mi茅rcoles, mayo 18

Apego y Desapego

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APEGO Y DESAPEGO

Uno de los conceptos m谩s repetidos dentro del 谩mbito del budismo, de la vedanta y del hinduismo en general, es lo que denominan Upadana, que m谩s que apego, en el sentido simple que podr铆amos asignarle, se trata m谩s bien de aquello que mantiene la influencia de las cosas y las ideas repetitivas en nuestra conciencia, o sea es el combustible siempre ardiente que dota de energ铆a los procesos mentales, de tal manera que provoca el aferrarse una y otra vez al mundo ilusorio sin soluci贸n.

Recordemos que para el budismo, y tambi茅n en cierta medida para el hinduismo, el mundo es Maya, una ilusi贸n persistente, que nos arrastra provocando en nosotros un deseo que nunca se satisface. Por este motivo, estas escuelas filos贸ficas propugnan apartarse de Maya y sus lazos, y luchar contra el “apego” a los objetos de sensaci贸n, tanto f铆sicos como mentales. Evitar el apego no consiste en ejercicios asc茅ticos de renunciaci贸n, sino en buscar la no dependencia. No importa si voy andando o conduzco un buen coche, si como una sola vez al d铆a o tres, lo importante es no depender de ello, no ser afectado por ello interiormente.

Hay varias estrategias:

  1. Entregarse a los deseos, disfrutar a fondo todo apego a algo, tanto como sea posible, en la esperanza de recibir ese beneficio y que, una vez saciado, el deseo disminuir谩 hasta desaparecer.
  • Problema: como dice La Voz del Silencio, esta es una de las mayores tentaciones, porque el deseo, su causa, est谩 implantada en el interior, y la satisfacci贸n del mismo no agota en lo m谩s m铆nimo ese deseo, muy al contrario, se multiplica, se diversifica, a帽ade nuevos impulsos y opciones al mismo.
  1. Cerrar todos los sentidos ante los objetos de deseo, no aferrarse a nada, ni siquiera a los seres queridos, negarse a uno mismo, en la esperanza de que todas las cosas que nos atraen, que nos llaman, se cansar谩n de acosarnos mientras que nuestra mente se acostumbrar谩 a no desearlas.
  • Problema: Esta alternativa nos somete a una falsa renunciaci贸n, en realidad hay un “apego invertido”, hay un rechazo visceral no exento de cierto morbo, tambi茅n una rigidez excesiva en nuestra actuaci贸n, que puede ser nociva para nosotros y para los dem谩s.

El concepto de “apego” funciona en las dos direcciones, o sea el deseo de atraer algo que nos gusta, y tambi茅n el deseo de rechazar algo que nos disgusta. En ambos casos, nuestra mente gira alrededor del mismo objeto, del mismo tema, ya sea en contra o a favor. Por tanto en ambos casos somos dependientes y no conquistamos as铆 nuestra libertad.

Para entender c贸mo “trabajar” con este concepto tenemos que empezar por conocer c贸mo nos llegan los impulsos desde el mundo de los sentidos.

SENSACIONES

Seg煤n la Psicolog铆a y Medicina Occidental, los sentidos canalizan, cada uno seg煤n su modalidad, diferentes tipos de sensaciones y con diferentes intensidades. Salvo que ocurra un accidente que suprima las v铆as neuronales que llevan la informaci贸n, la sensaci贸n siempre existe. Pero no todas las sensaciones poseen la suficiente intensidad como para que nos demos cuenta de ello.

As铆 por ejemplo, podemos estar de pie esperando algo, y no notamos la presi贸n del peso ni del calzado sobre el pie. Al cabo de un tiempo, si la espera es larga, o nos volvemos impacientes, la sensaci贸n empezar谩 a sentirse como algo molesto. En otras palabras, no s贸lo se ha conducido al Sistema Nervioso Central, sino que adem谩s nos hemos hecho consciente de ella, causando disgusto.

Ha entrado en contacto con nuestra conciencia.

CONTROL PREVIO DE APEGOS

De todos los contenidos visuales, auditivos, sensoriales en general, que nos rodean, s贸lo una parte de ellos penetran en nuestra conciencia. Y eso depende de su intensidad, de su caracter铆stica dolorosa o placentera, y tambi茅n de nuestro previo condicionamiento.

El condicionamiento viene dado por nuestros propios intereses, educaci贸n, caracter铆sticas personales tales como sexo y edad, etc.

Podemos recorrer una calle comercial y s贸lo llamar谩 nuestra atenci贸n aquellas tiendas que ofrezcan el producto que nos gusta o que estamos buscando, el resto pasa a un segundo plano del que no somos conscientes.

El condicionamiento previo, se puede trabajar y mejorar. Aqu铆 la raz贸n y las motivaciones profundas tienen un papel.

As铆 por ejemplo, puede que no nos guste la m煤sica cl谩sica, y sin embargo nos encante la m煤sica heavy rock. Ahora bien, seg煤n los objetivos a alcanzar, puede que con esta 煤ltima, a pesar de gustarnos mucho, hayamos experimentados estados de ansiedad, irritabilidad, agresividad, etc. Puede que tambi茅n nos guste la m煤sica muy rom谩ntica de moda, pero nos entristece y nos hace recordar eventos dolorosos personales.

Por otro lado, carecemos de gusto por la m煤sica cl谩sica, pero a煤n as铆 reconocemos su importancia y sabemos que forma parte de la educaci贸n de las personas m谩s cultas y nobles que conocemos. Entonces, nos imponemos la tarea de escucharla progresivamente, y con el tiempo se convertir谩 no s贸lo en un adorno educativo sino tambi茅n en un placer.

En esto consiste el pre-condicionamiento educativo.

PHASSA O SPARSA

En Psicolog铆a reconocemos lo que se llama PERCEPCI脫N o Senso-Percepci贸n, corresponde a los t茅rminos “Phassa”, en pali, y “Sparsa” en s谩nscrito. Se trata de la puesta en contacto de dos cosas, el impulso sensitivo que llega desde el exterior, y su interacci贸n con la mente.

En Occidente, se suele considerar la mente como algo definido, como una torre mental desde la que se observa el mundo. Sin embargo la mente es pl谩stica. Si imaginamos la mente como un globo lleno de agua, cada vez que se pone en contacto con algo se deforma, no es la misma. No existe por tanto una objetividad mental pura.

En la cadena de causaci贸n llamada las «12 Nidanas», que son las causas que llevan a la existencia repetida, Phassa o Sparsa ocupa el sexto lugar, y est谩 en el origen de algo m谩s: “Nama-rupa”, o sea la asignaci贸n de un concepto (nama) y una forma (rupa) a lo percibido, junto a un significado asociado. Este es el momento en que surge el apego.

A partir de ah铆 se generan un conjunto de pensamientos, una cadena asociada de pensamientos, que nos conduce al deleite o al rechazo, argumentado y visualizado de mil maneras, acoplado con opiniones y puntos de vista, a veces contradictorios, que forman parte del caos mental que siempre nos acompa帽a.

CONTROL DEL APEGO Y SUS ASOCIACIONES

Aqu铆 radica el segundo punto de control. Cada vez que llega a nuestra conciencia algo, casi inmediatamente se dispara la secuencia de pensamientos y juicios relacionados.

No podemos cancelar la sensaci贸n y la idea asociada inicialmente, porque depende de los pre-condicionamientos y de las circunstancias asociadas. Pero podemos romper instant谩neamente la cadena que le sucede con nuestra voluntad

En esto consiste el control del apego-desapego, en evitar la sucesi贸n de ideas y sensaciones, la primera entrada ser谩 muy dif铆cil de evitar, pero al menos fijando nuestra conciencia sobre alguna otra cosa, podremos parar el circuito autom谩tico.

Nuestro cerebro tiene v铆as preferenciales asociadas, interconexiones creadas a lo largo del tiempo, caminos a trav茅s de los cuales siempre se mueve el pensamiento en la misma direcci贸n.

Evitar que nos afecten los impulsos que nos llegan, requiere primero educaci贸n, como ya hemos visto, segundo atenci贸n (recta atenci贸n) para detectar el surgir de las cadenas de pensamientos, voluntad y esfuerzo sostenido (recto esfuerzo) para desviar una y otra vez las tendencias autom谩ticas de pensamiento y adem谩s sortear las v铆as neuronales preferenciales asociadas.

Preguntado el Buda sobre c贸mo obtener, por ejemplo, rectos puntos de vista u opiniones, el Buda contest贸: para tener rectos puntos de vista, hay que practicar los rectos puntos de vista, la recta atenci贸n, y el recto esfuerzo.

Preguntado sobre c贸mo obtener, recta concentraci贸n, contest贸: para tener recta concentraci贸n hay que practicar recta concentraci贸n, recta atenci贸n y recto esfuerzo.

Preguntado sobre c贸mo obtener recta acci贸n, dijo que hay que practicar la recta acci贸n, con recta atenci贸n y recto esfuerzo.

En pocas palabras, siempre la Recta Atenci贸n, que es la atenci贸n despierta, junto a la voluntad de superarse, el Recto Esfuerzo continuo, nos ayudar谩n a sortear todas las barreras.

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domingo, mayo 15

Simbolog铆a Num茅rica 8 - La Ogd贸ada - Parte II

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La Ogd贸ada y el Diagrama del Emperador Fu-Xi

Imaginemos por un momento que estamos en un desierto arenoso, sin marcas de ning煤n tipo, una extensi贸n que al ojo humano parece infinita. Cuando se cruza en un jeep, nos da la sensaci贸n de estar navegando balance谩ndonos en un mar de arena, no hay referencia alguna, no se ven cosas moverse alrededor, no hay plantas ni piedras, s贸lo el movimiento lateral del jeep, suavemente hacia los costados como si fuese un barco, y al frente el horizonte imperturbable e inalcanzable formado por las dunas.

Esa experiencia puede vivirse en algunos sitios del mundo, no en todos los desiertos. En este caso se trata del Desierto Blanco, cerca del oasis de Farafra, en Egipto.

Al establecer un templo, que no es m谩s que el lugar de encuentro de los seres humanos y los dioses, entre lo de arriba y lo de abajo, la primera ceremonia consiste en “delimitar” el terreno, lo que los antiguos egipcios llamaban la Ceremonia de la Extensi贸n de la Cuerda, en la que en nombre del fara贸n, y utilizando instrumentos b谩sicos de medida, se determinaba el momento y los l铆mites exactos que demarcar谩n aquella nueva “estaci贸n de seguimiento” de los dioses.

El templo, y en especial la capilla del dios, son el lugar donde se manifiestan las fuerzas creadoras.

El templo y la c谩mara del dios son equivalentes a la capilla funeraria del dios humano, del nuevo Osiris humano, que como vimos en el art铆culo anterior surge del huevo-tumba, del cubo m谩gico. Es decir que el hombre septenario, accede a otra dimensi贸n, en la que su nuevo cuerpo ya no es el cuerpo de carne y sangre, ya momificado, sino el “cuerpo glorioso”. Creencia que luego se transfiere al cristianismo, donde en textos primitivos como las Cartas a los Corintios se describen dos “cuerpos” para el ser humano, el mortal y el inmortal.

Se siembra un cuerpo corruptible, se resucita un cuerpo incorruptible; se siembra en deshonra, se resucita en gloria; se siembra en debilidad, se resucita en poder; se siembra un cuerpo natural, se resucita un cuerpo espiritual. Si hay un cuerpo natural, hay tambi茅n un cuerpo espiritual.

(1 Corintios 15:35-58)

Pasar del Septenario al Cuerpo de Gloria, al que los antiguos denominaban el “Augeoides”, o sea el Huevo 脕urico. Todo esto es lo que detallamos en el anterior art铆culo, c贸mo pasar del 7 al 8.

Pero ese “Cubo” es tambi茅n “Cubo-Templo-Mundo”, donde se manifiestan los dioses. O sea que ahora hablamos del proceso contrario, vamos desde arriba hacia abajo hasta la creaci贸n del hombre, desde arriba pasando por el 8 hasta el 7.

Lo veremos en dos modalidades:

  • La creaci贸n del Mundo, y la aparici贸n de los agentes constructores b谩sicos
  • La creaci贸n del Mundo desde el punto de vista oriental, y la del hombre en particular.

En el Egipto antiguo uno de los mitos de la creaci贸n es el que se origin贸 en “Jemenu”, “La ciudad de los 8”, que no es un nombre casual. Era la ciudad central del culto a Thoth, llamado Hermes por los griegos, y de ah铆 que la ciudad fuera conocida por ello como Herm贸polis, la ciudad de Hermes.

M铆ticamente se dice que all铆 naci贸 la primera monta帽a o tierra seca sagrada surgida de las aguas del Caos primitivo. Hay 8 deidades primigenias, que representan aspectos relacionados m谩s bien con el origen de la creaci贸n m谩s que con su desarrollo posterior. Como en el mito heliopolitano, los principales actores son fuerzas primarias acu谩ticas, que surgen y act煤an en las aguas primordiales. Esta Ogd贸ada est谩 conformada por 4 grupos dobles, masculino y femenino:

  • Nun y Naunet son el agua inerte del caos en s铆 mismas; inactivas.
  • Huh y Hauhet son la extensi贸n infinita del agua que se expresa en la inundaci贸n primigenia;
  • Kek y Kauket, son la oscuridad en el interior del agua;
  • Amun y Amunet. La palabra Amun significa “oculto o invisible” por tanto es lo incognoscible del mundo primigenio, como opuesto al mundo tangible de los vivos.

Todos ellos son seres acu谩ticos, y establecen con su aparici贸n las primeras condiciones o bases “c煤bicas” para la creaci贸n del mundo.

La Creaci贸n Primordial en la Antigua China

Una antigua leyenda habla de uno de los primeros emperadores de China, el legendario Fu-Xi, siendo 茅l mismo medio serpiente, o sea un Naga, o iniciado. Se dice que un d铆a vio aparecer del agua del r铆o Amarillo un drag贸n-caballo que se contorsionaba en su movimiento zigzagueante, sobre cuya espalda pudo distinguir unos signos sagrados que r谩pidamente copi贸. Dichos signos son los llamados Bagua o Pakua. los 8 trigramas sagrados de la tradici贸n china:

¿C贸mo se originaron? Pues partiendo de lo indefinible y desconocido, “Wu-Ji” (“Sin L铆mites”), o sea innombrable, m谩s all谩 de cualquier definici贸n, y que se representa como un c铆rculo no acotado:

A partir de ah铆, su primera manifestaci贸n es la unidad representada por el Tao, de donde se genera la dualidad del Yin y Yang:

Que va tomando vida progresivamente,

Hasta conformar la dualidad Yin-Yang plenamente:

La triple duplicaci贸n del Yin-Yang, o sea la dualidad de la dualidad de la dualidad, es lo que da origen a los 8 PaKua o Bagua vistos anteriormente, base de la manifestaci贸n, seg煤n dicen los textos can贸nicos, de 10.000 seres.

¿Qu茅 nos ense帽a el n煤mero 8?:

  • Que toda manifestaci贸n tiene un orden y estructura, hasta los mismos dioses se atienen a ella.
  • Que somos, como apuntamos en el art铆culo pasado, un embri贸n en el huevo del mundo, esperando a eclosionar.
  • Que primero tenemos que aprender a andar y manejarnos en la dualidad arm贸nica, o sea la Armon铆a por Oposici贸n, las cosas no son blancas y negras, al menos en este mundo, sino que hay que buscar el Tercer Punto de Equilibrio, que es el Tao que no se ve, el trasfondo espiritual que est谩 detr谩s de todas las antinomias aparentes.
  • Que el primer trabajo es evitar la dualidad perniciosa, que consiste en ir dando saltos de una cosa a la otra, evitando as铆 el fanatismo en las posiciones enfrentadas irremediablemente.

A todo eso se le llama, encontrar...

"El Camino del Medio"

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viernes, mayo 13

La Noche Se Acerca

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LA NOCHE SE ACERCA

Hay una extra帽a profec铆a:

Y oir茅is de guerras y rumores de guerras; mirad que no os turb茅is, porque es necesario que todo esto acontezca; pero a煤n no es el fin. Porque se levantar谩 naci贸n contra naci贸n, y reino contra reino; y habr谩 pestes, y hambres, y terremotos en diferentes lugares. Y todo esto ser谩 principio de dolores. Mateo 24:6-8

Oir茅is de guerras por doquier… ¿Quiz谩s el fin del mundo apocal铆ptico predicado por los cristianos? No necesariamente. Ni tampoco se trata de la venida del Mahdi esperado por los musulmanes en los 煤ltimos d铆as, ni ha llegado el tiempo para el Buda Maytreya, ni tampoco acudir谩 el Kalki avatara de los hind煤es.

La clave est谩 en que "oir茅is". Algo tiene que ver la mass media en ello.

Porque guerras siempre han existido, crueldades sin n煤mero hay para elegir abundantemente en el men煤 de los horrores humanos.

Seamos honestos, toda esta violencia est谩 en nuestra naturaleza humana. Porque somos Hijos de la Rebeld铆a, somos aquellos que luchan contra la pasividad del mundo material, contra la inercia del sue帽o mortal. Queremos conquistar, fundamentalmente ser lo que no somos, salvados, inmortales, sabios, como queramos llamarlo.

Los primeros rebeldes fueron aleg贸ricamente nuestros padres ancestrales, aquellos que en la leyenda se arriesgaron a comer del 脕rbol del Conocimiento que estaba junto al 脕rbol de la Vida. Eran las manzanas de la Inmortalidad consciente. Y se aliaron con aquel otro Gran Rebelde, Lucifer, el “Portador de la Luz”.

Canalizamos una fuerza inmensa, nuestra mente poderosa puede enviar hombres a la Luna, y probablemente los planetas cercanos de una manera u otra recibir谩n tambi茅n la huella humana.

Pero esa fuerza es como la fuerza del rayo, como la fuerza de las tormentas, una energ铆a inagotable que mal canalizada se convierte en destructiva. Es como un r铆o caudaloso al que pusi茅ramos barreras.

En la Antigua India, en la mitolog铆a V茅dica, se habla de unos seres rebeldes, los dioses de las tormentas, muy agresivos y violentos, portando armas como el rayo y el trueno, con los dientes de hierro y rugiendo como leones. Son los Maruts, los hijos de Ruda, el asceta. En realidad, seg煤n nos cuenta H.P. Blavatsky, son los Egos humanos, los Esp铆ritus Rebeldes.

En el “Para铆so Perdido” de John Milton se describe con estas caracter铆sticas a Lucifer y su ambici贸n de despertar por s铆 solo a la conciencia, incluso a trav茅s del sufrimiento:

“Aqu铆 podemos reinar con seguridad, y, seg煤n mi parecer, reinar es digno de ambici贸n, aunque sea en el Infierno; vale mas reinar en el Infierno que servir en el Cielo…”

…Denme la libertad para saber, pensar, creer y actuar libremente de acuerdo con la conciencia, sobre todas las dem谩s libertades…

…Todos los caminos me llevan al infierno. Pero ¡Si el infierno soy yo! ¡Si por profundo que sea su abismo, tengo dentro de m铆 otro m谩s horrible, m谩s implacable, que a todas horas me amenaza con devorarme!…

He aqu铆 la lucha incesante del ser humano, el constante batallar de Ca铆n contra Abel, o sea de la inteligencia humana rebelde contra su naturaleza pasiva y animal.

De Ca铆n y sus descendientes, que somos todos, se dice precisamente que fueron constructores, hacedores, inventores de todas las artes y conocimientos de los seres humanos.

Obviamente, los de siempre, los “virtuosos mantenedores del orden injusto” han presentado a esos personajes m铆ticos como ejemplo de los malos, de la maldad intr铆nseca, porque seg煤n ellos, hay que ser ovejas, y seguir sus mandatos siendo cuanto m谩s ignorantes mejor.

El problema del ser humano es que en su loca ambici贸n por reconquistar el cielo, en su propia lucha interior, esa especie de fuego incesante que le quema, y que le lleva a alcanzar las cumbres del pensamiento y la civilizaci贸n, se convierte a veces en un arma de doble filo.

Como dec铆a el famoso libro del premio Nobel Hermann Hesse, en su novela “Demian”, esta es la “Marca de Ca铆n”, que puede descubrirse en la mirada, y esto nos recuerda lo que Plat贸n tambi茅n afirma: que el alma se refleja en los ojos.

La Guerra por tanto, ha estado siempre ah铆, es infinita, es constante, ancestral, la llevamos dentro, en la misma sangre. Cuando la Guerra se dirige hacia nosotros mismos, hacia el interior, contra el ego铆smo, contra la ignorancia, contra la pasividad, contra la separatividad, CONSTRUIMOS PAZ Y CIVILIZACI脫N, pero cuando ese impulso noble, amputado y adormecido por los “virtuosos mantenedores del orden injusto”, los hip贸critas que nos dominan, no encuentra su cauce natural y creativo, se vuelve un fuego destructor que devora todo a su paso, empezando por uno mismo y siguiendo con todo lo que nos rodea.

La Belle 脡poque, la alegre y coqueta 茅poca, s贸lo fue tal para unos pocos, no nos enga帽emos. El resto de la Humanidad sigui贸 sufriendo las consecuencias de la ignorancia, la injusticia y la explotaci贸n. Y luego, vino lo que vino, la Gran Guerra, el “Ajuste de Todas las Cuentas Pendientes”, como Blavatsky hab铆a predicho, no por profec铆a, sino por conocimiento.

A todas las injusticias, a todos los adormecimientos del alma, que nos rodea en todas sus m煤ltiples facetas, ineludiblemente les llega su fin de la mano de la tremenda explosi贸n de los rabiosos Maruts. Es la violencia de los seres ya deshumanizados, que no humanos, por una educaci贸n sin alma, por una sociedad sin fines, por una sociedad corrupta en definitiva.

Pero esta no es la 脷ltima Noche de la Historia, es una noche m谩s, y los que saben ver el atardecer, y los que a pesar de las bambalinas iluminadas, saben que la Oscuridad de la 脡poca se aproxima, saben tambi茅n que el Tiempo ha llegado, y que al igual que uno no se lamenta porque ha llegado la noche, tampoco hay que lamentarse ahora, salvo que hayas perdido tu l谩mpara interior. Esta l谩mpara es la que te iluminar谩 en la Larga Noche, es tu verdadero Ser interior, la luz que te acercar谩 a otros seres que portan tambi茅n su luz, y juntos todos, en la noche, l谩mpara con l谩mpara, vela con vela, brillo de ojos con brillo del coraz贸n, todos juntos podremos cruzar a salvo la noche.

Quiz谩s en el camino se lleven nuestros cuerpos, seguramente, ya sea por la guerra, o ya sea por la muerte natural o artificial. Eso da igual, pero que nadie se atreva a llevarse tu Alma.

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martes, mayo 10

Simbolog铆a Num茅rica 8 - EL OCHO, EL CUBO - PARTE I

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EL OCHO, EL CUBO - Parte I

El N煤mero ocho en diversos sistemas simb贸licos posee un matiz ben茅fico y otro maligno. En realidad se trata de una referencia al “lugar de paso y puerta” que representa, bien de ascenso hacia lo superior (ben茅fico) o de manifestaci贸n en el mundo (lo malo)

En verdad, nada hay realmente malo en este mundo, porque incluso el peor de los males forma parte de la evoluci贸n necesaria y a veces dolorosa. As铆 que hay cosas buenas, evolutivas y bien dirigidas, y cosas malas, las que nos detienen, nos hacen sufrir, nos desv铆an. Pero salvo razones extraordinarias, siempre hay una oportunidad, siempre hay algo que aprender y siempre hay la posibilidad de retomar el camino. As铆 que, esperanza siempre hay, a pesar de todo.

El ser humano no est谩 aislado, nace dentro de una matriz humana, y la Humanidad en su conjunto forma parte de otra Gran Humanidad, y todos los seres forman parte de la Gran Matriz Universal, de la que todo surge, y a la que todo retorna, hecho que los antiguas civilizaciones muchas veces representaron con el simbolismo de la Gran Diosa Madre. En Espa帽a la llamada Dama de Baza representa esa misma idea, los huesos de una mujer estaban enterrados en su interior, quiz谩s el de una reina o hero铆na, la Diosa Madre cobija en su mano izquierda un peque帽o-p谩jaro, el alma protegida de la difunta.

Dorieo, Wikimedia Commons (License CC-BY-SA 4.0)

Ciertamente, el ser humano se describe en muchas tradiciones como un complejo conformado por un componente que viene de “arriba” y los componentes materiales que proceden de “abajo”. A trav茅s de sus pies, de lo que come, de donde se mueve, de donde respira, de lo que ve y en lo que act煤a, est谩 en contacto con el Mundo Manifiesto, el mundo material. Pero tambi茅n, por la misma raz贸n, porque no est谩 desconectado ni por arriba ni por abajo, tambi茅n participa de lo celeste, de la matriz sutil de donde naci贸, a donde a veces puede volver a trav茅s de lo que la tradici贸n egipcia del Libro de los Muertos llama “La Puerta Luminosa” o la “Puerta que Emana Luz” (Verso 125)

Pero no es f谩cil llegar hasta all铆. El candidato que desea penetrar por esa puerta, tiene que reunir una serie de requisitos, tiene que saber contestar a ciertas preguntas del Vigilante de la Puerta de Luz, el dios Anubis, quien acompa帽ado por su s茅quito declara:

“La voz de un hombre ha llegado desde la Tierra Amada (Egipto), de uno que conoce nuestros caminos y nuestras moradas, me satisface porque percibo un aroma familiar como el de uno de los nuestros. Me ha dicho: «“Yo soy el escriba Osiris Ani, de palabra recta, que viene en paz y triunfante [ha vencido en las pruebas de los Tribunales Secretos]. He venido aqu铆 para contemplar a los grandes dioses, para que as铆 yo tambi茅n pueda vivir de las ofrendas hechas a sus kas. Me he manifestado dentro de los dominios del Carnero, el Se帽or de Mendes (Osiris). 脡l me ha concedido que pueda venir hasta aqu铆 como un Ave F茅nix [Bennu, el Alma Inmortal], para que as铆 pueda hablar. He surgido de las aguas del r铆o [del mundo], y tras hacer una ofrenda de incienso, he seguido mi camino por las acacias (s铆mbolo de inmortalidad) del Nilo para volverme un ni帽o»…”

Libro Egipcio de los Muertos,Papiro de Ani, Trad. Juan Mart铆n Carpio

No hay otra salida, hay que nacer de nuevo, hay que hacerse un ni帽o:

“…si no os volv茅is y os hac茅is como ni帽os, no entrar茅is en el reino de los cielos…” Mateos XVIII-3

En la tradici贸n antigua esto significa que hay que convertirse en un nuevo ser, tras purificar el propio alma, hay que renacer espiritualmente.

¿Y qu茅 tiene que ver todo esto con el n煤mero 8? El n煤mero 8 es el doble cuadrado, o el Cubo en su representaci贸n tridimensional.

En el cubo es donde se “incuba”. Este uso del concepto procede en las lenguas modernas del lat铆n y del griego, y aunque con matices diferentes, el lugar donde se realizaba las “incubaciones”, en el templo del dios de la medicina, Asclepios, era donde el paciente yac铆a durmiente, como un muerto, para que en sue帽os el dios se le apareciera y le curase. Un ser nuevo y sano, surg铆a de aquella c谩mara de “incubatio”.

Por cierto, del Cubo M谩gico tambi茅n,o sea de la Piedra C煤bica, es de donde extrae el Rey Arturo su espada Excalibur, “Kaledfoulch” en lenguaje c茅ltico, o sea el “duro rayo”, el esp铆ritu).

Ahora bien, en el Antiguo Egipto, existe un paralelismo con estos conceptos, porque precisamente la palabra “huevo”, o sea donde se incuba el nuevo ser, se escribe igual que la palabra sudario y que “ata煤d” (cubo). Las tres palabras s贸lo se diferencian en el determinativo final que ayuda a distinguirlas, en un caso es un huevo, en el otro un lazo, y finalmente una rama de un 谩rbol (madera):

huevo = sudario = ata煤d

En pocas palabras, en el ata煤d, donde vivimos, o sea las cuatro dimensiones del mundo manifiesto (el tiempo y las 3 dimensiones del espacio) y de las que nunca podemos escapar, incubamos un nuevo ser, dentro de nosotros mismos, gracias al cual renaceremos de nuevo, rompiendo el cubo-huevo y apareciendo como renovadas almas-p谩jaro. Veamos ejemplos de esto en el Antiguo Egipto:

“…He surgido del Huevo que est谩 en la tierra oculta, para que mi boca me sea dada, para que pueda hablar con ella en la presencia del Gran Dios…”

Esta recitaci贸n 22 del Libro de los Muertos Egipcio nos dice que 茅l viene desde la muerte, desde el Huevo-Sudario-Ata煤d.

Obviamente, lo que surge de un “huevo - sarc贸fago” no s贸lo es un nuevo ser, es un p谩jaro-alma, triunfante. Y por eso los lugares de enterramiento, y por extensi贸n los lugares que alojan a los ni帽os incubando, es decir los disc铆pulos y futuros iniciados, habitan en “nidos”, porque ellos son “almas-p谩jaro incubando”

“…¡Oh Dulce Se帽or de las Dos Tierras!, quien moras en abundancia y entre el lapisl谩zuli, guarda a los ni帽os en sus nidos para que puedan llegar hasta vosotros…”

Cierto Maestro Egipcio, escribi贸 una carta a finales del siglo XIX, la primera de una serie que se extender铆a a lo largo del tiempo, dando una curiosa idea acerca de la vida del ser humano, dec铆a que todos estamos “embarazados” de nosotros mismos, que llevamos en nuestro interior un embri贸n de lo que un d铆a seremos, y como todas las madres tenemos que cuidarlos, para que no enferme y para que no nazca enfermo o tullido. Como vemos, son ideas repetidas muy antiguas.

En el Antiguo Egipto tenemos una curiosa imagen del Libro de los Muertos, donde se explicita precisamente el huevo-ata煤d, y el nuevo ser que surge del mismo:

El sarc贸fago es una imagen en miniatura del Universo, y de mi universo. Representa el cubo en el que me encuentro limitado, sus paredes, tal como aparecen en el papiro, est谩n conformadas por Nut, el cielo estrellado que es la tapa, el rect谩ngulo fondo como s铆mbolo de Geb, la Tierra, y las cuatro esquinas marcadas por los 4 Hijos de Horus o Shu, que representan los cuatro elementos en los que vivimos y las 4 direcciones del espacio.

Del ata煤d surge victorioso el candidato, portando en ambas manos el Anj, la Cruz de la Vida Eterna que ha conquistado. Se ha convertido en un Aj, o sea un esp铆ritu luminoso que vive en Ajet, el Horizonte de Luz, y que se alimenta de luz, es decir, que ha traspasado los 4 elementos para vivir en un quinto elemento de luz.

Continuar谩

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viernes, mayo 6

Jesuitas y Jesuitismo


Larga es la historia de los dimes y diretes de la Compa帽铆a de Jes煤s y sus intrincadas maniobras para controlar o acercarse al poder, tanto dentro de la Iglesia como de los gobiernos.


El t茅rmino "jesuitismo" aparece como equivalente en algunos diccionarios a astucia, enga帽o, pr谩cticas enga帽osas para lograr un prop贸sito, argumentos sutiles, uso oprobioso de la palabra, etc.


Expulsados de Portugal, 1758, Francia 1763, junto a la acusaci贸n de malversaci贸n de fondos, de Espa帽a en 1767, del Reino de N谩poles en 1767, del Ducado de Parma en 1768, hasta que finalmente el papa Clemente XIV suprime la orden en 1773. Se vuelve a restaurar en 1814 como contramedida contra los masones y los liberales. 


Durante el siglo XIX, es expulsada de nuevo de Portugal, Italia, Francia, Espa帽a, Nicaragua, Colombia, Ecuador, Alemania, etc.


Seg煤n Napole贸n, en sus memorias, los describe de la siguiente manera

jueves, mayo 5

El N煤mero 7, lo Sagrado en el Hombre

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EL N脷MERO 7

El n煤mero 7, o hept谩gono entre las figuras planas geom茅tricas, fue considerado por los Pitag贸ricos como un n煤mero perfecto y de naturaleza religiosa.

¿En qu茅 sentido era «perfecto»?¿Qu茅 distingue a este n煤mero de los dem谩s?

Desde siempre se ha atribuido a este n煤mero extra帽as propiedades: ha sido considerado el n煤mero de la suerte, m谩gico, divino, espiritual, relacionado con los poderes de la naturaleza o Prakritis, es el drag贸n de 7 cabezas de los mitos pur谩nicos, forma parte de los c谩lculos m谩s secretos obtenidos por operaciones matem谩ticas sobre este n煤mero, etc., etc. Para los estudiosos v茅ase aqu铆 una extensa lista, que puede saltarse el lector si as铆 lo desea:

martes, mayo 3

Los Falsos Agn贸sticos y los Falsos Esc茅pticos

 Los Falsos Agn贸sticos y los Falsos Esc茅pticos

En la historia del pensamiento, siempre han existido aquellos que defend铆an la posibilidad para el ser humano de alcanzar a trav茅s del "conocimiento" profundo las verdades 煤ltimas. Eran los que proclamaban la existencia de un conocimiento especial, m铆stico, al que en occidente llamaron Gnosis.

En el cristianismo temprano, formaron una corriente de pensamiento muy importante, que se relacionaba no s贸lo con "conocer" sino tambi茅n "conocerse a s铆 mismo": el famoso lema socr谩tico, ya que la palabra gnosis posee ese doble significado, el conocimiento de las cosas del mundo y el auto conocerse.

Un gn贸stico, por tanto, es alguien que cree que frente a la realidad aparente, frente al enigma del ser humano y del mundo, es posible a veces, con esfuerzo y ense帽anzas, y superando las propias capacidades humanas, acercarse al conocimiento interno de s铆 mismo y del mundo.

martes, abril 26

Simbolog铆a Num茅rica 6, El N煤mero de la Sabidur铆a

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6: EL N脷MERO DE LA SABIDUR脥A

Por un lado tenemos un signo, el n煤mero 6, su forma, que se refiere a la de una una mujer pre帽ada, algo est谩 naciendo en su interior.

Por otro lado, est谩 la Sabidur铆a con la que se compara. Los textos orientales definen a la Sabidur铆a como si fuese una luz y un cuchillo.

Es la luz que hace ver las cosas iluminando su verdadera naturaleza y al mismo tiempo disipando la oscuridad de la ignorancia

Y es un afilado cuchillo que «corta a trav茅s de la mara帽a de las impurezas mentales y, con ello, abre el camino a la liberaci贸n.» ("En Palabras del Buda", Bihkkhu Bodhi)

Pero vayamos poco a poco, primero veamos c贸mo se prepararon las cosas para esa gestaci贸n.

mi茅rcoles, abril 20

Simbolog铆a Num茅rica 5 - El Lado Oscuro del N煤mero 5

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EL LADO “OSCURO” DEL N脷MERO CINCO

En el art铆culo anterior hemos establecido el n煤mero cinco como el n煤mero del hombre despierto.

En la figura del “Hombre de Vitrubio” de Leonardo Da Vinci, el que mantiene los brazos horizontales inscrito en un cuadrado, representa al Hombre Cuaternario, o sea el conjunto de estructuras ligadas a un yo ilusorio. No es m谩s que un animal inteligente.

lunes, abril 18

La Filosof铆a Ha Muerto, ¡Viva la Filosof铆a!

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LA FILOSOF脥A HA MUERTO: ¡VIVA LA FILOSOF脥A!

Joven, relativamente inocente, primer d铆a de clase en un Instituto de Ense帽anza Media, 煤ltimo curso del Bachiller Superior.

Emoci贸n a raudales, los nuevos profesores hac铆an esos d铆as su presentaci贸n.

Ten铆a en mis manos un precioso libro, bien encuadernado, m谩s bien grueso, lleno de nombres y personajes e incluso dibujos y gr谩ficos. ¡Era mi primer libro de FILOSOF脥A!

Hasta entonces no ten铆a ni idea de qu茅 iba todo aquello de la filosof铆a. Mis pocos recursos educativos previos hac铆a que realmente no supiera mucho acerca de este tema ni de otros muchos.

Trabajaba durante el d铆a cargando bultos e iba a estudiar por las noches. Luego cuando estudi茅 filosof铆a de la buena, descubr铆 que Ammonio Saccas, el famoso fil贸sofo alejandrino fundador de la escuela ecl茅ctica y padre del neoplatonismo, era porteador en el puerto de Alejandr铆a y de ah铆 su nombre, “cargador de sacos” (en griego sakkas) Eso me record贸 mis tiempos de estudiante y de cargador, aunque yo entonces no era fil贸sofo, ni ahora tampoco, como siempre digo m谩s bien soy aspirante a fil贸sofo, o sea “蔚蟺委未慰尉慰蟼 fil贸sofos”.

domingo, abril 17

Simbolog铆a Num茅rica 5 - El N煤mero del Retorno

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CINCO el N煤mero del Retorno

En la serie num茅rico-simb贸lica que estamos viendo, la esencia de la misma no son los n煤meros como tales, sino los pasos simb贸licos que estos representan.

La serie que comienza en el 1 vuelve de nuevo al comienzo tras llegar al 9, o sea retorna al 0, aqu茅l n煤mero que no es n煤mero, aquello que no es cosa y que est谩 presente en toda ecuaci贸n.

Es una serie “evolutiva” cuyo punto central es el n煤mero-s铆mbolo 5. La primera parte de la serie, del 1 al 4, representa la manifestaci贸n del universo, desde el Big Bang hasta los 4 Elementos y las 4 dimensiones (espacio + tiempo), mientras que la segunda parte de la serie, del 5 al 9, representa el retorno al origen.

El n煤mero 5 se origina por la aparici贸n en el centro del Cuaternario de un punto central director y din谩mico, aquello que no s贸lo lo convierte en cinco, sino que tambi茅n marca el Retorno del Ser humano hasta su origen, como veremos.

mi茅rcoles, abril 13

LA MEDICINA BUDISTA II

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MEDICINA BUDISTA II

EL ASPECTO M脕GICO RELIGIOSO

En el art铆culo anterior, tratamos de los aspectos morales generales de la Medicina Budista, y en este nos centraremos especialmente en el aspecto m谩gico-religioso. Para ello analizaremos los s铆mbolos inspiradores de la Medicina Budista, y tambi茅n ofreceremos una traducci贸n del llamado Sutra del Buda Azul Lapisl谩zuli o Buda de la Medicina.

El Buda de la Medicina, llamado en s谩nscrito Bhaisajyaguru (Maestro de la Medicina), reside en el Para铆so del Este, en realidad es el aspecto curativo del Buda Primordial, que se manifiesta a trav茅s de la encarnaci贸n del Buda hist贸rico. Su cuerpo es de color azul celeste radiante. Su mano izquierda adopta el mudra de meditaci贸n, que representa la erradicaci贸n de las enfermedades y del sufrimiento, o sea la realizaci贸n de la verdad absoluta y por tanto la cesaci贸n del Samsara, que ser铆a desde el punto de vista la total curaci贸n. Porta sobre su mano izquierda un cuenco que contiene el elixir o n茅ctar de la vida eterna.