lunes, octubre 14

Medicina Egipcia - III - Los Patrones Fundadores

MEDICINA EGIPCIA III

LOS PATRONES FUNDADORES


Como en muchas culturas tradicionales, el origen de la medicina no es el resultado de un descubrimiento, ni tampoco la acumulación gradual de experiencias, sino que aparece como una revelación, como un sistema dado por uno o varios seres superiores, o incluso dioses.

Y la razón es obvia, pues si bien los aspectos "técnicos" y procedimientos, las aplicaciones y desarrollos concretos de una ciencia pueden ser el resultado de acumular muchas observaciones y experiencias, sin embargo los principios o fundamentos de una ciencia son dados de una vez, ya que son el esquema fundamental aplicado por el genio, ya sea humano o divino. Así, por ejemplo, hablamos de Newton como fundador de la Mecánica, o de Einstein como precursor de la Física moderna, aunque indudablemente muchos otros han colaborado en su desarrollo posterior.

  1. Thoth es considerado el fundador de la medicina egipcia, es su legislador y quien establece sus principios. Ahora bien, Thoth representa en la historia y simbología egipcia muchas cosas. Pues por un lado es un hombre, mítico quizá, pero un hombre superior que en tiempos posteriores fue llamado Hermes el Tres Veces Grande, o Hermes Trismegistos, a quien podemos considerar auténtico fundador de la civilización egipcia: estableció su sistema científico, religioso, las leyes, e incluso los libros ceremoniales, y en especial los seis libros canónicos de la medicina egipcia.
Thoth como un mono babuino instructor de un escriba, y como escriba
quien testifica la verdad a la derecha.
  1. Thoth es también una divinidad, o sea un poder divino simbolizado, es la Sabiduría, entendida fundamentalmente como un equilibrio, una armonía entre lo que se conoce y lo que se aplica, es un conocimiento en acción, un saber hacer. Sus símbolos fundamentales, la balanza o el equilibrio justo, la pluma y el papiro del escriba, o el aprendizaje y la cultura, y el ibis, ave que como jeroglífico significa "buscar", "investigar", cualidades fundamentales del sabio, del filósofo y del erudito, lo relacionan con las ciencias en general y con la medicina en particular.
  1. Además, Thoth es símbolo e insignia de una Hermandad secreta que a lo largo de los siglos fue conservadora y dispensadora de los conocimientos que formaron el armazón de la civilización egipcia.

Imhotep y Amenhotep

Imhotep y Amenhotep

A través de la larga historia de Egipto sólo dos seres humanos se consideraron dignos de recibir culto especial: Imhotep y Amenhotep el hijo de Hapu. Ambos compartieron biografías muy similares, ambos fueron

  • Visires,
  • Hombres de confianza del Faraón,
  • Arquitectos reales,
  • Conocedores en todos los asuntos del Estado
  • Considerados como sanadores y patrones de los médicos.

En varios lugares aparecen representados uno junto al otro, e incluso en algunas inscripciones se dice de manera expresa que ambos "forman una sola carne", y que el uno vivirá en el otro por toda la eternidad. ¿Consideraban los egipcios que uno era reencarnación del otro, o que poseían un secreto especial que los unía? Sus capillas fueron objeto de peregrinaje en búsqueda de curación, y los médicos los consideraron como patrones de su profesión.

Altar de ofrendas Hotep

Sus nombres (Imhotep y Amenhotep) quizá nos puedan ofrecer algunas claves. Hetep o Hotep es una expresión usualmente traducida por paz, placer, contento, satisfacción. Pero su significado es más complejo, pues en realidad estas traducciones se refieren a algo más profundo: la Restitución que da la paz, que proporciona el contento y satisface todos los requisitos.

Así por ejemplo, la existencia del ser humano es el resultado de la creación de Ra, pues de sus lágrimas fue originada la humanidad. El objetivo final de todo hombre es retornar a Ra, que no es como se suele creer el dios Sol, sino que es el símbolo de la Unidad Esencial de donde todo se originó y a lo que todo se restituirá. Por eso al hombre, quien ha recibido todas las donaciones de la existencia, el de su propia vida, el de la vida de todos los seres que le rodean, y la misma vida de la naturaleza entera de la que se sirve de diversas formas, sólo le cabe restituir o devolver parte de lo que le ha sido dado, retornando así las cosas a su orden primero.

Por esta misma razón "Hetep" es el nombre que se da también a las ofrendas y a los pequeños altares mágicos de las ceremonias dedicadas a los muertos, para darles o restituirles todo lo que merecen. Así Hetep es la paz, el contento, la satisfacción que resulta cuando se devuelve lo que ha sido tomado, cuando la falta se compensa.


Por otro lado el prefijo "Im" significa el que trae o lleva consigo. El significado final se completa: Imhotep es "El que trae o restituye la Armonía, o el Equilibrio", acción que caracteriza la forma fundamental de la tarea del médico, según el concepto clásico.

Lo mismo ocurre con Amenhotep, o sea "la restitución o la paz, o satisfacción de Amón o Amen", nombre muy común en la época de este visir. Pero que también tiene otro significado más interno: la "Armonía invisible" o secreta, pues Amen/Amón significa precisamente eso, lo oculto, lo invisible.

Hay varios jeroglíficos para expresar esta palabra (Amen), pero uno de ellos nos llama la atención: se trata de un hombre arrodillado y apoyando la mano derecha sobre el corazón (símbolo a su vez de la conciencia) Así, Amón o Amen el invisible, es la misma conciencia, el centro secreto del Ser. Y por ello, Amenhotep, es el equilibrio, el contento y satisfacción del ser invisible que nos anima, el misterio que nos cobija.

En resumen, todo apunta a una idea general: la del restablecimiento de la paz, de la armonía u orden interior que es el sentido profundo y tradicional de las medicinas clásicas, pues con este simple paso previo se evitarían muchas enfermedades, aunque no todas obviamente, y ayudaría así mismo a restablecer la salud de una manera más rápida y satisfactoria y no meramente "eliminando la enfermedad", pues una vez ésta ha desaparecido en sus manifestaciones evidentes, permanece todavía el estado de desequilibrio que hay que remediar, tanto desde el punto de vista emocional y psicológico como dietético, el ejercicio, el estilo de vida, trabajo, etc., ya que si no es corregido generará un nuevo desequilibrio y por tanto una nueva enfermedad.

Continuará

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domingo, octubre 6

Medicina Egipcia II - El papiro de Edwin Smith

LOS TEXTOS MÉDICOS 

El Papiro Médico-Quirúrgico de Edwin Smith


  

"Después de una pausa, de la que no podemos adivinar la causa, pero durante la cual su bien rellena pluma de caña se secó, se aplicó de nuevo al papiro. Hizo dos trazos más, apenas perceptibles, con el pincel casi agotado, que acto seguido sumergió profundamente en su vasija con tinta. Después de volver a dibujar con fuerza los dos pálidos trazos, pero tan descuidadamente que las líneas desvaídas originales todavía son visibles, dejó su pincel y apartó de su mano el tratado quirúrgico que había estado copiando, dejando 39 centímetros desnudos sin escribir al final del rollo...''

 

"...Fue como si hubiera visto una mano desvelando una cortina que cubriese una ventana y entonces, súbitamente, aquella mano hubiera rehusado levantarla más allá . Aquel escriba de provincias sentado sobre el rollo, tres mil quinientos años atrás, poco pudo imaginar que cada palabra que él añadió sería un día hambrientamente valorada como la única copia sobreviviente del antiguo tratado que él estaba transcribiendo"

 

No puedo resistir copiar las palabras que James Henry Breasted escribió al llegar al final de la traducción del papiro. La arqueología posee un encanto extraordinario, es un interrogatorio al pasado, con el espíritu alerta, con la sensación vivida de comunicar con hombres y mujeres del pasado, aparentemente mudos hasta que la mano del arqueólogo les hace hablar.

 

Un buen día ante la puerta del granjero americano Edwin Smith, quien vivía en Luxor desde hacía años, apareció Mustafa Agha, un hombre de buena posición dentro de la comunidad egipcia. Tras una primera visita sin interés, en la que nada importante le fue mostrado, el Sr.Smith le hizo ver que estaría dispuesto a comprar algo más interesante.

 

Después de un tiempo el egipcio volvió, pero esta vez con una especie de papiro amañado, prefabricado con trozos de otros tres, cuidadosamente pegados con cola. El Sr.Smith no pudo por menos de observar la naturaleza prefabricada del mismo pero, al mismo tiempo, sus conocimientos en egiptología le permitieron darse cuenta de que se trataba de un importante documento médico. Aceptó el trato y tomó consigo el papiro.


Edwin Smith, egiptólogo

 Edwin Smith había nacido en Connecticut en 1822, casualmente el mismo año en que Champollion hizo el primer desciframiento de los jeroglíficos egipcios. Fue uno de los primeros estudiantes de egiptología en el mundo. Marchó a estudiar los jeroglíficos en Londres y en París, cuando la ciencia estaba en sus inicios. Probablemente fue el primer americano en estudiar científicamente lo poco que se conocía entonces acerca del lenguaje egipcio. Decidió ir a vivir a Egipto en 1858. Se estableció en Luxor, donde permaneció por unos veinte años. Adquirió el papiro que lleva su nombre allá por el año 1862.

 

Aunque reconoció la importancia del papiro como tratado médico, dedicando mucho tiempo a su estudio, nunca hizo esfuerzo por publicarlo. No obstante no dudó en mostrarlo a cualquiera de los expertos de la época que le visitaron en Luxor. Las breves notas publicadas o comentadas acerca del caso no despertaron gran interés. Quizá dada la peculiar personalidad de Smith, alejados de los circuitos de las universidades y más interesado en desarrollar un propio estilo de vida independiente, hizo que se abstuviera de cualquier intento de publicación. Por otro lado la traducción seria, concienzuda del papiro y su publicación requerían un importante desembolso de tiempo y dinero. Quedó pues olvidado durante un tiempo, hasta que el destino señaló con su dedo al conocido egiptólogo Dr.James Henry Breasted, quien fue encomendado con dicha tarea por la Sociedad de Historia de Nueva York.


Dr. James Breasted

La sociedad poseía el papiro desde el año 1906 en que lo había recibido de las manos de la hija del Sr.Smith. J.H. Breasted dedicó cerca de diez años de laboriosos esfuerzos a su publicación.

 

¿De dónde sacó Mustafa Agha el papiro? ¿En qué lugar permaneció oculto durante miles de años? No se sabe con seguridad, parece que había estado en manos de alguien más que había muerto años atrás. Este papiro junto a otro papiro médico del que hablaremos más adelante estuvieron ambos en posesión del Sr.Smith durante cierto tiempo. Algunas referencias comentan que fue encontrado en una tumba en El-Assasif, entre las piernas de una momia.


El-Asasif, necrópolis situada en la orilla occidental del
Nilo frente a Tebas, cerca de Deir el Bahari 

Otras sospechas apuntan a que los dos papiros pertenecieron al grupo encontrado por el entonces cónsul de Inglaterra en Egipto Sr.Harris en 1857, en una gruta entre las rocas, alrededor de unos 20 pies de profundidad en Deir el Medina, cerca de donde precisamente estaba la tumba del misterioso visir Amenhotep hijo de Hapu, segunda versión del propio Imhotep, al que se le dedicó culto durante cientos de años como protector ante las enfermedades, y del que hablaremos más adelante.


Amenhotep, Hijo de Hapu

¿Qué clase de papiro era? ¿Se trataba de un libro de texto o de un prontuario, el libro de notas de un profesor? Dado que existían anotaciones independientes en la parte de atrás sin conexión con las de adelante, sugiere que fue más bien fue utilizado como libro de anotaciones personales, bien de un profesor o bien de un estudiante.

 

De hecho tiene el carácter de un memorándum, donde las breves anotaciones y palabras sugieren que el lector ya las sobreentiende, sin necesidad de más aclaraciones. La forma que adopta es la de un profesor que enseña a un pupilo, hay expresiones frecuentes como por ejemplo la siguiente: "si ves tal... tú debes hacer tal cosa".

EL CONTENIDO

Se discuten 48 casos, clasificados en orden, desde la cabeza hacia abajo, desde fuera hacia adentro, de una forma muy regular y sistemática, propia de los sistemas de enseñanza.

 

Aunque sin una indicación especial, los casos se disponen en grupos homogéneos relacionados con un área del cuerpo (Cabeza, cuello, costillas, etc.) Cada uno de estos casos se ordena siguiendo un criterio: Enunciación, Diagnóstico y Tratamiento. El examen comienza siempre por la expresión: "Si examinas a un hombre que tiene...". El diagnóstico, muchas veces una repetición del enunciado, y suele introducirse con la expresión: "Debes decir con respecto a él (paciente)... que tiene tal enfermedad"  y termina con una aseveración acerca de la decisión a tomar: 

  • “Este es un caso que trataré”

  • “Este es un caso con el que voy a luchar”

  • “Este es un caso que no trataré”

 A veces se añaden cláusulas condicionales previas al tratamiento:

 

“Hasta que se recobre”

“Hasta que el periodo de daño haya pasado”

“Hasta que sepas que ha alcanzado un punto decisivo (en su evolución)” 

 

Llama la atención el lenguaje utilizado, para algunos representa los primeros balbuceos de la lengua egipcia para crear un vocabulario técnico y científico. Aunque más bien representa la forma natural de explicar las cosas, tal cual puede verse encontrarse en otras medicinas clásicas. Hipócrates mismo aconseja utilizar un lenguaje que cualquiera pueda entender, más cercano a la naturaleza. La sabiduría no solo no está reñida con la sencillez, sino que incluso es uno de sus signos distintivos.

 

Entre las expresiones usadas encontramos descripciones como las siguientes: 

  • La puntura en el hueso del cráneo es comparada con un agujero en una jarra de barro.

  • La apófisis mandibular es descrita como los dedos dobles de un pájaro.

  • Un trozo del cráneo es descrito como la concha de una tortuga.

  • El cerebro se parece a las estrías que se producen en la superficie al fundir el cobre.

  • Los senos paranasales son llamados cámaras secretas. 

Los medios utilizados en las curas son variables:

 

-Cinta adhesiva, hechas con vendas untadas de resinas.

-Escayolas de diversas clases, cabestrillos.

-Puntos para las heridas.

-Apósitos de diversas clases

-Sofisticados sistemas de vendajes. 

¿Qué nos enseña?

 

El tratamiento es fundamentalmente racional y quirúrgico, solo se recurre a la magia en un caso. La opinión común de que los egipcios usaban siempre en medicina fórmulas mágicas y religiosas es equivocada a la vista de este papiro. Recordando al mismo tiempo que aún hoy en día, la separación entre ciencia y religión no existe, basta con observar los santos, escapularios, velas y oraciones al lado del enfermo, sin mencionar las capillas adjuntas a todos los hospitales. Si a eso le llamamos necesidad de ser confortado espiritualmente, diremos que estamos de acuerdo. Pero si queremos acusar a los antiguos egipcios de ser supersticiosos tendremos que hacer lo mismo con nuestros contemporáneos. No obstante, hoy en día, ni siquiera eso existe, porque nuestra sociedad incrédula y atea, hedonista e individualista, ya no se relaciona con nada que no sea uno mismo, ni siquiera los médicos pueden ya preservar una cierta amistad con el paciente, se quiere hacer de ellos funcionarios, mecánicos, administradores de lo que la industria farmacéutica señala.

 

Se describe en el texto un completo sistema de acercamiento al enfermo:

 

-Examen del carácter de la herida.

-Comprobación de los tejidos afectados.

-Interrogatorio y órdenes al paciente: movimientos, posturas.

-Datos obtenidos por el médico por inspección directa.

-Palpación.

 

Se desarrolló la noción de pronóstico, conquista relativamente cercana en la tradición médica, pues hay que tener en cuenta que hasta no hace mucho no se utilizaba tal concepto. Según D.Gregorio Marañón, el pronóstico es “el arte de los ángeles”. Requiere el uso de todos nuestros conocimientos y experiencia, para determinar si alguien podrá sobrevivir o no. Hoy en día ya no se practica, porque lo que hoy se ofrece como pronóstico es meramente una aserción estadística: "mire amigo su mujer tiene noventa por ciento de probabilidades de sobrevivir a esta intervención", lo cual no alivia la duda del pobre marido, porque en qué lugar se encuentra su mujer: ¿en el del diez por ciento que se muere o el noventa que salva?

 

El papiro demuestra conocimientos que sólo pudieron ser alcanzados a través del juicio científico y la observación directa sobre la anatomía del ser vivo, no es el resultado de la experiencia recogida de los embalsamadores, que por otro lado no se relacionaban con los médicos.


Demuestra también interés en la ciencia pura. El cirujano egipcio aparece aquí como un hombre con la habilidad de observar, extraer conclusiones de sus propias observaciones y mantener una actitud científica ante el fenómeno. Se muestran también conocimientos profundos sobre el pulso y del sistema cardíaco, del sistema tendino-muscular, aunque no claramente sobre la circulación.

 

Finalmente hay que mencionar la existencia de una de las glosas más extraordinarias, los extractos que hacen referencia al llamado Libro Secreto de los Médicos, del cual no tenemos copia, salvo estas anotaciones y algunas otras en otros papiros. En dichos extractos se menciona la medición y el examen del corazón por medio del pulso, y se introduce una teoría general de los canales que parten hacia las diferentes partes del cuerpo: son los llamados met/metu, canales que que se han querido identificar con los vasos sanguíneos, con los músculos y hasta con los nervios periféricos. Como veremos verdaderamente deben ser traducidos por canales, de la misma manera que la medicina china utiliza el concepto de  meridianos.

 

Hay prácticas de tipo quirúrgico descritas en el papiro de Smith que fueron luego traspasadas a los griegos y romanos, tal como ocurre en el caso número 26 de este papiro, donde se comenta la maniobra que hay que efectuar para encajar una luxación de mandíbula:

 

``Si examinas a un hombre que tiene dislocada la mandíbula, encontrarás que tiene la boca abierta y no puede cerrarla. Deberás poner tus pulgares sobre el final de los dos ramos (apófisis) de la mandíbula dentro de su boca y el resto de los dedos bajo su barbilla, haciendo que se desplacen hacia atrás para que caigan en su lugar''

 

En un manuscrito bizantino del año 1100 AD, puede observarse exactamente la misma maniobra de reducción de la luxación mandibular descrita en el papiro. 


Continuará

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lunes, septiembre 30

LA MEDICINA EGIPCIA I - Ciencia, Magia y Espiritualidad.

LA MEDICINA EGIPCIA - I


Ciencia, Magia y Espiritualidad.

Iniciamos con este artículo una serie sobre la Medicina Egipcia que esperamos que sea provechosa y aclare las principales ideas sobre la misma. En primer lugar, tenemos que decir que la medicina del Antiguo Egipto estaba muy avanzada en relación a su época. Tenía la capacidad, al igual que otras grandes medicinas clásicas, de aunar conocimientos prácticos con creencias religiosas, además del soporte de la psicología y la espiritualidad en general. Los antiguos egipcios desarrollaron tratamientos médicos efectivos basados en observaciones clínicas, aunque también recurrieron a lo sutil y mágico, ya que las enfermedades no solo tenían como causa principal los accidentes físicos, sino que también a menudo se consideraban como resultado de los castigos divinos (karma) y como enfermedades causadas por fuerzas sobrenaturales.

Analizar y aprovechar, hoy en el siglo XXI, de manera práctica la medicina del Egipto faraónico es una tarea casi imposible si solo tenemos en cuenta los detalles materiales y técnicos, tales como las fórmulas y las drogas utilizadas. La egiptología moderna ha intentado acercarse a ella enfocando su interés, de manera especial, en la descripción minuciosa del proceso de momificación o en fotografiar y escanear las momias para describir así los huesos rotos o los signos de envejecimiento, el estado dental, así como calcular la edad probable de los cadáveres momificados y la metodología empleada para embalsamarlos. También hay estudios que intentan descifrar los papiros existentes y el nombre de las plantas que usaban en el pasado, desconocidas hoy. Así mismo, se ha descrito diversos aspectos sobre la profesión médica, y sobre el alcance de sus conocimientos en anatomía, fisiología y cirugía.

No obstante, dicha medicina del pasado aunque pudiese rescatarse con todo lujo de detalles, probablemente no tendría valor para nuestra época, ya que las formas de actuar, los medios y los fines de la medicina egipcia no tienen nada que ver, salvo en aspectos secundarios, con la medicina moderna y científica.

Como ya veremos, existían elementos morales diferentes, así como principios generales, y un contexto filosófico y un entendimiento de la vida, la enfermedad y la muerte, que nada tienen que ver con los de nuestra época, pero de los que verdaderamente podríamos aprender mucho. Además, hay otro aspecto importante a considerar: las creencias y la magia, sin ellos no puede entenderse el tipo de Medicina que practicaban los egipcios de la antigüedad.

Iremos desgranando estos aspectos, uno a uno, de manera que podamos extraer de los mismos elementos útiles para nosotros mismos. Algunos de los aspectos clave de la medicina egipcia que analizaresmo en sucesivos artículos son los siguientes:

LOS TEXTOS MÉDICOS

Hemos heredado del pasado diversos textos médicos que describen tanto enfermedades, así como tratamientos y procedimientos quirúrgicos. Centraremos nuestra descripción en dos de ellos, el Papiro quirúgico de Edwin Smith, y la patología médica descrita en el Papiro de Ebers. Hay otros textos, pero la comprensión de estos dos será suficiente para empezar a entrever que la medicina egipcia era "otra cosa" bien diferente de nuestra medicina de hoy día. En las "recetas" del papiro de Ebers podremos tener un vislumbre de las plantas utilizadas, y sobre todo de la fisiopatología, o sea de la teoría médica que tenían los egipcios sobre las enfermedades, además de algunas recetas muy curiosas, que nos indican aspectos mágicos y correspondencias naturales. Pero sobre todo en el papiro de Smith encontraremos la descripción de un sistema energético y físico de conducción extrañamente similar al sistema utilizado en las medicinas clásicas orientales.

LAS ESPECIALIDADES MÉDICAS Y LA "CARRERA MÉDICA"

Existían especialistas médicos en distintas áreas, oftalmólogos, dentistas, especialistas en enfermedades de la mujer y del aparato digestivo, cirujanos, etc. La existencia de dichas especialidades apuntan a un conocimiento y una enseñanza altamente organizada de la medicina; esta complejidad implica que los conocimientos poseídos eran muchos más que las escasas referencias que aparecen en los papiros que poseemos. Lógicamente todo lo anterior apunta a un sistema de enseñanza, un escalafón médico, y unos lugares especiales de enseñanza, las llamadas Casas de la Vida.

LOS REMEDIOS Y LOS TRATAMIENTOS:

Usaban una gran variedad de hierbas, minerales y sustancias animales como remedios, pero como apuntamos antes algunos de los nombres jeroglíficos no se corresponden con la nomenclatura moderna, y es difícil saber por qué se utilizaban, aún así encontraremos ejemplos que nos recuerdan usos modernos como por ejemplo el del ajo y la cebolla con el fin de mejorar la circulación y prevenir enfermedades. El opio, se utiliza como anestésico, la miel y la mirra para para curar heridas. Pero además de ello había recipientes especiales que se utilizaban para contener las medicinas con oraciones; también existían estelas sagradas que dotaban de cierto valor mágico a las aguas vertidas sobre las mismas. Además había que tener en cuenta la forma mágica de administrar los remedios, las oraciones que lo acompañaban, y el efecto hipnótico de algunas de ellas.

LA RELIGIÓN Y LA MEDICINA

Los médicos eran sacerdotes, y por tanto las prácticas médicas y religiosas actuaban en paralelo y al unísono. Los tratamiento requerían la intervención taumatúrgica de los dioses, por otro lado las imágenes, amuletos y recitaciones formaban también parte del tratamiento. Los dioses simbolizaban tanto a las fuerzas curativas, como así mismo el karma, vehiculizado a través de ellos, dando como resultado enfermedades y plagas.

Si bien la medicina egipcia combinaba tanto elementos prácticos como de otra naturaleza metafísica, eso no impidió que durante siglos los médicos egipcios alcanzaron fama en todo el mundo, desde Mesopotamia y Medio Oriente, hasta incluir lugares tan apartados como el noroeste de España, donde se establecieron templos dedicados a deidades egipcias de la curación, así mismo influenció en Galeno, médico romano cuyos textos se utilizaron hasta bien entrada la Edad Media, así como a Hipócrates, médico griego, quien puede ser considerado uno de los primeros médicos naturalistas, además de establecer el famoso juramento, basado en los templos y hermandades secretas de Egipto. Ambos médicos estudiaron la medicina egipcia y tomaron de ella sus principios. Pero de eso y otras muchas cosas hablaremos en los siguientes artículos. 

Continuará

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sábado, septiembre 14

Geografía Sagrada de Egipto IV - Las 7 Direcciones del Espacio

 Las 7 Direcciones del Espacio

 

"En el comienzo de todo, Dios creó el cielo y la tierra. 2 La tierra no tenía entonces ninguna forma; todo era un mar profundo cubierto de oscuridad, y el espíritu de Dios se movía sobre las aguas..." Génesis 1,2

Los anteriores versículos de la Biblia son equivalentes a los textos sagrados babilónicos. En el mito babilónico las aguas cenagosas y dulces, Apsu, fueron mezcladas y removidas juntos las aguas profundas y saladas, Tiamat. Los escritores bíblicos dan una versión similar, aunque eliminando los nombres de los dioses babilónicos. Las Aguas Oscuras y Primordiales de las teogonías representan dos cosas, por un lado son aguas porque éstas se consideran origen de la vida, y por el otro son oscuras porque representan la no existencia previa a la manifestación. 

La Geografía Sagrada que estamos analizando en esta serie de artículos significa la posibilidad para los seres humanos de establecer un lazo entre el mundo terrestre y el mundo mítico cósmico. Hay una geo-grafía como resultado de una geo-metría, y no hay geometría sin matemáticas. Los números en su simbolismo, en su generación, representan el despliegue de la inteligencia y de las fuerzas que la acompañan y el movimiento de la conciencia. Precisamente, en la teogonía heliopolitana, el mito de la creación egipcio es una sucesión de estados y de números.

domingo, septiembre 8

Geografía Sagrada de Egipto III

 Los 4 Navegantes del Cielo



En el anterior artículo establecimos las relaciones fundamentales con las estrellas, con las direcciones del espacio, y con la Vía Láctea y el Nilo. Ahora nos adentraremos un poco más en el entendimiento de las cuatro direcciones del espacio. 

Hace más de 5.000 años —cuando probablemente aparecieron los primeros rudimentos del sistema zodiacal que hoy utilizamos (lo cual no significa que no hubiese nacido antes)—, cualquier observador de la bóveda celeste podía visualizar entre las 25 estrellas más brillantes cuatro que eran de gran importancia. Estas estrellas fueron llamadas por los persas las Estrellas Reales, pues no sólo su posición, sino también su aislamiento y brillo las hacía especiales.

viernes, septiembre 6

Geografía Sagrada de Egipto II

 Egipto: Cápsula Dorada Fuera del Tiempo



Las múltiples correspondencias ─ entre cielo y tierra, en las direcciones del espacio, entre el Nilo terrestre y el Celeste, la Vía Láctea ─ se completan con el Tiempo Mítico: el tiempo de los Inicios y de los dioses, tiempo al cual los egipcios siempre trataban de volver, una vieja nostalgia simepre presente a lo largo de toda su historia. Por eso cada nuevo Faraón inauguraba su reinado en ese tiempo de los inicios, el año primero. Egipto es una Cápsula Dorada, eterna, siempre repetida, un lugar habitable para los dioses, hombres y animales, más allá del tiempo.

El Curso del Nilo y Osiris


Egipto y el Nilo son uno, el río sagrado es el regalo de los dioses, sus aguas benditas, representadas por la figura de Hapi, de pechos henchidos y vientre lleno, generoso y siempre dispuesto a alimentar y dar vida a todos los seres que bebían de sus aguas. 
Hapi, el dios del Nilo

Cuentan que cierta tribu de libios, que se asentaron en el Delta, se negaron a pagar los tributos al faraón. Alegaban que ellos no eran egipcios. Consultado el Oráculo de Siwa, famoso en toda la antigüedad y en cuyo templo el dios Amón hablaba, éste dictaminó que todos los que bebían de las aguas del Nilo eran egipcios. No se era egipcio por raza, ni por descendencia, sino por formar parte de aquella extensa comunidad asentada en sus márgenes. El río significaba regadíos, y regulación del uso de sus aguas, parcelación de las tierras, y los derechos hereditarios y consuetudinarios, significaba la Civilización frente a un mundo externo, más allá de sus fronteras, donde la miseria, el despotismo y la crueldad eran prácticas diarias. 

Ta Mery, la "tierra amada", o también Kemet, la "tierra negra" y rica en limo, constituía Egipto. El Valle Viviente, con sus alternantes tres estaciones, su poder de regeneración y vida, se identificaba y se hacía uno con Osiris, dios redentor y rey legendario, que enseñó a los hombres la civilización, pero sobre todo les enseñó el camino para adquirir la inmortalidad, vencer la muerte y conquistar la Eternidad, como la misma vida del Nilo.

Las dos tierras reverdecen por tu causa, en presencia del Señor de los Confines (Osiris)... tú, de cuerpo dorado, azul la cabeza, y cuyos brazos son de turquesa...
[Libro de los Muertos, Himno a Osiris]

Osiris es Egipto: su cabeza es el cielo azul, su pecho dorado el espacio por el que circula el Sol, y sus brazos son las aguas turquesas del río. Osiris era la fertilidad de la tierra, el poder de renovación. En otras civilizaciones clásicas encontramos un paralelismo: el rey justo y legítimo hace por su sola presencia florecer las tierras: “El Rey y la Tierra Son Uno”. Por el contrario, las catástrofes naturales, el hambre y la devastación eran consideradas el resultado de la destrucción del lazo que unía el Cielo con la Tierra, como consecuencia de un rey indigno. 

La primera estación del año, llamada Ajet, se extendía aproximadamente del 19 de Julio al 15 de Noviembre, era la estación de la Inundación, la llegada en abundancia de las aguas que procedían de la corriente arriba.

Desde las Aguas del Océano, el Gran Verde, y desde el Tiempo Primordial, representando
por la vara de los cientos de años en sus manos, surge Hapi, el dios del Nilo, que 
transfiere las Aguas Primordiales a las Aguas del Río.

La segunda estación era la de la siembra, Peret, del 15 de Noviembre al 15 de Marzo. Era el momento de la Germinación, En las tumbas se depositaba una maceta con la forma de Osiris, maceta de la que en medio de la oscuridad de la muerte brotaba el trigo, como promesa de resurrección.

Osiris Nepra, germinando

La tercera estación era la de la cosecha, Shemu, del 15 de Marzo al 13 de Julio, la época de la Siega y el Trillado.

El Osirificado en el Más Allá recoge lo sembrado en la vida.
El paraíso de los egipcios era el trabajo efectivo en el plano espiritual. 

La vida de Osiris era la misma vida del Valle y del Nilo, ciclos recurrentes de muerte y vida, inundación y sequía. Pero, no hay que confundir el río como accidente geográfico, aunque obviamente estaba relacionado con el "Nilo Mítico". Así, el Nilo físico tiene su origen tal como la geografía nos enseña en las entrañas del África Negra, pero el Nilo Mítico, como el mismo Osiris, tiene también un nacimiento mágico en conexión con su imagen celeste, el Nilo Celeste conocido hoy como la Vía Láctea.

La isla de Bigeh en primer plano, Philae al fondo

Al sur de Egipto, hay una isla llamada Bigeh, está situada enfrente de la isla de Philae. Bigeh, era llamada también "Abaton", "la inaccesible", pues era considerada como una isla sagrada e importante, y además era santuario de Osiris con 365 altares, uno por cada día del año dedicado al dios. El acceso a la isla sólo estaba permitido para los sacerdotes, que siempre accedían en silencio.

En una cueva de esta isla, bajo el agua, se situaba el origen mítico del Nilo. En dicha cueva se encontraba grabado en las paredes el símbolo del nacimiento del río: Hapi, el rio Nilo, rodeado y protegido por una serpiente, mientras que él vierte dos jarras de agua, símbolo de Acuario.


Este punto geográfico, la isla de Bigeh, era la imagen especular en la tierra de la Constelación del Muslo, la Osa Mayor. La leyenda cuenta que el cuerpo de Osiris fue troceado en 7 ó 16 (1+6) partes, según las versiones, y que cada parte se encontraba enterrada en un lugar sagrado diferente a lo largo del valle. Pero aquí en Bigeh, de manera especial, la constelación reflejaba su poder. Osiris, era el "dios monopodio", de una sola pierna, porque su cuerpo era el reflejo de esa misma constelación, el Muslo:

Osiris y la constelación del Muslo (Osa Mayor)

A partir de ese lugar mágico se extendía la influencia de las estrellas de la Vía Láctea, haciendo surgir en las orillas del Nilo templos y ciudades sagradas a lo largo de su recorrido mágico. El egiptólogo Georges Daressy (1864 – 1938) fue quien estudió y cartografió dicha distribución (PDF adjunto, descargar Daressy.pdf) haciendo corresponder a cada nomo o provincia las constelaciones y planetas sagrados.

Caminar a lo largo de las orillas del Nilo, era caminar por las estrellas, era encontrar un lugar sagrado en sus orillas donde Osiris había dejado su huella y recuerdo. Hoy día, en nuestras agitadas ciudades, apenas recordamos que hay que mirar al cielo, si es que todavía puede verse...

Continuará

miércoles, septiembre 4

Geografía Sagrada de Egipto I

 Geografía Sagrada de Egipto 


El cielo, la Vía Láctea, se refleja en el Nilo Sagrado


Existen tres conceptos relacionados en varios planos o dimensiones distintas: la Geografía Sagrada, la Arquitectura Sagrada, y la Geometría Sagrada. 

En los tres casos se define un territorio, un espacio, y una relación inmediata con el agente que lo define. Reducido a su más simple expresión, es la aplicación de una forma física o visual a un objeto o territorio más o menos extenso, y la forma que se aplica no es ni más ni menos que una idea inteligente. 

El alfarero en su mente imagina el objeto, que luego plasma en la arcilla, es la forma ideada la que se imprime sobre el barro. De la misma manera, la percepción de una idea sagrada, de una causa celeste, puede también reflejarse en la tierra, y es el hombre con sus percepciones ideales quien imprime la tierra, el edificio o el templo que se corresponde con esa idea sagrada. 

sábado, junio 22

El Arte y la Técnica

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El Arte y la Técnica

El significado de las artes, hoy en día, es “cualquier actividad con una finalidad estética y también comunicativa” [Arte - Wikipedia]

Según esta definición tan amplia que nos facilita Wikipedia, un locutor de televisión también está haciendo arte, así como una telefonista o una azafata de vuelo, o simplemente el que arregla los productos en un escaparate, o la pescadora vendiendo sus productos. El arte es también, según este punto de vista moderno, sobre todo una cuestión de gusto, o sea no de intelecto, inspiración, admiración, etc., sino de mi gusto personal, algo sobre lo que, como todo el mundo sabe, no hay nada escrito.

Por consiguiente, la evaluación de una obra de arte en el mercado capitalista es sólo una cuestión de gusto impuesto, de modas pasajeras, y sobre todo de dinero.

Se dice también que en sus orígenes el arte tuvo en principio una función ritual, mágica o religiosa y que cambió adquiriendo, con la evolución (involución ?) del ser humano, aspecto sociales, pedagógicos, mercantiles y ornamentales.

Hasta aquí hemos llegado, hasta el punto de colocar al lado del Réquiem de Mozart, o del David de Miguel Angel, en la misma categoría, aquellas obras que destacan por su valor mercantil de moda y especulativo, o que simplemente que asombran por su descaro y originalidad: estatuas recubiertas de piel humana disecada, detritus y heces en una lata de conservas, o las obras producidas por un aparato mecánico. Todo estos son hoy ejemplos reales de arte en las galerías y museos del mundo.

Cuando fallamos en delimitar y definir lo que es arte, y no lo conseguimos encuadrar en margenes concretos, es porque debe corresponder a una actividad muy esencial y general del ser humano. Veamos su origen en los lenguajes antiguos:

En sánscrito, la lengua madre indoeuropea, encontramos el término तक्षति (tákṣati): Formar, cortar, cincelar, dividir en trozos, dar forma, crear, formar en la mente, inventar, reducir dividiendo, despellejar

En la variante de Punjab encontramos la palabra tacchnṇā relacionado con el τέχνη, téchnē en griego que significa arte y técnica.

En Matemáticas reducir dividiendo y simplificando, así como en escultura usar el corte del cincel es delimitar, hacer visible y objetiva una idea o una visión, o una imaginación, algo mental, o bien un sentimiento que se hace visible.

Todos esos significados sánscritos, nos llevan a entender el doble significado de la téchnē griega, arte y técnica, es decir dos cosas iguales en origen y que son operaciones humanas por excelencia, sirven ambas para traducir al mundo material concreto las ideas, intuiciones, pensamientos y emociones humanas:

Mundo Ideal, Mental, Inspiración, Sentimientos → [arte y técnica] → Obra

Este reflejo mundano de la Idea o del Pensamiento o del Sentimiento, hace que sea tan difícil y controvertido definir qué es Arte y qué es técnica o aplicación práctica. Así tenemos dos fenómenos distintos:

Mente, ingenio, razonamiento práctico → [Técnica] → Obra práctica, suntuaria, o decorativa.

Mundo Ideal, Inspiración superior, Intuición espiritual → [Arte] → Obra artística, que sirve de canal de acceso a la Idea contemplada o inspirada en el artista.

La contemplación de la supuesta obra “artística” genera en el observador reacciones distintas, de placer, de rechazo, de excitación de las pasiones, o por el contrario de elevación del pensamiento, de sentimiento auténticamente estético que nos eleva a intuiciones poderosas, como cuando se contempla la obra de la Naturaleza virgen.

Por consiguiente, no hay que luchar con las definiciones, sino que hay que aclarar cuál es su origen y cuál es el efecto, y deberemos juzgar si la técnica o arte empleado es el más apropiado para captar y ofrecer su contenido.

Así sólo deberíamos hablar de Arte cuando existe una armonía entre origen medios y fines, procediendo la Idea de la inspiración superior, de las Ideas Sublimes, de los Arquetipos (Bien, Verdad, Belleza, Justicia), poseyendo así el objeto artístico la capacidad, en su belleza y armonía, de elevar nuestro pensamiento, emociones y deseos, hacia lo superior.

Si no posee las características señaladas más arriba, hablaremos más bien de técnica, en el sentido moderno, o de arte menor, no por su belleza más o menos objetiva, sino porque el valor e intención con el que ha sido construido no es el de elevación de la conciencia, sino meramente una satisfacción sensual, utilitaria, o relacionada con el mundo material en el que vivimos, ya se trate de reivindicaciones políticas, sociales, o meramente una búsqueda de la sensación y el asombro, del “épater”, como dicen los franceses, o sea deslumbrar, encandilar, impactar, pasmar y sorprender.

En el Arte Verdadero, el artista ejerce un esfuerzo intuitivo, contemplativo, y mental por captar verdades y esencias ideales, es un ejercicio casi ascético, de renuncia a uno mismo en pos de la visión suprema.

En el llamado arte moderno, sin embargo, ya no se busca representar la esencia de las cosas, o simplemente la representación de las cosas tal como son, sino que el artista se convierte en el centro, se trata pues de MI VISIÓN, MI PENSAMIENTO, MI PLACER O GUSTO, O INCLUSO MI DISGUSTO. Así de la obra anónima de arte, como ocurrió durante siglos, se ha evolucionado a centrar y hacer girar todo el valor del arte alrededor del “nombre del autor”, que es quien le da valor en la sociedad capitalista y comercial. La aspiración de muchos artistas modernos es la de ser reconocidos, de ser famosos, de que se les admire a través de su obra. La explicación o la visión personal que el pseudo-artista proporciona o su adscripción política cuenta más que el valor de dicha obra en sí.

El contemplador del arte moderno, movido por la misma vanidad que el autor, se convierte en diletante, en arbitro de la elegancia, en “entendido” cuya opinión buscan y halagan todos los artistas noveles, y sobre todo los marchantes.

Este es el resultado y otra desgracia más de nuestro siglo materialista, basado en una economía vendedora y compradora de almas.

Recuperar el Arte significa recuperar al artista, o sea, alguien que, además de conocer profundamente las habilidades de su oficio, al mismo tiempo se inspira en los Ideales del Bien y de la Belleza, que persigue con su oficio, para dejar que los demás también contemplen esos arquetipos.

En este sentido Oriente ha sabido conservar en mejores condiciones ese espíritu, así un Maestro de Ikebana, o un artista de Kabuki, o un danzante de Bharatanatyam de la India, están más cercanos al concepto clásico de artista que los pseudo-artistas occidentales, porque lo esencial ha permanecido: el largo trabajo sobre sí mismo, el perfeccionamiento sin límites, y la búsqueda sin fin de la belleza.
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