LA LOCA CARRERA
Había una vez un grupo de hombres buenos, sinceros, leales y honestos. No se preocupaban por nada más que por buscar lo mejor de cada ser humano para ofrecerlo al mundo entero.
Se unieron con ese propósito y se esforzaron mucho. Crearon un sistema propio para gobernarse y se marcaron unos objetivos nobles e inalcanzables, incluso para ellos mismos.
Para ello, se prepararon lo mejor que pudieron y se esforzaron tanto que acabaron por adoptar el modelo rígido de los viejos guerreros.