforman una hermandad, aunque desorientados y algo desanimados. Su líder, Abdelrahmán, en medio de la noche, alrededor del fuego, inspirado por las estrellas, se dirige a ellos, y les habla precisamente de lo que es importante, de lo que hay que guardar, de los valores que tienen que permanecer.

Los 7 Pasos de Osiris

─ Compañeros, amigos, ahora aquí en este momento, en medio de la oscuridad, sois testigos de las luminarias de la noche. Escuchadme bien, la inmortalidad es hija de la noche, porque solo aquello que pervive en la noche, solo lo que sobrevive a la muerte es lo inmortal, tiene que tener algún regusto de muerte en su boca el niño que renace. Los vivos vienen de los muertos. Renacer requiere morir, y la muerte que conduce al renacimiento es una muerte anunciada, casi se sabe el día y la hora, se prepara cuidadosamente, para así poder sobrevivir.

Hussein, quien había seguido atentamente sus palabras, le replicó burlón:

─ Abdelrahmán, pareces inspirado, pero las palabras de los poetas no ayudarán a nuestro pueblo a liberarse.

─ Te equivocas Hussein, no se trata de meras palabras. Esto es lo que os quería decir, esto es lo que encontré allá abajo, en la tumba de Osiris. Ahora más que nunca lo veo claro, ahora más que nunca se que no podemos esperar a nadie, que solo nosotros podemos cambiar nuestro propio destino.

─ ¿Cómo? ¿Acaso tenemos alguno? Somos unos cuantos desarraigados, sin casa ni futuro ─ dijo Amín.

Abdelrahmán entonces, tomándole del hombro le invitó a sentarse junto a él en medio del grupo, cerca del fuego al que miraba intensamente como si pudiera leer entre sus vetas anaranjadas.

─ Tenemos que aprender de Osiris, tenemos que aprender de nuestros ancestros, quienes en este mismo momento, miles de años después, en medio de estas ruinas, aún nos siguen hablando. ¡Qué fuerza no tendría para que su mensaje, incluso ahora, pueda seguir guiándonos!

─ Bellas palabras, pero insisto, eso no nos servirá ─ dijo Hussein dispuesto a marcharse

-¡Espera! -ordenó Abdelrahmán - tenéis que entenderme, no os estoy hablando de luchar con armas, eso sólo no valdría, os estoy hablando de algo más. Esto es lo que aprendí anoche, escuchadme al menos…

Osiris fue un símbolo durante milenios para nuestro pueblo, símbolo de la resurrección y de la regeneración. Por tanto, tenemos que hacer como nuestros padres, preparar nuestra muerte, preparar nuestra tumba, para poder resucitar… Para ello hay que rescatar lo mejor de nuestro pueblo, lo mejor del pasado, acumular todo lo bueno al tiempo que luchamos contra el tirano. Hay que recoger los textos sagrados, los elementos válidos del pasado. Hay que preparar en este lugar, ahora, una suerte de fortaleza, aislada de los embates del tiempo, en medio del desierto, donde todos los precursores han anunciado la llegada de un mundo nuevo.

Mientras tanto hay que continuar viviendo, agotando la vida que se tiene, alegres y confiados y al mismo tiempo sin dejar de preparar la muerte, aunque riamos bajo los rayos del sol. Tomemos su ejemplo, mientras trabajamos alegres, recojamos lo mejor, tomemos lo que quedó detrás de los siglos torturados que nos han precedido, hagamos un hueco en nuestra tumba-fortaleza para poner una estatua de Hathor la bella, también pongamos dentro los textos del sabio Ptahotep y todos los textos sagrados de la humanidad. Quizá también deberíamos adornar los corredores con frescos como los que pintaron sobre las paredes nuestros ancestros, sin olvidar en las partes más recónditas algunos textos de Plotino, el sabio de Assiut, guardemos las leyendas de las Mil y Una Noches y las historia del gran caballero Salah El Din. Recordemos a Ramsés y a Imhotep el médico sagrado, y preservemos en el interior quien sabe si una copia de los Vedas, o una pequeña reproducción de la Biblioteca de Alejandría, depositemos también en un arca dorada el Corán generoso, la Biblia, el Libro de la Salida del Alma a la Luz del Día… todo depende de seleccionar lo esencial, aunque no siempre coincidiremos. ¡Ojo, no hay sitio para todo!, lo que escojamos tiene que haber probado que sabe perdurar. Hay que llevar también presentes a los dioses, tendremos que echarnos a los bolsillos algo de mística, algún elemento moral que puedan llevarse a la boca los Señores del Destino. Y claro, hay tantos dioses como seres humanos, no todos van a querer lo mismo, así que tendremos que llevar cosas como Maat, la Justicia y la Verdad, cosas simples, rectas y honestas, un poco de generosidad y unas cuantas perlas de decencia, pero cultivadas en el respeto y la honradez y no en los genitales.

Hussein, quien al comienzo delataba en su cara y sus gestos la impaciencia, se había calmado, y ahora escuchaba atentamente.

─ Mirad, como en la antigüedad tendremos que embalsamar nuestro cuerpo: nosotros mismos, este pequeño grupo. Solo habrá que dejar en su interior el corazón, el cerebro no sirve, de hecho se tira. Porque lo que vale son las cosas esenciales: las manos para trabajar, los pies para caminar, la parte de en medio para conectar los miembros y de paso sostener lo fundamental: pulmones para respirar cada día el viento nuevo, estómago para aguantar y para saber asimilar, los intestinos para seleccionar y tirar por donde se debe lo que no hace falta y sobra. Hígado porque hay que tener agallas y sobre todo corazón, hecho de piedra verde, rodeado de oro, conciencia viva hecha verbo, como el escarabajo que renace y que empuja al sol que llevamos dentro, porque si el corazón no empuja al sol, no sirve tampoco. Luego habrá que empaquetarlo todo muy bien, con vendas de pureza, bien limpias y cosidas, sin resquicio, y entre ellas flores y amuletos de protección, de magia viva.

Excitado Abdelrahmán se acercó hasta el joven Mena, tomándole entre los hombros siguió hablando al resto:

─ Ved aquí, los jóvenes nos esperan, y detrás de él muchos miles más, no podemos darle simplemente explosivos y pistolas, si mueren tienen que saber que no mueren por causa de un tirano, sino que mueren por causa de un Ideal. Démosle la oportunidad de pelear soñando.

─ Entonces… -dijo Amín - brindemos por los sueños, construyamos en este lugar nuestra tumba y fortaleza, como en los viejos tiempos, traigamos aquí lo mejor que tengamos, hagamos de la Justicia, la Belleza, la Verdad y el Bien nuestra bandera.

Todos se levantaron, llevados por el entusiasmo, cantando como en los viejos tiempos, bailando las danzas ancestrales, gritando los gritos de guerra y victoria… en el Corazón de Abydos, en la tierra sagrada de Osiris.

DESCARGAR EN PDF

viernes, julio 15

Economía de Guerra, "Debe y Haber"

-

ECONOMÍA DE GUERRA

DEBE Y HABER

Recientes acontecimientos internacionales me han hecho repensar cómo valorar de otra manera la economía. Esta palabra tiene su origen etimológico en el griego “oikos”, que significa “hogar”, y “nomos”, que significa “ley” u ordenamiento – de donde “oikonomia” – o “administración del hogar”, o del Estado, o de cualquier otra cosa que nos concierna de cerca.

Algo que conocemos todos es eso del “debe”, las deudas, y del “haber”, lo que se posee. Claro que si miramos de nuevo a estos conceptos desde otro ángulo, están las deudas, por ejemplo, morales o kármicas, y lo que de verdad poseemos o de lo que tenemos dominio sobre ello, por ejemplo las “virtudes”.

Una buena economía implica, en lo personal, dejar pocas cosas que cumplir o hacer (debe), entre ellas “restar” los errores y daños hechos por nosotros mismos, al tiempo que hay que acumular muchas virtudes, buenos actos, etc.

De ahí, como en todo buen ejercicio económico de final de año, que haya también el llamado “Día del Ajuste de Cuentas”, como lo denominaban los antiguos egipcios, donde se repasan todos nuestros actos económicos, siendo en este caso el “oikos”, nuestra propia alma y ser.

Hablemos ahora del “Contable”, ¿quién es? Pues sólo puede ser uno mismo, eso nos dice el Libro de los Muertos, donde el corazón, o sea lo más íntimo de nosotros mismos, nuestra conciencia, es el testigo de nuestros actos Y EL FISCAL ante el Tribunal de los Jueces Divinos, que se encargan de tomar nota, o sea la memoria indeleble representada por los llamados Lipikas (sánscrito: escribientes), o administradores del Karma.

Es evidente pues que lo que me llevaré conmigo sólo será lo que sea verdadero y real, quedando detrás todas las ilusiones. Pero, mientras que sigo vivo y actuando en esta encarnación, ¿Qué es lo que realmente poseo, lo que uso, y lo que no poseo ni uso?

Estas preguntas me surgieron a raíz de escuchar que en este conflicto internacional al que aludía al comienzo, la economía de los países ha sido afectada profundamente, y al valorar la importancia económica de ciertas naciones con respecto a otras, los analistas han descubierto que en esta confrontación los supuestos países ricos y poderosos, no lo son tanto, y que las economías secundarias poseen mucho más valor, llegando en realidad a poseer la mayoría de la “riqueza real”.

Estos análisis económicos han descubierto que para muchas potencias del llamado primer mundo, su riqueza consiste en bienes “ilusorios”, no productivos, no reales, evanescentes. Por ejemplo, muchas personas que viven en estas sociedades se sienten “ricas”, o al menos modernas y al día, porque tienen un buen teléfono, un ordenador, está en contacto con muchos amigos a través de las redes sociales, atienden a múltiples cursos online, sobre cosas como “coaching”, “ecología chupi”, o “macramé”.

De la misma manera, los países grandes poseen así mismo grandes inversores bursátiles, en telefonía, en redes sociales, en cine y “entretenimiento”, en turismo, etc., etc. Estos son sólo algunos ejemplos. La mayor parte de la industria se traslada a los países del tercer mundo. Allí se produce de todo, en China, India, Sudáfrica, Indonesia, etc., Por otro lado, se importa petróleo, gas, componentes electrónicos, bienes agrícolas, de otros países, porque se piensa que toda esa industria no es necesaria mientras se posea la máquina para imprimir billetes y los medios de comunicación para hacer que los demás lo acepten.

Curiosamente, los países de segundo orden, según el esquema corriente de las cosas, aparentemente no poseen tanto como los anteriores, pero se ha demostrado su gran capacidad para mantener una industria pesada importante, extracción de recursos minerales, petróleo, recursos agrícolas y pesqueros, tierras raras, esenciales para la fabricación de microchips, etc., etc.

Si aplicamos esa realidad a nuestra propia vida, también veremos lo mismo, la existencia de valores personales aparentes y valores reales.

Vivimos vidas “prestadas”, porque intentamos ajustarnos a alguno de los modelos que nos ofrecen, incluso en la manera de vestir, de llevar el pelo cortado, o coleta, el lugar donde nos reunimos, las cosas aceptables sobre las que “debemos” hablar, etc.

Hoy cuando se habla de temas metafísicos, en un lugar público, se tiende a bajar la voz, con vergüenza, sin embargo si hablamos de sexo, de violencia, o hacemos una critica inmoderada, elevamos el tono de voz, sin sentirnos azorados en lo más mínimo. O sea, mientras nos ajustemos al modelo todo está permitido.

Pensamos que “estamos al día”, por la ropa o los aparatos accesorios de los que hacemos gala, por el súper ordenador, la súper cámara, el súper audífono, o el súper lo que sea. Aunque vivimos sin tiempo real para nosotros mismos, eso sí, nuestra vida está llena de “ins” y evitamos todos los “outs”.

Esas cosas, en verdad, no las poseemos, ellas nos poseen a nosotros, nos arrastran a consumirlas, conseguirlas, pagarlas, presumir de ellas, y vuelta a empezar de nuevo. Ellas nos poseen a nosotros.

Son como las economías de los países del primer mundo occidental.

Cabría preguntarse pues ¿en una cada vez más clara cercanía de una Nueva Edad Media, qué clase de economía real, tanto en lo material, como en lo espiritual, debemos desarrollar?.

  • En lo material:

Deberíamos repensar y recrear modos de vida más tradicionales, o sea menos dependientes de valores propios del “mercado” y más realistas y útiles. Deberíamos valorar de nuevo el trabajo manual, la agricultura, el vivir con y de la tierra, pero no destruyéndola sino respetándola. Vale más un pequeño huerto que media docena de coches eléctricos, vale más un conocimiento básico de cómo construir con las manos nuestra casa que saber cómo suscribirse a una página web para publicar nuestro perfil o contratar una hipoteca… Pero eso quizás no sea útil ahora, aunque algunos pasos deberíamos dar en esa dirección.

  • En lo espiritual, ético y moral, o como queráis llamarlo…

Bien pensado, no voy a contestar a esta segunda parte, simplemente os digo y propongo lo siguiente: si alguien fuese tan amable, ¿podría decirme e ilustrarme, sobre cuáles son las Cosas Reales, la “economía” de verdad, las leyes o normas que protegen esta casa que soy yo mismo?.

¿Alguna propuesta? Atrévete… Escribe aquí abajo una pequeña lista de lo que merece la pena, seguramente aprenderemos algo.

Descargar en PDF

miércoles, julio 13

La Medicina del Futuro IV - Nutrición y Causas de Enfermedad

-

La Medicina del Futuro IV

LA NUTRICIÓN Y LAS 5 CAUSAS DE LA ENFERMEDAD

Por nutrición, de manera general, se suele entender todo alimento que ingresa en nuestro organismo, pero se olvida con frecuencia que, tratándose de salud, es importante también tener en cuenta las ideas y pensamientos que también ingresan en nuestro organismo. Hay ideas que nos alimentan sanamente y otras que nos destruyen por dentro.

Por tanto, es difícil tener una visión clara de lo que es bueno o malo para nuestro bienestar: los alimentos, los objetos, sustancias y hasta personas que nos rodean actúan sobre nosotros en cada circunstancia y momento de manera distinta. Puede que sea sano tomar tal o cual vitamina, pero acto seguido su beneficio quedará anulado por tener un smartphone con intensidad alta de emisión de radiofrecuencias, o por estar sentado durante horas viendo televisión, o tener una mala conversación llena de ira y odio, o por estar sentado en una habitación con “mal ambiente” psíquico.

En nuestra nutrición hay dos conceptos a tener en cuenta siempre son el EQUILIBRIO y la MESURA. El equilibrio debe juzgarse de acuerdo a nuestras necesidades actuales, y la mesura es lo que nos libra del viejo concepto griego del mal, HYBRIS, o sea el exceso, el exceso ya sea por añadidura, o por todo lo contrario, por falta de algo.

La búsqueda de una nutrición equilibrada y saludable se identifica hoy con una nutrición natural, acompañada también de una medicina natural. Ahora bien, tanto esta última como la nutrición natural, no deben ser definidas exclusivamente basándonos en su origen. Este es un error muy común, y el mayor de los malentendidos por parte de los consumidores, error que es aprovechado y explotado por los intereses mercantilistas.

La primera y más importante naturaleza que hay que tener en cuenta es la humana, o sea la naturaleza en el hombre, y por tanto lo realmente natural para el hombre no es aquello que ha sido recogido, por ejemplo, del bosque o de una planta, sino aquello que una vez administrado sigue las vía naturales del ser humano, aquello que facilite el movimiento equilibrado de sus energías vitales y de todas las funciones de su organismo sin alterarlas. Por ejemplo, la cicuta es una planta, está en la naturaleza, podría decirse que tiene origen natural, pero no conviene a la naturaleza del ser humano, para la cual es un veneno.

LAS CAUSAS DE LA ENFERMEDAD

En el cuaternario humano, constituido por el cuerpo físico, los elementos vitales-energéticos, el mundo psíquico-emocional, y el plano mental, cada uno de ellos tiene importancia en el mantenimiento de la salud y en la aparición de la enfermedad. Hay enfermedades que pertenecen a su propio plano, por ejemplo una enfermedad mental que afecta al plano mental, un trastorno emocional que afecta al plano emocional, etc. Pero como el ser humano es una entidad compuesta, organizada como unidad, cada uno de estos planos alterados posee una repercusión sobre los demás.

Paracelso atribuía a 5 causas fundamentales el origen de la enfermedad. El lenguaje ha cambiado, la expresión de los conceptos han variado, pero la esencia de lo dicho por este Gran Maestro de la Medicina, permanecen intactos, veamos pues estas causas;

Causa Astral:

Se refiere a lo que hoy llamaríamos “alteraciones ambientales sutiles”. No sólo el Cambio Climático, sino también la influencia tanto de energías conocidas como desconocidas procedentes del medio ambiente. El Universo entero es un ser vivo, cuyas leyes aún no bien conocidas influencian, para bien o para mal, nuestro organismo e incluso nuestra psiquicidad. La Causa Astral significa pues las causas que tienen su origen en las estrellas, o sea en todo el Universo externo a nosotros mismos, en su composición material y energética.

Causa Natural:

Son los desequilibrios energéticos, bien por defectos en la constitución propia al nacer, o por desequilibrios no manifiestos en el cuerpo, pero que son detectables a niveles más sutiles. La Medicina China es un ejemplo de medicina especializada en detectar este tipo de alteraciones y corregirlas antes de que produzca una enfermedad seria.

Los Espíritus:

Se refería Paracelso con ello a la creencia casi universal que dice que ciertas personas, por medio de su influencia perversa o dañina, pueden de alguna manera afectar a otras personas. Más allá de que creamos o no en el “mal de ojo”, los chamanes que lo practican, siempre procuran que la persona “hechizada” sea informada del hechizo, porque en caso contrario la maldición no tendría efecto. Evidentemente se trata en casi todos los casos de un efecto causado por el miedo y la superstición. En otras palabras, la mala intención, el daño psicológico, la violencia psicológica es reconocida hoy como una causa de enfermedad tanto en las relaciones personales y familiares, como en las relaciones laborales (acoso, bullying, etc.) ¿Hay también energías invisibles que se proyectan sobre los demás, o espíritus malignos que acosan a sus víctimas? Quizás si o quizás no, pero en cualquier caso la inmensa mayoría de las personas son dañadas por una acción psicológica agresiva, por los celos, odio, o deseos malvados, y para que produzca daño basta con el rumor, la calumnia, la mirada hiriente, el gesto de desprecio, la palabra ruda, etc., etc.

Dios:

Paracelso se refiere a las Leyes Universales que nos rigen. Perseguido de cerca por la Iglesia de su tiempo, no podía usar los términos que había aprendido en sus viajes por el Oriente. Paracelso no creía en un Dios personal, que castigaba o premiaba según su mayor o menor disgusto con el creyente. Paracelso se refería a las leyes universales naturales, y a que nuestras acciones al interactuar con ellas, tanto a nivel individual como colectivo, crean un karma, o sea una reacción natural, buena o mala, según el caso.

Los Venenos:

Paracelso explicaba que, toda ingesta procedente del mundo externo, es en principio un tóxico o veneno para nuestro cuerpo. Pero el “Alquimista Interno”, o sea nuestros sistemas digestivos, defensivos, etc., se encargaba de eliminar aquello que tiene de venenoso o dañino y aprovechar lo que es beneficioso en lo que ingerimos. Algunas cosas se avienen mejor a este Alquimista Interno, y otras sobrepasan sus límites, penetrando en el organismo y provocando daño. Esto ocurre no sólo por ser más o menos venenoso, sino también por la cantidad. De ahí que la moderación y el equilibrio en la ingesta de los alimentos sea una salvaguarda de males mayores. Así, por ejemplo, el Arsénico está presente en el agua que bebemos, es un veneno muy potente, capaz de matar, pero las cantidades que ingerimos con el agua son ínfimas. El colesterol es necesario para formar las paredes celulares y muchas de las hormonas necesarias para el organismo; sin embargo su exceso es dañino porque se deposita en las arterias. Las grasas son por tanto un veneno, pero bien procesadas por el Alquimista Interno, de forma mesurada, pueden ser beneficiosas siendo incorporadas en nuestros sistemas.

Seguir lo Natural es también ayudar a desbloquear el organismo eliminando los venenos y tóxicos que se acumulan, no importando los medios que utilicemos, ya sean estos “naturales” o “artificiales” (dietas, gimnasia, saunas, etc.) siempre que cumplan sus objetivos, sigan las vías naturales del ser humano, y no sean dañinos por acumularse en el cuerpo.

Por último, aunque no por ello menos importante, hay que nutrir de cosas sanas nuestra mente, hay que dotarnos de ejemplos de vida, y hay que soñarnos a nosotros mismos, buenos y mejores.

sábado, julio 9

Simbología Numérica 9 - Los Sanat Kumaras

-

Simbología Numérica

El 9, Los Sanat Kumaras

En esta serie de artículos dedicados a la numerología simbólica, llegar al número 9 es llegar al final, porque el 10, como se verá más abajo, es sólo el comienzo de una nueva serie. Pero este final, cercano al límite simbólico de aquello que sabemos, nos pone en contacto con misterios que están más allá de nuestra comprensión.

Desde un punto de vista, los números simbólicos, tradicionalmente, representan entidades o jerarquías de seres que conforman y recrean el Universo. Los números primeros representan el despliegue de la creación desde la Unidad, que se manifiesta a partir del Absoluto Incognoscible.

Ahora bien, esas jerarquías (del griego «hieros», sagrado y «archein» gobernar) o huestes, conforman conjuntos de seres o existencias, reconocidas por todas la naciones antiguas: son los Arcángeles del cristianismo y del judaísmo, los Amshaspands del Zoroastrismo, los Dyhan Chohans del budismo pre-budista,etc.

Estas jerarquías no deben ser imaginadas como separadas, ni como constituidas por una suerte de reinos independientes con su rey a la cabeza, sino que más bien se refiere a una serie continuada, a un tejido extendido a lo largo de todo lo existente, un fino entramado del que forma parte todo el universo, animado e inanimado, visible e invisible, integralmente funcionales, y dependientes de la Inteligencia que los rige, que ultérrimamente es la Inteligencia del Logos.

Para poder visualizar mejor sus relaciones tenemos que imaginarlas como si fuesen las partículas que constituyen un átomo, así sus protones, neutrones y positrones, forman una jerarquía; y por debajo de ésta se encuentran otra “jerarquía”, la de las partículas subatómicas constituida por bosones, bariones, neutrinos, etc.

Por encima de la jerarquía de los átomos está la de las moléculas, constituidas por los agregados de átomos, así tenemos el agua, los hidratos de carbono, las proteínas, éstas conforman las bases de los componentes celulares, que forman parte de los tejidos, que constituyen los órganos, que se integran en sistemas orgánicos, en seres vivos tales como los hombres que viven en la Tierra, etc., etc.

Así tenemos pues series infinitas de “jerarquías” de seres, formando partes unas de otras, en donde nadie puede decir “yo no tengo nada que ver con los demás”, pues nada ni nadie está aislado del resto.

Ahora bien, en la descripción global de las Jerarquías Espirituales que rigen el Universo y la Evolución durante este periodo (yuga) de manifestación del mundo, clásicamente se han relacionado los sistemas simbólico-teológicos con los números. Los números que utilizamos en Aritmética y Geometría para propósitos prácticos, como contar, calcular, etc., son infinitos. Sin embargo los números de las Matemáticas Sagradas son sólo 9, más el 0 que hay que poner aparte.

Hemos visto en los artículos anteriores las “propiedades” de los números, y hemos comprobado sus relaciones con la Creación, con el ser humano, etc. Pues bien, el número 9, siendo como es el final de la serie, tiene unas peculiaridades propias, para ello utilizaremos la forma de cálculo simbólico llamado “suma teosófica”:

  • El número 9 es el final de la serie numérico-simbólica.
  • El número 9 puede unirse a cualquier otro número, para devolver como resultado ese mismo número.
  • Por tanto ningún número simbólico puede ser superior a 9.
  • Su forma así nos lo indica, es un círculo a partir del cual se genera una nueva serie.

Por ejemplo,

1 + 9 = 10; ahora bien, 10 = 1+0 que es 1.

Hemos vuelto al principio

2 + 9 = 11; ahora bien, 11 = 1+1 que es 2.

3 + 9 = 12; ahora bien, 12 = 1+2 que es 3, ... etc, etc.

Todo número “arrojado” al 9 nos da como resultado ese mismo número.

Tomemos otro ejemplo, los antiguos hindúes calculaban los ciclos a partir del comienzo de cada creación por medio de los llamados yugas o edades cósmicas, que eran cuatro. Dichos ciclos, es decir finales de una serie y comienzo de una nueva, son expresados precisamente como múltiplos simbólicos del número 9, Así por ejemplo, los 4 yugas o ciclos fundamentales son:

  • Satya Yuga (1.728.000 años),
  • Treta Yuga (1.296.000 años),
  • Dwapara Yuga (864.000 años) y
  • Kali Yuga (432.000 años).

Numéricamente se corresponden todos al “ciclo de nueve”

-1.728.000 = 1+9+8 = 9+9 =18; 18= 1+8 = 9

-1.296.000 = 3+9+6 = 9+9 =18; 18= 1+8 = 9

-864.000 = 8+10 = 18; 18 = 1+8 = 9

-432.000 = 4+5 = 9

Para más información sobre los ciclos hindúes y su relación con el número 9, véase el siguiente enlace “El Tiempo Circular Los Yugas y las Eras”

El número 9 se corresponde pues con la 9ª jerarquía, la de los “Sanat Kumaras” de la mitología hindú, los más cercanos al «comienzo», precisamente porque son también el «final evolutivo».

Estos Kumaras, o «jóvenes vírgenes», son aquellos seres eternamente jóvenes, tan espirituales y elevados, que representaban a las jerarquías más cercanas a la Luz, las más espirituales, y que por esta misma razón en las mitologías antiguas se negaban a crear el hombre, o sea a formar parte del mismo, no por orgullo, sino precisamente por su muy elevada condición espiritual que les impedía procrear.

Ecos de esa mitología oriental se encuentran en las leyendas judeocristianas, siendo en este caso representada dicha jerarquía por “Luzbel” o “Lucifer”, «el portador de Luz», el más cercano a la divinidad, lleno de belleza e inteligencia, a quien la teología cristiana condenó por soberbio, haciéndole caer del cielo. En realidad, no fue condenado por nadie, sino que la necesidad kármica hizo que las jerarquías celestiales, cada una por turno, y en el momento adecuado, descendiesen para dar forma, y en este caso inteligencia y espiritualidad, al ser humano.

Así el número 9, uno de los más misteriosos y sagrados entre los números simbólicos, corresponde a esa jerarquía más elevada, la de los Kumaras, que velan por la Humanidad.

En el budismo, ese rayo de luz para la humanidad se le atribuye al Buda aunque, claro está, hubo muchos budas antes del Buda histórico, y habrá muchos otros. Ya se trate de budistas o hindúes, una de las fiestas más sagradas es la del Vesa o Wesak, que se produce en el mes de Mayo, durante la luna llena de Tauro. Entre sus cuernos, se encuentran las Pléyades, las misteriosas estrellas que para los antiguos ocupaban el centro «óptico» del universo, y por tanto también «simbólicamente» eran el centro de todas las jerarquías.

Ese día tan especial, el más sagrado entre los budistas e incluso reconocido por las Naciones Unidas, se realizan millones de ofrendas y ceremonias múltiples en los templos, quizás porque en esos momentos hay una alineación especial, la de la Luna, la Tierra, el Sol, Tauro y las Pléyades, o sea una alineación dirigida al centro imaginario alrededor del Universo, que «simbolizaba» el Centro Espiritual que nos rige y a donde llegaremos un día, aunque en realidad no se encuentra allí, ni en ninguna otra parte, sino en el Corazón Misterioso de las Jerarquías Espirituales.

Descargar en PDF

jueves, julio 7

La Medicina del Futuro III - Salud Psico-Física

-

GIMNASIA PARA EL ALMA Y RELIGIÓN PARA EL CUERPO

Una vieja observación de Platón culpaba al desequilibrio entre el alma y el cuerpo como la inicial causa de enfermedad.

En las antiguas culturas y civilizaciones, tales como los griegos, chinos, egipcios, etc., se consideraba que el desequilibrio o falta de armonía podía recuperarse en sus estadios iniciales, pero si el proceso continuaba daba lugar a la enfermedad manifiesta, difícilmente curable en aquella época.

Según Platón, algunos hombres nacen con un cuerpo fuerte y saludable, pero con poca afición al estudio y a la lectura, y por el contrario con gran tendencia a las actividades corporales, a la gimnasia, y al arte militar. Acaban por embrutecerse, hundidos en su masa muscular.

Otros sin embargo, poseen gran habilidad mental, tienen capacidades innatas para el estudio, lo que da a lugar a estudiosos encerrados en su mundo mental, con poca actividad física. El exceso de estudio y meditación acaba por consumir sus cuerpos, además de llevarlos a alejarse no sólo del mundo sino también de la realidad del mismo.

Nuestra propuesta inicial en esta serie de artículos era que necesitamos construir nuestra propia salud, antes que depender de medios externos que, evidentemente, cuando son necesarios y están disponibles podemos usar.

El camino que lleva desde la salud hasta la enfermedad es largo, salvo accidentes kármicos (que ahora llaman genéticos), que seguramente también tienen un origen remoto. Por tanto hay muchas cosas que podemos hacer antes de necesitar un médico o un cirujano.

Reconozcamos pues nuestro propio cuerpo y alma, examinemos cuidadosamente qué suerte de equilibrio o desequilibrio está presente en nuestra constitución. Una vez reconocido éste, tendremos que tratarlo. Platón dijo, gimnasia para el cuerpo y música, o sea las artes de las musas, para el alma. Lo que yo propongo es un paso más, es otro punto de vista:

Religión para el Cuerpo

Porque si tenemos en cuenta su auténtico significado original, religare en latín, tiene el sentido de unir, de volver a unir aquello que está separado. Nuestro cuerpo, por largo tiempo, ha permanecido como barco arrastrado por las olas, sometido a los vientos y tormentas del mundo externo, sin ancla que lo fije, movido no sólo por las circunstancias externas, sino también por el deseo sin límite, que surge del interior como resultado de la frustración personal.

Este cuerpo necesita saber que pertenece a Alguien, a un alma que lo habita, que es su verdadero dueño, y que también tiene necesidades evolutivas importantes, y que a menudo cede ante los deseos inmoderados del cuerpo. Para ello se necesita:

  • Pureza: que no se encuentra en comer esto o aquello, ni en mirar o no mirar, ni en decir o no decir. Esa es la “pureza de las religiones”, que se entretienen en crear listas de pecados y de castigos para los impuros. La Pureza verdadera, es ¡algo tan simple y tan difícil!. Es conocer que tu tienes un color propio, que eres una nota musical única, y que tu misión en este mundo es hacer que tu luz brille tal como es y que tu música suene nítida. Pureza es apartar de uno mismo todo lo que se nos ha pegado, todo lo que no somos.

Gimnasia para el Alma

Esa parte intermedia, con la cual nos identificamos cada día, aunque nuestro verdadero Ser permanece silencioso y silenciado. El alma, que es el amasijo psicológico, situada en medio, entre lo meramente físico-fisiológico y el Espíritu, necesita también fortalecerse y sutilizarse y un poco de filosofía que es la gimnasia específica del alma:

  • Fortalecerse: dominando desde el alma al cuerpo, desafiando con moderación sus límites. Consiste en vencer los “miedos corporales” que han hecho de todos nosotros seres débiles, acomodados entre algodones, y temerosos del menor rasguño. Pero sobre todo dominar y ejercitar nuestra mente, domeñarla, sujetarla, hacer que piense lo que tiene que pensar, evitar pensar lo que no se quiere, en definitiva Recta Atención y Recta Comprensión.

  • Sutilizarse: Atreverse a pensar diferente, a explorar otras formas de pensamiento, abriendo caminos para que el alma poco a poco comprenda que es sólo un reflejo oscuro del Espíritu brillante que, como el diamante, corta con la Espada de la Verdad todos los lazos y engaños de nuestra alma desorientada. A esto se le llama Metafísica.

  • Filosofía: Se equivoca quien piensa que eso de la Filosofía, es asunto de pensar y pensar. Filosofía es Vida, es recuperar valientemente la línea ascendente que nos lleva desde lo animal a las cumbres espirituales. El día que los hombres dejen de hacer filosofía, será un triste día, porque entonces ya no existirán, y en su lugar sólo tendremos animales, quizás dotados de una inteligencia instintiva, pero nada más.

¿Por qué mezclo cosas físicas para el alma, con cosas metafísicas para el cuerpo? Porque si alguien te dijo que en realidad eres un alma, se equivocó, también tienes cuerpo, y ambos son sólo vehículos transitorios de un rayo diamantino que no tiene tiempo ni lugar, eterno en sí, puro en sí, lejano, muy lejano, y al mismo tiempo tan cerca de ti que no puedes verlo, de la misma manera que tus ojos no pueden verse a sí mismos.

Necesitamos pues encontrar el equilibrio entre nuestra alma y nuestro cuerpo, pero para superarlos. Para unos serán necesarias las aventuras físicas y espirituales, para otros las lecturas y la meditación. Para todos Filosofía.

En todo caso hay que dejar detrás los espacios mentales y físicos de la comodidad, porque lo único que arriesgamos es perder el sofá personal de la negligencia y el abandono.

Descargar en PDF

jueves, junio 30

La Medicina del Futuro II - Salud Mental

-

SALUD MENTAL

La Salud Mental, no se refiere a un aumento de nuestras capacidades mentales, memoria, cálculo, lenguaje, etc. Se refiere en realidad a un Equilibrio, un estado de quietud que nos permita ver tras el velo cambiante del agitado mundo alrededor y de nuestros propios pensamientos.

Este necesario equilibrio está basado en la moderación, y sobre todo en la SERENIDAD, la capacidad de “frenar” nuestra angustioso frenesí mental, de prestar auténtica atención a lo que realmente importa.

Nuestra mente se mueve entre el Rechazo y el Deseo, y todo ello en un ambiente de Ofuscación mental. Si al rechazo y el deseo, que son la misma cosa manifiesta en direcciones inversas, le oponemos un dique de contención, éste se llamará SERENIDAD, esa preciosa virtud que hace ver las cosas desde una distancia impersonal, en paz y sin ansiedad.

Si a nuestra ofuscación mental le intentamos oponer un valor contrario, sólo encontraremos como término válido la SABIDURÍA, que es capaz de ver más allá del velo que cubre la realidad del mundo y de nosotros mismos. Esta ofuscación mental tiene una doble vertiente, ofuscación con respecto a nosotros mismos y con respecto al mundo:

  1. La visión equivocada y confusa de nosotros mismos, la ofuscación propia, que tiene una sola cura: “Conócete a Ti Mismo”, en la que la filosofía viene en nuestra ayuda, porque ese conocerse no es una operación intelectual, sino vivencial y operativa, llena de sabiduría vital.

  2. Mientras que la ofuscación con respecto al mundo exterior es lo que los antiguos llamaban “Maya”, o sea la ilusión a la que el mundo evanescente y transitorio nos somete, haciéndonos ver cosas que no existen o que son falsas. Buscar el significado real del mundo en que vivimos, y nuestro lugar y papel en el mismo, es el comienzo de la cura, y eso sólo puede alcanzarse dando un giro hacia el interior.

Tendremos que volver y escuchar esas palabras que, dichas hace cientos de años, incluso milenios, pueden seguir siendo útiles, incluso ahora mismo. A pesar del tiempo, las palabras de sabiduría todavía resuenan con fuerza en el corazón de aquellos que se acercan humildemente a escuchar a aquellos hombres. ¡Qué gran suerte tenemos hoy!, poder tener entre nuestras manos, ante nuestros ojos, a Platón, a Marco Aurelio, a Séneca, a Ptahotep, a Confucio, a Shankaracharya ,etc. Están ahí, y para ponerlos en funcionamiento, para que nadie diga que son inútiles cosas sin vida, basta con leer sus consejos con humildad, con atención, escuchando desde el corazón. Entonces, esas palabras resonarán vivas en tu interior, y te harán sentir que no estás sólo, que caminas acompañado por los Grandes.

Compáralas ahora con las palabras diarias que nos golpean: nos invaden y persiguen desde las noticias, desde la propaganda, desde las conversaciones indiferentes en el trabajo, en la escuela, o en el hogar, en la prensa o en la radio. Mientras que, por el contrario, aquella otra experiencia única, te llevará al corazón de ti mismo, a aquello que algunos llamaron la Voz del Silencio, indiferente al parloteo continuo de la mente alocada.

Una falsa opinión, una idea errada, penetra en tu interior, por negligente, por atolondrado, por falta de atención. Una vez dentro te destroza, día a día, inadvertidamente, y antes que reacciones, llevado por esa misma idea, buscarás otra parecida, una compañera asesina de la anterior. Ahora estas dos juntas, si tu no reaccionas, procrearán muchas otras ideas, se multiplicarán infinitamente, harán que tu mente gire y gire sin descanso, y te arrastrarán hasta el fondo.

La insatisfacción, el deseo contrariado, llevará a herir tu yo sensible, sentirás dolor, y con el dolor sentirás todos los sentimientos negativos, que acabarán por hacerte sentir triste, en el mejor de los casos, o loco en el peor.

Tus energías se resentirán, se gastarán inútilmente en esa lucha mental y emocional, se consumirán al trabajar por cosas que no merecen la pena, o simplemente encontrarás las manos vacías después de tanta lucha y dolor.

Tus sistemas fisiológicos empezarán a notar el desgaste, comenzarás a andar despacio como si llevarás una carga muy pesada, o quizás al contrario lleno de ansiedad correrás de una lado a otro sin saber como calmar la sed que te consume.

Luego algunas partes de tu cuerpo empezarán a funcionar mal, hasta que aparece su consecuencia, la enfermedad física.

Pero peor que la enfermedad física, que a veces depende de accidentes, es la enfermedad mental, porque al fin y al cabo el ser humano es un ser mental, y si eso se corrompe y se destruye, qué queda entonces que merezca la pena, ¿salvar el cuerpo?

La Buena Salud, comienza y termina, en la Salud Mental, y ésta sólo tiene una medicina, el Espíritu que vigila y te acompaña y al que sólo hay que escuchar un poco, no es nadie ajeno a ti, ni un gran sabio gurú ante el que hay que postrarse, sino Tú Mismo en la dimensión sin tiempo, donde permaneces Despierto.

Acabas de presenciar el descenso desde lo mental a lo físico. Ahora se trata de emprender el camino contrario, trabajar la salud desde lo físico pero desde una dirección espiritual y mental diferente, curando hacia arriba, cuerpo, vitalidad, sentimientos, mente y el puente que da acceso a lo espiritual…

En cierta ocasión le preguntaron a H. P. Blavatsky cómo se podía “despertar” o activar el “chakra superior” o coronal, llamado el de los Mil Pétalos, o sea los centros energéticos superiores en relación indirecta con lo espiritual. Ella contestó que para activar este chakra, primero había que activar el más inferior, llamado Muladhara, y luego en línea ascendente el segundo, y el tercero, etc., hasta activar el superior.

Entonces de nuevo preguntaron sobre cómo había que activar el inferior para así empezar a ascender hasta el superior. Y Blavatsky contestó que el inferior comienza su activación gracias a la acción del superior (¡?). Quedaron perplejos con la contestación.

Ciertamente, para llegar al pico de la montaña, hay que escalar desde abajo, pero la voz que te llama para ascender es la de la Cumbre de la Montaña, la que está más allá de las nubes.

Descargar en PDF

martes, junio 28

La Medicina del Futuro... Si nos dejan

-

LA MEDICINA DEL FUTURO

SI NOS DEJAN

La suposición de que el mundo seguirá avanzando en línea continua y ascendente no se corresponde con la realidad. La historia y la tradición nos enseña que, siendo los seres humanos parte integral de la propia naturaleza, no pueden evitar estar sometidos a sus leyes cíclicas.

Por otro lado, aunque a nivel individual haya personas inteligentes y capaces, sin embargo no es lo mismo con la organización social y política de los países. Una y otra vez se demuestra la debilidad, falta de racionalidad, y el sometimiento de los grandes poderes a las fuerzas más oscuras, sólo guiadas por la ambición, el crimen y la competición deshumanizada.

La mayoría de las nuevas leyes, que afectan al comportamiento humano y sus relaciones familiares y sociales, van dirigidas a fomentar un ser humano sin raíces: cada vez más lejos de la protección de la familia, viviendo vidas solitarias, huérfano de patria, de religiosidad (que no de religión), además del olvido de tradiciones y costumbres que integraban al ser humano con el resto de su comunidad.

Inevitablemente estamos entrando en un ciclo oscuro, que ya algunos pensadores pronosticaron, o sea una nueva Edad Media. De hecho, aunque de manera enmascarada, ya estamos en la III Guerra Mundial: bloques de países contra otros, aunque sólo sea por el momento una guerra propagandística, o por intermedio de otros, o económica. Ya nada será igual.

Este debilitamiento de los proyectos nacionales, el incremento de las deudas, va a llevar muchos sistemas sociales a la bancarrota. No obstante, las clases altas, refugiadas en la economía global internacional, no se verán afectadas, por el momento.

Los primeros sistemas en sufrir las consecuencias directas serán los sistemas de protección social y los sistemas sanitarios. Estos, cada vez más, guiados por las grandes multinacionales que señalan a los gobiernos qué hay que curar, qué no hay que curar, de qué hay que vacunar, y qué no hay que vacunar, qué medicinas hay que procurar, y cuanto costarán éstas, y sobre todo qué hay que investigar y estudiar y qué hay que olvidar por no ser rentable, conseguirán que poco a poco la Medicina se vuelva más y más mercantilista, y menos humanizada, hasta que se hunda finalmente y ya no pueda proveer a los necesitados de los medios necesarios. Tardará tiempo en que esto suceda en los países desarrollados, pero ya hay amplias mayorías de desfavorecidos de la población mundial que carecen, en este momento, de los medios más simples para subsistir, no tienen acceso a los sistemas sanitarios y carecen de las medicinas más básicas. No a mucho tardar, tendremos que aprender los fundamentos básicos del auto cuidado y de la salud. Estos fundamentos reposan en una serie de elementos que analizaremos a continuación:

CUANDO NO HABÍA MÉDICOS 

La Medicina y el médico, no gozaron de gran fama hasta tiempos relativamente cercanos. En la antigüedad clásica, tanto en Roma como en Grecia, la profesión médica no estaba regulada. Algún que otro atrevido, se erigía en médico casi por generación espontánea, con las lógicas consecuencias:

“Socles prometiendo enderezar la torcida espalda de Diodorus, apiló tres sólidas piedras, cada una de 4 pies cuadrados, sobre la espalda del jorobado. Fue aplastado y murió, pero quedó más tieso que una regla.” (Antología Griega, XI-120)

“Alexis el médico purgó con una lavativa a cinco pacientes al mismo tiempo, y a cinco otros con drogas; visitó a cinco, y otra vez untó a cinco con linimentos. Y para todo ello hubo una noche, una medicina, un sepulturero, una tumba, un Hades, y una lamentación.” (Antología Griega XI, 122)

Desde esa época viene la fama del médico como matasanos. Yo mismo siendo médico, no desprecio esta profesión tan humana y tan difícil, pero cada vez más valoro la necesidad de PREVENIR ANTES QUE CURAR, de que el ciudadano se haga responsable de su propia vida.

CUANDO NO HAYA MÉDICOS

Cuando se acerque esa Nueva Edad Media, probablemente lo hará muy lentamente, tanto que cuando estemos metidos en ella, bien adentro, quizás no nos demos cuenta. Así, a la caída del Imperio Romano no hubo ningún ruido o señal que alertara a los ciudadanos, aunque en los libros señalan fechas precisas: los ciudadanos romanos de finales del imperio no “se enteraron” que ya estaban entrando de la Edad Media.

Cuando no haya médicos, tendremos que ser nuestros propios cuidadores. Y necesitaremos tener una serie de habilidades básicas y paciencia. Curar no es fácil, pero dañar es muy frecuente. Cuáles son los puntos a tener en cuenta:

UNA BUENA SALUD MENTAL

La ambición, el deseo, lleva a la insatisfacción, o al hartazgo y vacío. Una situación emocional insatisfactoria, conduce a un malestar psicológico y a una distorsión mental, causa y efecto al mismo tiempo, que conducirá inevitablemente a la enfermedad funcional y física.

UNA BUENA PREPARACIÓN FÍSICA

En otros tiempos se daba como consecuencia de la mayor dureza de la vida. Hoy es una necesidad, pero daremos indicaciones más adelante de lo que hay que hacer. No se trata sólo de “gimnasia” o “deporte” tal como hoy se interpreta, sino una actitud de riesgo físico moderado, de capacidad para superar las limitaciones físicas, de desafíos personales, de re-emprender la antigua actitud de los guerreros frente a la vida: la capacidad de soportar el dolor, y de auto-restricción para no infligir daño a los demás.

UNA BUENA NUTRICIÓN

Aquí más que saber mucho sobre calorías y vitaminas, se trata de hacer un primer esfuerzo por no escuchar ni ver los anuncios, ni tampoco los youtubers de moda. Daremos algunas líneas básicas, que tienen que ver mucho con la moderación y el equilibrio, y nada que ver con las dietas de moda, ni las manías alimenticias de cualquier tipo: una dieta natural, como primera condición “tiene que ser natural”, es decir seguir patrones moderados y sencillos. No es natural hacer revista del pasillo “bio” en el supermercado, leyendo todas las etiquetas y contando calorías, porque eso es patológico.

UNA BUENA PREVENCIÓN

Decía un investigador médico, que nuestro sistema sanitario es una locura, gastamos millones y millones de dólares en curar a la gente que se cae por el acantilado al pie de una carretera cortada. Sería mucho más productivo arreglar la carretera, y colocar algunos carteles y vallas. Claro que eso no interesa… ¿adivinen a quién?

RECUPERAR LAS ANTIGUAS TRADICIONES

Cuanto más lejos entremos en la edad oscura, más necesidad tendremos de recurrir a técnicas olvidadas, o descuidadas, y de conocer el mundo natural que nos rodea, y que nos ofrece miles de remedios a nuestro alcance. Desde las hierbas, hasta los manantiales, pasando por las aguas termales, también describiremos algunos principios fundamentales en otros artículos.

Y por ahora, tomemos como punto de partida nuestra actual “Mens Regularis in Corpore Mediocre” para poco a poco conseguir “Mens Medio Sana, in Corpore Tolerabilis”, porque eso de “Mens Sana in Corpore Sano”… bueno, para eso por el momento habrá que esperar.

Continuará

Descargar en PDF

viernes, junio 17

Atención desviada y Recta Atención

 Atención desviada y Recta Atención

¿Por qué es tan importante el adecuado manejo de la atención? Porque la atención es el auténtico comienzo del autocontrol, es promotora de la meditación que lleva poco a poco a ir sorteando las trampas que nos presenta el mundo ilusorio.

Puede leerse en la obra "El Corazón de la Meditación Budista", del autor Nyanaponika Thera, que este camino de la Atención puede "ser considerado como el Corazón de la Doctrina... La Recta Atención es, de hecho, la base indispensable para el Recto Vivir y el Recto Pensar, en todas partes, en cualquier momento y para todo el mundo... Es un método para la superación de la pena y las lamentaciones, para la destrucción del dolor y la aflicción. ¿No es esto lo que todo el mundo desea?"

La Atención, como mecanismo, no sólo se refiere al mundo externo, o sea el mundo que nos rodea, también se relaciona con nuestro cuerpo, con los sentidos, con nuestra mente y sus contenidos. Posee además una especial conexión con la memoria, el recuerdo;  de hecho en Pali, lengua hermana del sánscrito en la que fueron escritos los textos budistas, el término que designa la Recta Atención, "satipatthana", posee al mismo tiempo el significado de Atención y de Recuerdo. 

Efectivamente, atención y memoria están relacionados: tras el primer contacto superficial de la atención que surge ante un estímulo (visual,verbal, físico, interno, etc.), se sigue del reconocimiento del mismo y de su significado, basándonos para ello en nuestra memoria y en el recuerdo de las experiencias previas.

El despertar del sueño en el que vivimos es un lento proceso y además laborioso. Requiere una voluntad constante, sin desvíos, dirigida a ese fin. La impermanencia o transitoriedad de la vida debe alertarnos, porque todo tiene su momento, y desaprovechar lo que el destino nos ofrece es quizás perder el último tren para cambiar. En realidad, hay muchos más trenes, pero habrá que esperar otra oportunidad, y esperar significa sufrimiento.

EL LUGAR CENTRAL DE LA MENTE

Ciertamente podemos desglosar el ser humano en diversas partes, podemos decir con Platón que el ser humano es Nous (Espíritu), Alma y Cuerpo, o clasificarlo como hacen los hindúes en 5 koshas o envueltas, o en 7 principios, como señala la tradición esotérica. Las divisiones son explicativas y múltiples, pero la realidad es una y persistente: somos SERES MENTALES.

Seres mentales, diseñados y atrapados en un conjunto complejo de principios (mentales, físicos, espirituales), que explica por qué las diferentes tradiciones asignan diversos esquemas para explicar el misterio del hombre.

Ahora bien, la Mente es lo más cercano que tenemos, más cerca que nuestra piel, que nuestros órganos, que nuestras manos o pies. La mente no es el cerebro, éste sólo es el ordenador que se encarga de procesar lo que la mente dicta. De la misma manera el computador que utilizo para escribir este artículo no es "mi yo", ni las manos que golpean el teclado, ni la inteligencia de quienes lo construyeron, ni es el Internet con el que se comunica. Simplemente el ordenador es el "medio" donde interactúan todas esas cosas. Y de la misma manera en que a veces el ordenador me distrae de la tarea con sus alarmas, su música, o las noticias, o con las alertas de llegada de nuevo correo electrónico, así también nuestro cerebro-ordenador tiene sus querencias, sus alarmas, sus "caminos trillados" que conducen a pensar y repensar en círculos las mismas cosas. Así pues, en conclusión, la mente no es igual que el cerebro, pero si éste se estropea afecta a su funcionamiento.

En definitiva, soy un ser mental, en el sentido de que la mente es el instrumento más cercano a mí mismo y que utilizo su poder para recordar, enjuiciar, archivar, analizar, etc. No obstante, la mente también es otra "máquina", aunque más sutil que el cerebro-ordenador, más personal, pero TAMPOCO ES MI YO. Soy un ser mental porque uso preferentemente la mente, pero yo no soy la mente vulgar de uso diario, la calculadora mental que siempre me acompaña. De hecho puedo observarla, puedo ver cuándo está acertada, y cuándo falla, y cuándo entra en un bucle de ideas circulares que no llevan a ningún sitio. Llegado el caso, sólo hay una facultad que es capaz de frenar la mente en su loca carrera: la Voluntad Pura, que pone en marcha la Atención Pura.

EL OBSERVADOR SILENCIOSO

Dice al autor del libro mencionado anteriormente:

"En el principio, Dios creó el Cielo y la Tierra», mientras que el «Dhammapada», uno de los más bellos y populares textos de las escrituras budistas, comienza con las palabras: «La mente precede a las cosas, las domina, las crea». Estas trascendentales palabras son las respuestas del Buda,tranquilas y sin agresividad, pero resueltas, a esa creencia bíblica. Aquí se separan los caminos de estas dos religiones: una conduce a la lejanía de un imaginario «Más Allá»; la otra lleva directamente a casa, al mismo corazón del hombre" 

Situémonos pues en el centro de nosotros mismos, como observadores, sin enjuiciar, sin pensamientos discursivos, sin asociaciones de ideas. Sólo observamos sin implicarnos en la observación:


Alrededor del núcleo central de la conciencia se sitúan diversos factores. Cada uno de ellos, por turnos o simultáneamente, dependiendo de su mayor o menor intensidad, atraen el "foco" de la atención hacia una esfera u otra. Así, si tengo un dolor físico, mi atención se dirige a esa parte del cuerpo, a la percepción del mismo, con sus características e intensidad. Si una idea "me asalta" el foco de atención se dirige a esa idea, si un ruido externo tiene suficiente intensidad "reclama" el foco de la atención.

Este es el primer nivel de trabajo con la Atención, la observación directa, sin pensamientos ni análisis, sin emocionalidad, con la máxima intensidad posible, y con la máxima "despersonalización" posible del hecho sobre el que se enfoca.

En este ejercicio, aunque simple, trabajamos con la des-subjetivización de la Atención, buscamos objetividad, intensidad, máxima atención, y evitamos en todo lo posible seguir el camino de las asociaciones de ideas relacionadas con aquello en lo que se enfoca nuestra atención.

Dominar las asociaciones de ideas automáticas, es un nivel más avanzado aún. Por ahora basta con conseguir una Atención Directa y Objetiva, sin interferencias y despersonalizada.

El desarrollo de la Recta Atención, se refiere precisamente a evitar "torceduras", desviaciones, provocadas por pensamientos y asociaciones ilusorias. 

Una respiración calmada, centrando la atención sólo en el aire que penetra y que sale, sin ninguna otra idea, puede ser una primera ayuda para aquietar los pensamientos enloquecidos, las cadenas automáticas de pensamientos. Pero no creamos que con eso basta, ni que es totalmente beneficioso, porque al fin y al cabo, eso es poner un tapón a la salida del vapor de una caldera en ebullición. Se corre el riesgo de que explote.

La caldera en ebullición es el resultado de la falta de control de nuestros pensamientos y emociones, de un lado, y del otro, el sometimiento a todo tipo de pasiones (mentales, físicas, etc.) Ahora bien, si hemos entendido de alguna manera el objeto de la vida, si hemos vislumbrado algo de sus entresijos, y podemos entender que es necesario mejorarnos y controlarnos, entonces el control respiratorio puede ser útil, transitoriamente. De la misma manera que para operar y curar el corazón, el cirujano lo detiene, también la detención momentánea del aluvión de nuestros pensamientos, para permitir emprender una serena meditación, y sobre todo para empezar a corregir nuestra atención, es una saludable medida.

El Camino de la Atención se construye sobre "la humanidad del corazón" (Confucio), que es parte integrante del Recto Entendimiento, o Visión Perfecta, y de la Recta Intención.  

Si sufrimos, es por alguna razón, por una creencia falsa sobre lo que es la vida, o por unas expectativas que no se cumplen, o por enfermedad, o por soledad, etc. etc. Si no sabemos por qué esto sucede, el Camino de la Atención no tiene sentido, porque si se emprende un camino tiene que ser para llegar a algún lugar y alejarse del dolor.