viernes, mayo 26

El Loto - II - El Loto Azul y el Loto Blanco

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EL LOTO - 2

EL LOTO AZUL Y EL BLANCO

“OM Mani Padme Hum”

El Loto es uno de los símbolos más universales que podemos encontrar ampliamente en todos los países orientales y también en el Antiguo Egipto.

La vieja tradición oriental reúne en las figuras de Chenrezig (tibetano), Avalokiteshvara (hindú) y Kwanyin (chino) los diversos nombres atribuidos al dios “Portador del Loto” o Padmapāṇi. Cada una de ellas posee una particularidad en relación a la nación en la que se elaboran sus mitos.

El término “Avalokiteshvara”, en sánscrito, nos da una clave sobre el significado del llamado “Portador del loto”. Su traducción inmediata es el “Señor que contempla hacia abajo desde arriba”, pero en un sentido más profundo es aquello que el espíritu humano puede llegar a percibir de la divinidad, su aspecto accesible, el Verbo, o el Logos, el 7º principio universal o Atman.

En palabras más sencillas, Parabrahman, aquello que está más allá, lo Incognoscible, Aquello que ninguna mente humana puede llegar a concebir y dotar de alguna cualidad, no puede ser percibido por el ser humano, debido a sus propias limitaciones. No obstante, en el seno del mismo Misterio yace la Raíz de la Manifestación, el Verbo que se manifiesta periódicamente en los mundos y del que todos los seres humanos participamos.

Nuestro largo camino de retorno al origen, aunque ya transformados, consiste precisamente en el viaje del “ser” hacia el “Ser”, de la gota de agua hacia el Océano.

Así como es arriba, es abajo

El viejo aforismo se refiere a la uniformidad de todo lo creado, la Unidad y Correspondencias entre todo lo existente, en lo superior y en lo inferior. Así el Loto, esa planta maravillosa que contiene en su semilla la forma prefigurada de la planta adulta, representa también la potencialidad de Aquello en su manifestación como Universo entero, el Dios posible, y de la Humanidad en ciernes esperada, del ser humano que florece en su camino.

Cuenta la leyenda que Padmapani, el portador del loto y quien está en el corazón del loto, hizo el voto de no cesar de trabajar por la humanidad hasta que hiciera sentir su presencia en cada uno, salvándola así de la miseria del renacimiento. Se comprometió a llevar a cabo tal proeza antes de que llegara el fin del Kalpa, o periodo de manifestación del universo, y que en caso de fracasar desearía que su cabeza se dividiera en innumerables fragmentos. El Kalpa llegó a su fin, pero la Humanidad no le sintió en su frío y malvado corazón. Entonces la cabeza de Padmapani se quebró y dividió en miles y miles de fragmentos.

“Om Mani Padme Hum”, habitualmente traducido por “¡Oh, la Joya en el loto!, es un mantra sagrado (manas-antara, o puente del pensamiento) extendido por todo el oriente de influencia budista. Encierra en sí mismo un saludo y una esperanza. Pues en realidad OM es la forma resumida de AUM, la sagrada trinidad hindú, el triple sonido de apertura, continuidad y cierre, el Logos que se manifiesta en el mundo y en el Espíritu de cada ser humano. Se trata de la auténtica esencia, el Ser en el ser, en cada uno de nosotros, y esa es la “Joya” (Mani) en el “Loto”, la esencia pura que habita en nosotros y que es la promesa y esperanza de nosotros mismos. Por eso mismo, algunas estatuas del Buda, en la frente o bien en el moño que la adorna, hay a veces inscrito un pequeño Buda, o sea la “Esencia del Buda” o “Buddha-dhatu”, la semilla del budado o del loto, que si no estuviese presente como promesa, nunca haría posible la existencia de los innumerables budas en que la humanidad se convertirá tras su largo peregrinaje.

EL LOTO EGIPCIO

Representado en todas las tumbas, en las manos o en el cabello de las divinidades y seres humanos, expresa la misma idea que el loto hindú y budista. A veces, como en la tumba de Tut-Anj-Amón, el mismo faraón, como dios revivido, es representado como una cabeza rejuvenecida que surge del loto.

Hay dioses como Nefertum, o sea la Belleza de Atum (el Dios Sol Oculto) que se manifiesta naciendo, como dios y universo recreado, como un pequeño niño descansando sobre las hojas de un loto. Símbolo pues del renacer humano y de la Vida Una.

Las tumbas están llenas de representaciones con los lotos, porque el difunto ya no es tal, sino un loto que nace gracias a las semillas plantadas durante la vida, en los Campos de Ialu, o campos elíseos egipcios del más allá.

Se trata pues del Loto Azul, o nymphea cerulea, que tiene como particularidad, que surge de la ciénaga, del barro, cruza el agua y abre sus pétalos cada día ante el Sol, que es la luz del espíritu que le llama, pues si no hubiese ese llamada los seres humanos no sólo no levantaríamos la cabeza, sino que nos hundiríamos en el barro, entretenidos en sus vericuetos. Y curiosamente, tras la partida del Sol, el loto azul hunde de nuevo su flor en el agua, hasta el siguiente día.

La enseñanza de este Loto Azul es clara, pues si bien todos poseemos la semilla de lo espiritual y nuestra esencia inmortal, el camino hasta hacerla realidad es arduo y lejano en el tiempo. Nos enseña por tanto que a cada día le sigue una noche, la noche del alma, la muerte también, la derrota a veces, el cansancio, la pérdida del propio sentido de la vida y de nuestro verdadero ser. Pero para mí, tal como yo lo entiendo, cuando miro la inmensidad del Universo, la infinitud del mismo, el tiempo inconmensurable, los ciclos repetidos, la evolución majestuosa de todo lo existente… cuando observo todo eso, y veo lo infinitamente pequeño que soy, me doy cuenta que la prueba más grande que tengo delante es aceptarme, encontrar el centro y la serenidad ante los avatares de la vida, y saber ciertamente que no nos perderemos en esta oscuridad de la vida, sino que Padmapani, que vive oculto en cada uno de nosotros, nos ayudará una y otra vez a seguir adelante, hacia el infinito.

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miércoles, mayo 24

El Loto - I - Los Lotófagos y Baudelaire

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El Loto - Parte 1ª

Los Lotófagos y Baudelaire

Mucho se ha escrito tanto en Oriente como en Occidente, acerca del significado del Loto. Pero aquí y ahora trataré de añadir otro pequeño punto de vista, que quizás nos ayude a continuar en este largo sendero, a veces tan difícil, de nuestra presente encarnación, hablo en nombre mío y en nombre de los muchos que sufren.

Se conoce la flor del Loto como símbolo espiritual, quizás por originarse en el fango de las aguas cenagosas, y a pesar de ello surgir por encima del agua, con sus pétalos abriéndose finalmente al sol; representa así la pureza capaz de abrirse paso en el cenagal de este mundo.

En Occidente, en nuestros días, perplejos ante la presencia de tantas representaciones del loto en las tumbas del Antiguo Egipto, no sabiendo a qué atribuirlo, como siempre las mentalidades materialistas miraron hacia abajo y no hacia dentro, y “descubrieron” finalmente una explicación “científica”(¡?): el Loto sagrado contiene substancias psicotrópicas y según algunos psicodélicas.

Esta es una afirmación muy conveniente para aquellos que sostienen que las sociedades antiguas utilizaron drogas alucinógenas para así alcanzar experiencias “espirituales”. De ahí se han derivado muchas obras de supuestos chamanes que afirmaban que utilizando estas sustancias se podía acceder a niveles de conciencia superior.

La verdad es que se pueden dar por satisfechos si alcanzan a sentarse antes de darse un trompazo contra el suelo. En casi todos los casos estas afirmaciones parecen haber sido diseñadas precisamente para incitar al consumo de drogas, que no debemos olvidar que mueven inmensos capitales y hasta gobiernos enteros. Muchas de estas obras nacen en la época de la guerra fría, donde comenzó a extenderse el uso de las drogas entre la juventud.

Algunos se basaron en los textos del “poeta maldito” Charles Baudelaire, quien mencionaba en un famoso poema a los “lotófagos”, un pueblo extraño que en “La Odisea” de Homero aparecen alimentándose de los frutos y flores del loto. Pero veamos paso a paso como se creó el mito de los lotos alucinógenos.

Charles Pierre Baudelaire fue un poeta, ensayista, crítico de arte y traductor francés. Paul Verlaine lo incluyó entre los poetas malditos de Francia del siglo XIX, debido a su vida bohemia y de excesos, y a la visión del mal que impregna su obra. Wikipedia

De vida turbulenta, adicto a las drogas, se entregó a toda clase de excesos. En un poema que escribió en 1857 llamado “Las Flores del Mal” con el subtítulo de poesía y piezas condenadas, se encuentra el poema titulado “El Viaje”, en cuyos versos finales escribió:

…¡El Loto perfumado! Es aquí donde se cosechan Los frutos milagrosos que vuestro corazón apetece; Acudid a embriagaros con la dulzura extraña De esta siesta que jamás tiene fin!“…

…¡Viértenos tu veneno para que nos reconforte! Este fuego tanto nos abrasa el cerebro, que queremos Sumergirnos en el fondo del abismo, Infierno o Cielo, ¿qué importa? ¡Hasta el fondo de lo Desconocido, para encontrar lo nuevo!…

Más adelante publica, ante el rechazo a la obra anterior, “Los Paraísos artificiales”, término que se sigue utilizando hoy en día, en el que se encuentra “El poema del haschisch”, donde cuenta sus experiencias con esta sustancia, luego le seguirán “Encantamientos y torturas de un comedor de opio”.

Es Baudalaire, quizás llevado de su adicción, quien primero propone la traducción del término griego “lōtós” que aparece en la Odisea como “coquelicot”, una especie de amapola con características opiáceas. También identifica a los “Lotófagos” que aparecen en el poema de la Odisea, como consumidores de una droga.

“Una dicha oscura, análoga a la que los Devoradores de Lotos deben haber sentido, cuando, desembarcando en una isla encantada… sintieron nacer dentro de ellos… el deseo de nunca volver a ver a su hogar, a sus esposas. ., a sus hijos, y nunca a subir sobre las altas olas del mar.” (Le Spleen de Paris)

En la mitología griega, los lotófagos (en griego antiguo: λωτοφάγοι, o sea “los que comen loto“) eran un pueblo nombrado por primera vez en la Odisea.

…Y marcharon enseguida y se encontraron con los Lotófagos. Estos no decidieron matar a nuestros compañeros, sino que les dieron a comer loto, y el que de ellos comía el dulce fruto del loto ya no quería volver a informarnos ni regresar, sino que preferían quedarse allí con los Lotófagos, arrancando loto, y olvidándose del regreso. Pero yo los conduje a la fuerza, aunque lloraban, y en las cóncavas naves los arrastré y até bajo los bancos.

Después ordené a mis demás leales compañeros que se apresuraran a embarcar en las rápidas naves, no fuera que alguno comiera del loto y se olvidara del regreso. Y rápidamente embarcaron y se sentaron sobre los bancos, y, sentados en fila, batían el canoso mar con los remos.

La Odisea IX, 82-104

Finalmente, después de establecerse esta falsa asociación entre lotos y drogas como el opio, llegamos al siglo XX donde se pone de moda en muchos medios, al no entender su simbolismo profundo, identificar el loto egipcio que aparece profusamente en todas las representaciones del Antiguo Egipto con una sustancia psicotrópica, interpretando así que los egipcios estaban todo el día “enganchados” a la planta en cuestión, incluso en el más allá.

Falsa Identificación del Loto

Hay cientos de variedades del loto, en su mayoría son plantas leguminosas, utilizadas tanto para el pasto o forraje, como a veces para el consumo humano. Ahora bien, el término griego “lōtós” puede referirse a cualquiera de las siguientes:

  • El trébol fresa (Trifolium fragiferum): planta de forraje, y adecuada para el pasto porque no produce hinchazón abdominal.
  • Lotus corniculatus, del cual existen hasta 100 especies distintas, sobre todo para forraje.
  • Fenugreco o alholva, con propiedades medicinales, y utilizada también por los antiguos egipcios en los embalsamamientos. Tiene propiedades digestivas, culinarias y gastronómicas.
  • El loto blanco (Nymphaea lotus)
  • El Celtis Australin o lodón (la ciudad madrileña de Torre-lodones deriva su nombre de ahí), lledó o almeces, se encuentra en España tanto en el este como al sur. Sus frutos comestibles se utilizan para hacer mermeladas. En la Odisea se menciona que los lotos tenían sabor a miel. Se ha identificado a esta planta con el loto de la Odisea de Homero.
  • La Jujuba (Ziziphus lotus), o azofaifa, comestible con aspecto de oliva y utilizada como los dátiles. Su madera se utiliza para ciertos instrumentos musicales.

Probablemente pues el Loto al que se refiere la Odisea sea una especie comestible, los griegos que visitaron a los lotófagos, según cuenta el poema, quisieron quedarse allí, recogiendo las plantas y viviendo en aquel lugar, pero no dice que tuviesen anuladas sus facultades, sino que más bien quedaron “encantados” con aquella vida.

EL LOTO COMO SUSTANCIA PSICOACTIVA

A partir de una cierta publicación en la revista “Kmet”, dedicada a la arqueología, se interpreta que los comensales, difuntos, etc., que aparecen en las pinturas de las tumbas egipcias, sosteniendo lotos en las manos, o aspirando su perfume, o utilizándolos como adorno en el pelo, se identifican como formas de narcotización o uso del loto como sustancia psicoactiva, llegando alguna publicación en Wikipedia a hablar de escenas “esnifando” lotos, como si se tratase de una droga, o cocaína. Herodoto sin embargo describe claramente la utilización práctica del loto por parte de los antiguos egipcios sólo como alimento para hacer una especie de pan.

Dichas interpretaciones son debidas a que por un lado no se ha entendido su significado místico, y por otro lado porque se han encontrado sustancias “psicoactivas” en los lotos egipcios. Pero antes de continuar tenemos que clarificar que se entiende por ello.

Las sustancias encontradas han sido dos alcaloides: la nuciferina y la aporfina.

  • La nuciferina es un bloqueador de los receptores de dopamina, puede inducir sedación, hipotermia y caída de los párpados.​

  • La aporfina es un compuesto dibenzoquinolínico, se ha utilizado en la enfermedad del Parkinson y en la disfunción eréctil. Tienen relaciones lejanas con la apomorfina (un emético) y con la hernandialina, que disminuye la tensión arterial.

Ninguna de las dos sustancias tiene efectos parecidos al opio u otras drogas potentes. Incluso el ligero efecto sedante que posee la nuciferina requiere una cantidad muy grande de la planta para poderse notar.

Nos indica el profesor y doctor en Medicina Gary Wenk, en su artículo en inglés Especias psicoactivas: Buen provecho que hay muchas sustancias psicoactivas en los alimentos que ingerimos, por ejemplo en la Nuez Moscada, que contiene myristicina, una sustancia parecida a la mezcalina y a la anfetamina, que también está en el perejil y en la zanahoria (¡). Especies tales como el azafrán, el hinojo, el eneldo, la canela y el anís también contienen sustancias psicoactivas. Pero todas ellas, como en el caso del Loto, aún siendo más “psicoactivas” e incluso alucinógenas que este último, poseen cantidades muy pequeñas, habría que comerse una caja entera de nuez moscada según el profesor Wenk para que tuviese ese efecto, y lo mismo ocurre con el loto que prácticamente no posee efectos psicoactivos.

Por tanto, pretender que esta figura representa a alguien “esnifando”, o sea que bastaría con aspirar la planta para “alucinar” o “colocarse”, está fuera de contexto y de las posibilidades químicas.

Todo esto forma parte de la constante campaña para hacernos creer que el uso de la droga es normal, que fue utilizada también en la antigüedad, que su uso nos abre caminos espirituales e intuicionales, cuando en realidad lo que único que hace es romper la más excelsa propiedad del ser humano: la Voluntad, pues no siendo seres meramente mecánicos, movidos sólo por estímulos, es precisamente la Voluntad la que nos permite dirigirnos libremente hacia donde es necesario, más allá de las limitaciones materiales que nos rodean.

(Próximo artículo: “El Loto, o la Semilla Eterna”)

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lunes, mayo 22

Las Artes, Hijas del Dios y de la Memoria

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Las Artes, hijas del dios y la memoria

Arte y Filosofía, según el concepto platónico, están íntimamente asociados. No obstante, al observar el panorama artístico alrededor difícilmente podemos atestiguar dicha relación. Claro que… tampoco nuestro mundo se caracteriza por presentar señales de una filosofía clásica viva, es decir un camino filosófico hacia la Sabiduría Atemporal. Sin uno tampoco está presente la otra.

El Arte, cuando es real, se relaciona con un Arquetipo fundamental, o sea un Modelo Atemporal que guía a los seres humanos a través de los milenios: la búsqueda del conocimiento y de la sabiduría a través de la Belleza. Es decir, la verdadera actividad artística es un puente entre este mundo y dicho arquetipo, un camino hacia la totalidad.

Otra cosa bien distinta es lo que hoy se llama arte, que más bien es un puente lleno de vanidad, cuando no de odio, propaganda política, o simplemente la fealdad que sólo conduce a más fealdad: ¡Vean cuán atrevido soy!, “¡Observen mi ingenio sin par!, ¡Sigan mis oscuros caminos!, ¡Aprecien mi excepcional y único ser en mi única y excepcional obra!”

Cuenta Giorgio Vasari, quien escribió una biografía de los mejores artistas del Renacimiento, cómo cierto Papa envió un emisario para investigar si era real el genio y destreza de los artistas florentinos, para decidir a quién quería encomendar un trabajo. Cuando el emisario, tras visitar a varios, llegó ante Giotto, artista del siglo XIV y considerado padre del Renacimiento, al que solicitó alguna prueba de su pericia.

…El artista tomó una hoja de papel en la cual, con un pincel mojado en rojo, apoyando el brazo en el costado para hacer de él un compás y haciendo girar la mano, dibujó un círculo tan perfecto de curva y de trazo que era maravilloso verlo. Hecho esto, dijo, sonriendo, al cortesano: «Aquí está el dibujo». El interlocutor, creyendo que el artista se burlaba, contestó: «¿No he de recibir otro dibujo que éste?» «Basta, y aun sobra con él -repuso Giotto-, enviadlo junto con los demás y veréis si será apreciado». El emisario, viendo que no podía obtener otra cosa, se alejó bastante insatisfecho y preguntándose si Giotto no le había tomado el pelo. Empero, al enviar al Papa los demás dibujos, con los nombres de quienes los habían ejecutado, le remitió también el de Giotto, refiriendo la forma en que se había empeñado en trazar el círculo sin mover el brazo y sin ayuda de compás. Y el Papa y muchos cortesanos entendidos reconocieron por ese dibujo hasta qué punto Giotto superaba en excelencia a todos los demás pintores de su tiempo.

(“Las vidas de los más excelentes arquitectos, pintores y escultores italianos”, Giogio Vasari, 1511-1574)

Las Artes como Vía de Acceso

Para nuestra exposición nos valdrá como soporte un viejo símbolo, la forma geométrica de la pirámide. Ésta, incluso en su mismo nombre griego lleva la idea asociada, pues es la forma que toma el ascenso “piramidal” del fuego, pues justamente eso significa el término griego, “pyr”, o fuego.

El ascenso a la cúspide la pirámide representa el ascenso a la cúspide misma del hombre, es decir el Conocimiento Último y la Sabiduría, aquello que ayuda a trascender las limitaciones de la materia. El ascenso no puede ser vertical, el ser humano no puede de la noche a la mañana ascender por una imposible pared vertical. Pero sí que puede ascender los escalones de sus caras inclinadas, poco a poco, con esfuerzo, ello es posible.

Hay 4 caras para ascender, y aunque por naturaleza propia podamos comenzar el ascenso eligiendo una de ellas, descubriremos más adelante que las 4 caras se van uniendo progresivamente, y que en realidad ascendemos por medio de todas ellas. Cuatro son pues las Vías de Acceso a lo Superior, y estas son la Religión, la Ciencia, la Política y el Arte, que son las formas humanas de aplicar los 4 Arquetipos del Bien, la Verdad, la Justicia y la Belleza.

Es un ascenso integral, pues por ejemplo nadie podría acceder a la Sabiduría y desconocer los fundamentos de la Ciencia, o buscar la Verdad sin el objetivo del Bien, ni buscar el Bien sin ver la Belleza en ello.

Los grandes Maestros de la Humanidad, en cualquiera de sus ámbitos, a lo largo de los siglos han volcado su saber y experiencia en el seno de las escuelas de filosofía clásicas, en las escuelas discipulares, así como en impulsos religiosos prístinos, que se renuevan de tiempo en tiempo cada vez que decaen y pierden su sentido original. Podemos también constatar su acción en épocas maravillosas como la del Renacimiento, donde de repente, desde el fondo relativamente oscuro de la Edad Media, surgieron innovaciones científicas y técnicas, descubrimientos geográficos, revoluciones en el arte y en la vida de los pueblos, en muchas casos renovación de cosas que ya existían muchos siglos antes, pero que ahora retornaban llenas de impulso.

Esa revolución del Renacimiento tuvo también una expresión artística, de hecho la mayoría de la gente recuerda ese periodo gracias a ello, aunque ignore que muchas otras cosas cambiaron también.

El Arte dotó entonces de alas a todas las demás cosas, por ejemplo, Vesalius, el maestro médico y primer revolucionario de la anatomía, quien dio un gran impulso a la medicina, cuando quiso esparcir dicho conocimiento, hizo que los mejores artistas del grabado y el dibujo representaran en armoniosas proporciones e incluso bellas actitudes los ejemplos anatómicos. Basta con recordar al mismo Leonardo DaVinci, sus estudios científicos representados en bellos borradores.

Aquella bella floración del Renacimiento fue no obstante parcial, pronto ahogada en las luchas fanáticas religiosas, y sofocada por las muchas inquisiciones. Sólo quedó luego la forma sin el espíritu que la animaba, por eso sólo pudo dar nacimiento posteriormente al frío materialismo científico como su único heredero y dejar tras de sí trozos de belleza que dormitan en los museos o frente a los cuales paseamos insensibles en nuestras calles.

Faltaron los Misterios de la Antigüedad, verdadera alma bajo la que fueron presentados en los tiempos clásicos las formas artísticas, la música, el teatro, la danza, todas ellas formando parte de aquellas representaciones de raíz mistérica.

En las ceremonias y cultos mistéricos, según nos cuenta Estrabón, tenían en común el “portar ramos, danzar en coros y practicar las iniciaciones” (dendroforíai te kaì choreîai kaì teletaì koinaì tôn theôn eisi toýton - Estrabón X, 3,10) Danza y música, teatro, poesía y coros, todos se aunaban en los misterios, y todos poseían una relación con la filosofía.

Sus protectoras fueron las 9 Musas, las hijas de Zeus y Nemosine, o sea la divina inteligencia y la memoria, pues es la memoria la que a través del arte perpetúa el recuerdo (= “musa”) de aquello que fue y que volverá.

El arte aúna en la belleza todo lo que se conoce. Es unificador. Y una de sus mayores ambiciones es unificar al ser humano, consigo mismo primero, con la naturaleza, y con el dios oculto en la naturaleza. Y también nos unifica ligando el presente con el pasado, o sea la tradición, así decía Platón que los egipcios eran admirables porque desde los tiempos antiguos conservaban formas canónicas que no cambiaron a lo largo de los siglos, porque para hablar a los dioses había que hacerlo en el idioma de los seres divinos.

El ascenso por esta cara de la pirámide, por la cara del Arte, aúna todas las otras caras, permite embellecer, armonizar, y “entusiasmar”, o sea dotar de “en-theos”, o de lo divino, a todos los seres humanos, incluso a los más humildes e ignorantes. No en vano, como enseñó el profesor J.A. Livraga, los Vedas, la más antigua de las producciones filosóficas y literarias de la humanidad, se memorizaron y repitieron a lo largo de los siglos por medio del canto, de los patrones musicales, y de la imaginería artística. Y esa belleza, ese sentimiento poético musical permitió que el mensaje llegase hasta la última cabaña, hasta el rincón más remoto de la antigua India, permitiendo así que desde los más elevados brahmanes hasta las más humildes castas pudiesen participar de la Belleza y la Verdad.

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lunes, mayo 15

La Luna Llena de Mayo y el Wesak

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LA LUNA LLENA DE MAYO Y EL WESAK

Durante el mes de Mayo, todos los años se repite un hecho extraordinario, cuya memoria indeleble, ha permanecido en las países orientales como símbolo de esperanza para todos los seres humanos.

Se trata de la celebración del Wesak, reconocida desde 1999 por la ONU, y que es un nexo de unión y recuerdo para todas las ramas del budismo, ya que se dice que el Buda obtuvo su iluminación y murió en esa misma fecha.

Astrológicamente dicho evento señala el momento en que la Luna, la Tierra, el Sol y algunas lejanas constelaciones se alinean simbólicamente. Es la Luna Llena de Tauro, aquella constelación relacionada con el renacer y la primavera, entre cuyos cuernos yacen la Pléyades, las 7 estrellas hermanas misteriosas, una constelación cuya forma nos recuerda, siguiendo la mitología hindú, a la constelación de los 7 Rishis o sabios, representados por las 7 estrellas de la Osa Mayor.

Para las concepciones esotéricas del budismo así como para el hinduismo la Luna está relacionada con los ancestros o “pitris”, de donde toman su origen los seres humanos. La Tierra es donde nuestra conciencia humana se desarrolla ahora, pero más allá de nuestro sistema solar está situado aquel otro centro espiritual, que no posee un “lugar preciso”, puesto que el mismo Universo carece de un centro físico, sino que se refiere al “centro simbólico”, al corazón desde donde emana toda fuerza espiritual que guía el desarrollo y evolución de la conciencia humana, la raíz última de toda espiritualidad, y que los antiguos místicamente lo relacionaban con las Pléyades.

Los que quieran acompañar este post con música, quizás puedan hacerlo con este maravilloso coro que representa también la espera ansiada, el largo camino de los peregrinos (Humming Chorus de Puccini)

Lo que realmente se celebra en el oriente es dicha “Conexión Espiritual”, el lazo y compromiso que guarda y protege el Gran Renunciante, la Gran Víctima,

“…porque sentado en los Umbrales de la Luz, la contempla desde el círculo de Tinieblas que no quiere cruzar; ni abandonará su puesto hasta el Día postrero de este Ciclo de Vida. ¿Por qué permanece el Solitario Vigilante en el puesto por él escogido? ¿Por qué permanece sentado junto a la Fuente de la Sabiduría Primordial, en la cual no bebe ya, puesto que nada tiene ya que aprender que no sepa, ni en esta tierra ni en sus Cielos? Porque los solitarios Peregrinos cuyos pies sangran de vuelta a su Hogar, jamás se hallan seguros, hasta el último momento, de no perder su camino en este desierto sin límites de la ilusión y de la materia, llamado la Vida Terrena. Porque quiere gustoso mostrar el camino hacia aquella región de libertad y de luz, de la cual es desterrado voluntario, a todos los prisioneros que han logrado libertarse de los lazos de la carne y de la ilusión.”(D.S. Vol 1 - H.P.B)

Nosotros los cansados peregrinos, también esperamos redimir nuestros sueños, enjugar nuestras lágrimas y aliviar nuestros dolores, aún antes de cruzar al otro lado, ayudando a otros a alcanzar ese mismo lugar.

¡Feliz Wesak!

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martes, mayo 9

Entre Dos Infinitos



ENTRE DOS INFINITOS

 (Si te gusta la música, acompaña esta lectura con lo que ella inspiró)

Después de escribir las últimas letras de un inacabado poema, el poeta apartó sus manos lejos del frío y arrugado papel, tan frío como su propia alma.

Tras desesperados intentos, no había podido encontrar dentro de sí la divina inspiración para su poema.


“¡Necesito musica; necesito que los ángeles toquen mi seco corazón!” se dijo a sí mismo. Con ojos húmedos y manos temblorosas hizo girar una vez más el viejo disco con su música favorita.


Despaciosamente, siguió lánguidamente el trazado aéreo de la divina música,ascendiendo hasta planos etéreos que él sólo conocía, salvando de morir a su alma un día más.


Paisajes sublimes aparecieron entonces ante sus ojos ahora serenos, bosques de eterno verde, fuentes de aguas turquesas, donde las hadas calman su sed.


Entonces, su corazón consolado se llenó de cálida alegría, tanto que por un momento pensó que incluso pudiera morir de felicidad…


A la mañana siguiente, un sirviente entreabrió despacio la puerta del estudio, extrañado por el silencio entró en la estancia, mas era ya demasiado tarde. Su cuerpo inánime yacía sobre el escritorio.


Todos lamentaron aquella pérdida, y su obra inacabada. Una multitud doliente acompañó su cuerpo hasta su última morada.


Aquella misma noche, el poeta, que había estado navegando por paraísos infinitos de inspiración celeste, volvió de aquél lugar secreto para acabar su poema... pero no pudo encontrar su cuerpo.


Triste, sin cielo y sin cuerpo, sin manos para escribir, su alma permaneció absorta durante largo tiempo enfrente del viejo escritorio.


Entonces escuchó una música diferente, que procedía de un lugar ignorado, tan bella que suspendió su alma en una suerte de instante eterno e infinito y, aunque no tenía ya cuerpo, todavía podía sentir su corazón palpitando...


Muchos días y años pasaron, dejando caer inútilmente miles de atardeceres sobre las cortinas opacas y polvorientas de aquella habitación. Hasta que una noche solitaria un ángel pasó en su camino de vuelta por aquel lugar solitario y triste para llevarse consigo los quebrados jirones de lo que un día fue un fantasma enamorado.


Pero antes de marchar, con sus propias manos celestiales escribió la última palabra, el final del poema más hermoso jamás escrito por un hombre y... un ángel.





 

domingo, mayo 7

Inteligencia Artificial II - Inteligencia Artificial y la 4ª Revolución Industrial

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INTELIGENCIA ARTIFICIAL II

INTELIGENCIA ARTIFICIAL Y LA 4ª REVOLUCIÓN INDUSTRIAL

El Deseo inmoderado, la búsqueda de las ganancias fáciles y rápidas nos están conduciendo a repetir alguno de los errores cometidos en la pasada Revolución Industrial a principios del siglo XIX.

No es casual que en nuestros medios de difusión no haya una semana, o incluso un día, en el que no haya un artículo o documental, o programa de debate alrededor de la Inteligencia Artificial.

Quienes están interesados en promoverla a toda costa muestran signos inequívocos de ansiedad por lograr sus objetivos. Quieren que estos fines sean aceptados y “deseados” por todos. Eso facilitaría en gran manera la implantación de la tan deseada 4ª Revolución Industrial.

Klaus Schwab, al que nadie ha elegido o nombrado, salvo los que están en la sombra, es el fundador del llamado foro de Davos o Foro Económico Mundial (WEF). Durante el periodo de pandemia por todos sufrido publicó las líneas generales de tan deseada transformación mundial, señalando dicho libro las “oportunidades” y los “desafíos” de la esperada Cuarta Revolución Industrial. (“Shaping the Future of The Fourth Industrial Revolution”, Klaus Schwab) Las oportunidades a las que se refiere son las oportunidades para los de siempre, mientras que los desafíos consisten en hacer encajar y aceptar esos cambios a los demás.

En el prólogo a dicha obra, Satya Nadella, consejero delegado de Microsoft no se recata en señalar que,

…la confianza en el mundo digital de hoy significa todo. En todos los rincones de este mundo, necesitamos un entorno regulatorio revitalizado que promueva el uso innovador y seguro de la tecnología. El mayor problema son las leyes anticuadas que no son adecuadas para hacer frente a los problemas contemporáneos.

Sin embargo, las leyes nunca son anticuadas o modernas, sino justas o injustas. De hecho el principal problema, la invasión de las competencias privadas por parte de las corporaciones internacionales, que ya todos experimentamos, incluso en nuestros desplazamientos por la Web, se acentúa aún más, porque la médula principal de esta Cuarta Revolución Industrial se asienta sobre el desarrollo radical y a toda costa de la Inteligencia Artificial, sin la cual ello no sería posible. Continúa el libro señalando los problemas que pueden surgir:

Los robots controlados por IA tendrán un impacto difícil de predecir tanto en la reorganización de las habilidades como del empleo, creando fuertes tensiones en la sociedad. Además, el funcionamiento de los algoritmos de aprendizaje automático sigue siendo opaco para la mayoría de las personas, y estos mecanismos pueden reflejar sesgos socialmente indeseables que deben corregirse. Los pronosticadores a largo plazo advierten que no se deben subestimar las amenazas existenciales si no logramos alinear los valores de la IA con los valores humanos. También advierten sobre los riesgos de ciberseguridad que pueden ocurrir si los delincuentes engañan, piratean o confunden las aplicaciones de IA.

…no es simplemente un avance incremental de las tecnologías digitales actuales. Las tecnologías de la Cuarta Revolución Industrial son verdaderamente disruptivas: alteran las formas existentes de detección, cálculo, organización, actuación y entrega. Representan formas completamente nuevas de crear valor para las organizaciones y los ciudadanos. Con el tiempo, transformarán todos los sistemas que damos por sentado hoy, desde la forma en que producimos y transportamos bienes y servicios, hasta la forma en que nos comunicamos, la forma en que colaboramos y la forma en que experimentamos el mundo que nos rodea. Los avances en neurotecnologías y biotecnologías ya nos están obligando a cuestionar qué significa ser humano.

Las amenazas señaladas en los párrafos anteriores son muy serias y deben tenerse muy en cuenta, porque en definitiva estamos hablando de:

Cambiar las leyes, ya anticuadas según ellos, porque los dirigentes y dueños del mundo digital, necesitan derribar, como de hecho ya lo hacen, las barreras entre las naciones, los continentes, e incluso dentro de las familias. Pero aquello que se señala como barreras contra el desarrollo de la Inteligencia Artificial y la revolución industrial acompañante, es en muchos casos el último bastión de seguridad colectiva y personal. Internet por ejemplo, y suponemos que también ocurrirá lo mismo con la Inteligencia Artificial, ya se interpone en el seno mismo de las familias, y se encarga de crear olas de opinión, manejadas, en contra de algo o alguien según intereses.

Sin embargo, para las élites sólo se trata de encajar en sus negocios y proyectos el modelo digital y robótico, mientras que las verdaderas dificultades son las que se derivan para la población general: se calcula que se perderán en una primera ola unos 300 millones de puestos de trabajos en todo el mundo, que se acentuará con el paso del tiempo, dando lugar a una masa itinerante de desempleados o sub-empleados a los que habrá que distraer con algo. Por tanto, sin lugar a duda, la 4ª Revolución Industrial y la Inteligencia Artificial son disruptivas

Ciertamente la Primera Revolución Industrial supuso la mejora de vida y el avance colectivo de la ciencia, pero alcanzar esa mejora material de vida ha necesitado más de un siglo, algo reciente. Pero para alcanzar esa mejora de vida se sometió a una explotación sin límites a los más débiles, a los niños, a la gente pobre, que tuvo que avenirse a horas interminables de trabajo, con pagas que apenas cubrían las necesidades. El número de enfermedades por hacinación y falta de higiene aumentó considerablemente. Esa fue la causa de la aparición de los movimientos y sindicatos obreros, que reivindicaron los derechos de los trabajadores. Esto no volverá a suceder ahora ya que estas organizaciones están perfectamente integradas en el sistema y domesticadas.

Ejemplo de la domesticación social es el control digital del ciudadano: el reconocimiento facial, por ejemplo, permite que en China se establezca una puntuación oficial del “buen ciudadano” y qué se considera como un mal ciudadano, según pague o no sus facturas, atienda sus obligaciones “ciudadanas”, etc., o simplemente publique una crítica hacia el gobierno. De tal manera que se le puede negar a alguien la venta de un billete de avión basado en dicho historial ciudadano, o incluso el traslado a otra ciudad.

En una reciente carta abierta, firmada por el empresario Elon Musk y una docena de líderes tecnológicos, profesores e investigadores, y que fue publicada por el “Future of Life Institute”, se dice lo siguiente sobre el desarrollo de la IA:

Los sistemas de IA con inteligencia humana-competitiva pueden plantear riesgos profundos para la sociedad y la humanidad, como lo demuestra una extensa investigación y reconocido por los mejores laboratorios de IA. Como por ejemplo se afirma en el ampliamente respaldado documento sobre “Principios de IA de Asilomar”:…La IA avanzada podría representar un cambio profundo en la historia de la vida en la Tierra, y debe planificarse y gestionarse con el cuidado y los recursos correspondientes.. Desafortunadamente, este nivel de planificación y gestión no está ocurriendo, a pesar de lo cual en los últimos meses los laboratorios de IA han entrado en una carrera fuera de control para desarrollar e implementar mentes digitales cada vez más poderosas que nadie, ni siquiera sus creadores, pueden entender. predecir o controlar de forma fiable.

El documento plantea así si se debe o no permitir que administren nuestros canales de información (algo que ya ocurre), pudiéndose llenar de propaganda y mentiras programadas o incluso la aparición de “iniciativas” propias por parte de las máquinas inteligentes. Se cuestiona también si deberíamos desarrollar “mentes no humanas”, que podrían llegar a superarnos no sólo en número, sino también en astucia y en capacidad de reemplazo, perdiendo así el control de nuestra propia civilización.

Evidentemente estas graves decisiones no pueden dejarse en la mano de burócratas o de líderes tecnológicos no elegidos por nadie. El documento hace además una llamada a todos los laboratorios de IA para parar de inmediato el entrenamiento de los sistemas de IA más avanzados como el ya existente GPT-4.

A pesar de la buena voluntad existente por parte de algunos de los actores implicados en el desarrollo de la IA, no debemos olvidar la naturaleza del ser humano. No es raro encontrar hoy en día grupos de jóvenes entusiastas que asocian el desarrollo de la IA al desarrollo de sus propias habilidades como jugadores digitales. Los que desean ansiosamente ver avanzar las potencialidades de la IA lo hacen a veces pensando en el beneficio personal, la fama, o simplemente porque se sienten dueños del nuevo mundo que se avecina. Ciertamente no hay que temer la Inteligencia Artificial, pero para ello debe estar en todo momento bajo control humano y de las leyes.

Quizás no ha llegado todavía el momento de aplicar las 3 Leyes de la robótica que propuso el científico y divulgador Isaac Asimov:

Primera Ley: Un robot no hará daño a un ser humano, ni por inacción permitirá que un ser humano sufra daño.

Segunda Ley: Un robot debe cumplir las órdenes dadas por los seres humanos, a excepción de aquellas que entren en conflicto con la primera ley.

Tercera Ley: Un robot debe proteger su propia existencia en la medida en que esta protección no entre en conflicto con la primera o con la segunda ley.

No obstante, el consenso general de los especialistas señala que es importante y se necesita implementar los siguientes puntos:

  1. Seguridad: los sistemas de IA deben ser seguros y estar protegidos durante toda su vida operativa, de manera verificable cuando sea aplicable y factible.
  2. Transparencia ante los fallos: si un sistema de IA causa daño, debería ser posible determinar por qué.
  3. Transparencia Judicial: Cualquier intervención de un sistema autónomo en la toma de decisiones judiciales debe brindar una explicación satisfactoria y auditable por una autoridad humana competente.
  4. Responsabilidad: los diseñadores y constructores de sistemas avanzados de IA son ellos mismos partes interesadas en las implicaciones morales de su uso y mal uso. Es su responsabilidad dar forma a esas implicaciones.
  5. Alineación de valores: los sistemas de IA autónomos deben diseñarse de modo que se pueda garantizar que sus objetivos y comportamientos sean conformes con los valores humanos.
  6. Valores humanos: los sistemas de IA deben diseñarse y operarse de modo que sean compatibles con los ideales de dignidad humana, derechos, libertades y diversidad cultural.
  7. Privacidad personal: las personas deben tener derecho a acceder, administrar y controlar los datos que generan, dado el poder de los sistemas de inteligencia artificial para analizar y utilizar esos datos.
  8. Libertad y privacidad: la aplicación de la IA a los datos personales no debe restringir injustificadamente la libertad real o percibida de las personas.
  9. Beneficio compartido: las tecnologías de IA deberían beneficiar y empoderar a tantas personas como sea posible.
  10. Prosperidad compartida: la prosperidad económica creada por la IA debe compartirse ampliamente para beneficiar a toda la humanidad.
  11. Control humano: los humanos deben elegir cómo y cuándo delegar decisiones a los sistemas de IA para lograr objetivos elegidos por los humanos.
  12. No subversión: El poder conferido por el control de sistemas de IA altamente avanzados debería respetar y mejorar, en lugar de subvertir, los procesos sociales y cívicos de los que depende la salud de la sociedad.
  13. Carrera armamentista de IA: se debe evitar una carrera armamentista en armas letales autónomas.

Aquello que se plantea como una esperanza para la humanidad, sobre todo por parte de aquellas élites que se beneficiarían de inmediato, quizás pueda en un futuro beneficiar a la humanidad en su totalidad.

Sin embargo, la pregunta es si el efecto “disruptivo” que todos señalan, puede llegar a sobrepasar los beneficios, o incluso destruirnos.

Estas y otros principios señalados más arriba deberían ser aplicables, aunque quizás nunca lo sean, dada la poca o nula aplicación de estos mismos principios AHORA en nuestra sociedad, como podemos ver en los puntos 2, 3, 4, 5, 6, 7, 8, 9, 10, 11, 12, o sea prácticamente casi todos son violados…


(Publicado en 1/05/2023 en Revista Esfinge, por el mismo autor)

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viernes, mayo 5

Inteligencia Artificial I - Conciencia Humana y conciencia artificial

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INTELIGENCIA ARTIFICIAL I

Conciencia Humana y Conciencia Artificial

Cuando menos es curioso, si no ridículo, observar como generalmente en los libros y películas, se justifica la cualidad “humana” de ciertas máquinas o robots basándose en el hecho de poseer también sensibilidad y emociones.

No hace muchos años, en una famosa serie, Star Trek, había un personaje curioso, el jefe científico Spock, que era medio humano y medio nativo del planeta Vulcano. A lo largo de esta serie televisiva Spock está en lucha constante entre su mitad vulcana, caracterizada por la razón y la lógica, y su mitad humana regida por la emoción,aunque finalmente siempre prevalecía su parte lógica. Muchos de sus compañeros, en la nave espacial, dudaban de su humanidad dada su apariencia fría, aparentemente no mostrando emoción alguna. Se trata del mismo tipo de juicio que hacemos con respecto a la conciencia robótica.

Sin embargo, en esta serie, en las situaciones más peligrosas, a menudo tras el fracaso de los “humanos”, con sus miedos, histerias, agresividad, etc., es la figura de Spock la que salva a la tripulación, frecuentemente poniéndose a sí mismo en peligro, sacrificándose por el bien de los demás, dominando sus pasiones, miedos e incertidumbres y, sobre todo, dominando el propio egoísmo.

¿Actuaba entonces como un ser medio humano? ¿infrahumano? ¿suprahumano? ¿O auténticamente humano?.

Cuando hablamos de Conciencia ¿nos referimos a la autoconciencia o a la conciencia perceptiva del mundo alrededor?. En otras palabras, ¿se trata de una conciencia del mundo interno o del mundo externo?

Si la conciencia consiste en “darse cuenta” de lo “otro”, percibir aquello que es externo a nosotros mismos, en ese caso un átomo e incluso un electrón también tienen conciencia, pues ante la “presencia” de otra partícula reacciona, uniéndose a ella, o rechazándola, etc. Una ameba sería otro buen ejemplo: póngase uno de estos “bichejos” en un medio líquido, en un contenedor que tenga en uno de sus lados una gran cantidad de elementos nutritivos disueltos en el agua, y en el lado opuesto que no haya nada. Después de un cierto tiempo veremos todas las amebas del recipiente moverse alrededor del lado nutritivo del contenedor. Hagamos la misma prueba colocando un electrodo que genere una descarga eléctrica. Rápidamente la ameba “tomará conciencia” de ese electrodo tras recibir unos cuantos vatios de descarga.

Hagamos evolucionar a estos seres dotándolos de nuevas opciones, tales como volar, andar, nadar, trasladarse, unirse con otros, etc. Aquí tendremos entonces un nuevo órgano especializado en almacenar las buenas y las malas opciones, o sea un sistema nervioso central, que nos “aconseja” huir cuando es conveniente o “acercarnos” si llega el caso.

Así hemos llegado a un grado de conciencia más sutil, un proceso avanzado válido tanto para los descendientes lejanos de la ameba como para los hijos de la ingeniería. Estos últimos ayudados en su conciencia artificial por la inteligencia y memoria almacenada en un pequeño ordenador ambulante. Esta conciencia puede ampliarse, y su memoria correspondiente, todo lo que se quiera, puede ocupar Terabytes de Terabytes, una increíble masa de información, y con un sistema automático de decisiones sobre “lo conveniente o no conveniente” para ese ser “inteligente“ manejado por una CPU cuántica.

Por medio de la evolución natural o artificial, hemos llegado pues a dos tipos de seres super inteligentes, llenos de esa cualidad llamada “conciencia externa”, uno como resultado de la evolución biológica, el otro como hijo de la ingeniería humana avanzada. Hasta aquí nada les distingue, de hecho la máquina puede ser más rápida en tomar ciertas decisiones, en aprender ciertos datos y almacenarlos sin verse afectada por cosas como el Alzheimer; e incluso puede hablar, expresarse en varios idiomas, y con el tiempo aprenderá a IMITAR TODOS LOS SENTIMIENTOS HUMANOS.

Llegados a este punto, muchos dirán que en dónde está la diferencia entre un ser humano y una máquina avanzada. Algunos señalarán que no hay diferencia, salvo que la máquina es más rápida, puede incrementar aún más su memoria, y… es eterna, basta con transferir su memoria y CPU a otras máquinas más avanzadas.

De hecho, lo anterior es la base del llamado “Transhumanismo”, donde algunos propugnan no sólo cambiar una pierna, o un ojo, u oído, por otro mejor y artificial, sino también almacenar “todo el ser” (o sea, lo que algunos entienden por ser), su memoria, sus gestos, sus gustos, etc., en una máquina, siempre renovable, y por tanto conseguir la inmortalidad aquí en la Tierra.

- ¡Oiga! Todo eso está muy bien, ¿pero qué pasa con lo que usted señaló más arriba: la intra-conciencia?
- ¡Ah! Eso es harina de otro costal. Y muy importante, porque aquí radica el quid de la cuestión.

Pero antes de proseguir, quisiera hacer un pequeño inciso aclaratorio: Se puede reunir una biblioteca tan grande como la mítica Biblioteca de Alejandría, y juntar allí todos los tratados importantes, metafísicos, religiosos, míticos, filosóficos, etc. que han existido a lo largo de la historia. Y además todas la grabaciones en directo de los grandes filósofos y místicos que han existido (si pudiéramos grabarlos desde las ondas etéricas del espacio infinito), y con todo eso tratar de convencer a alguien de la existencia de lo METAFÍSICO, o sea de aquello que va más allá de este mundo material.

Por otro lado, también podríamos reunir otra biblioteca enorme, compuesta por una legión de libros escritos por escépticos, por materialistas convencidos, por ateos incorregibles y científicos creyentes sólo en los átomos y en sus números atómicos, por evolucionistas que insisten en hacer del mono nuestro ancestro, e incluso de geneticistas que dicen que entre el DNA de un mono* y el de un hombre no hay gran diferencia, en fin, todos esos libros juntos para convencerte de que no hay nada metafísico, y que TODO ES MATERIA.

* Es cierto que los humanos comparten el 96 % de su ADN con los monos, e incluso el 98,79 % con los chimpancés, pero también están próximos en un 98,5 % a los delfines, en un 75 % a los ratones y en un 70 % a las babosas. Dicho esto, conviene recordar que también compartimos el 50 % de nuestro ADN con los plátanos y eso no significa que seamos mitad plátano. Así que hay límites a lo que la genética puede decirnos sobre lo que significa ser humano» según menciona en 2002 el genetista británico Steve Jones (Miserias del antiespecismo, por M. Marechal)

Tú decides.

Creo que todos hemos decidido alguna vez sobre este tema, argumentar sobre ello sería interminable, agotador e inútil. Por tanto, si piensas que lo metafísico existe, continúa leyendo, si por el contrario no piensas eso, si acaso sólo sigue leyendo por curiosidad, si quieres.

Volviendo pues a nuestro tema principal, deberemos decir que el ser humano posee también una intra-conciencia, o sea una percepción, una sensibilidad y un pensamiento elevado que se dirige hacia otros mecanismos más allá de la razón. ¡Ojo!, más allá, pero siempre apoyados en la razón para poder llegar hasta allí, hasta sus mismas fronteras, hasta donde la razón tiene su límite, y desde ahí poner en marcha otros mecanismos intuitivos, lo que los orientales califican como “Intuición Interna”. Si no lo hiciéramos así, bajo esas condiciones, caeríamos en fantasías y elucubraciones sin fin.

En ese otro nivel encontraremos cosas como la Razón Pura, muy diferente de la razón material apegada a las conveniencias que hemos dejado detrás por superación; aún por encima de ésta tenemos la Intuición iluminadora, la inspiración espiritual, y una visión profunda que nos permite integrar, más allá del tiempo, todo el Ser atrapado en el presente con lo Atemporal. Ahí encontraremos también las raíces necesarias e inspiradoras del Bien, de la Justicia, de la Verdad y de la Belleza trascendente, que una vez activas en nuestra conciencia serán las inspiradoras del quehacer cotidiano y la fuente de toda Ética trascendente, válida para conducirnos desde esta vida a otra Vida Superior, que no es la de los “angelitos con un arpa”, sino la vida cristalina y diamantina del Espíritu.

Allá al fondo, en lo que hemos dejado atrás, aún se puede oír el ruido de los engranajes de la máquina, e incluso percibir el movimiento de los electrones a través de sus circuitos, los de la conciencia mecánica externa e intelectual, la que sabe elegir entre el sí y el no, entre el 1 y el 0, y lo que más le conviene a su yo egoísta entre las cosas de este mundo horizontal. No obstante, esa no es la Música que tú oyes en el Silencio, ni la Inteligencia que te permite elegir en tu interior AQUELLO QUE TRASCIENDE ESTE MUNDO.

(Publicado en 1/05/2023 en Revista Esfinge, por el mismo autor)

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miércoles, mayo 3

Interiorizar y Exteriorizar - Ora et Labora

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Interiorizar y Exteriorizar

Ora et Labora

Vivir en la vorágine del día suele suceder en los primeros años de nuestra vida. Inmersos en la lucha por la supervivencia, muchas veces despiadada, hace que las fuerzas aún vibrantes de la juventud inciten a la batalla, a la respuesta inmediata, a abrirse camino incluso a trompicones. La necesidad de afirmación y conquista vierten hacia el exterior toda nuestra energía e intenciones.

El paso de los años, la aparición de las enfermedades, a veces las decepciones mundanales, inevitablemente conducen a una especie de depresión vital, no sólo psicológica, tal como les sucede a menudo a las personas mayores. La impotencia para comunicar las propias experiencias, bien por incertidumbre o a causa de conflictos aún no resueltos, las traiciones de los demás o de uno mismo que giran constantes en la conciencia, acosada ésta por la cercanía de la inevitable muerte, tienden a aislar al ser humano. Así la edad avanzada nos arroja al camino de la soledad interior y a la renuncia a un mundo que no entendemos, y que de todas maneras ya no nos importa.

“Así oí en cierta ocasión”, ¡qué bella expresión ésta!, es la frase con la que comienzan muchos sutras budistas, porque esas son las palabras que preceden la enseñanza de un sabio. Oí pues a un filósofo y sabio decir, algunos años atrás, que cuando más se interiorizan las cosas más hay que exteriorizarlas. Salir hacia fuera realmente, necesita primero haber caminado hacia adentro, y sólo un camino verdadero interno es el que conduce a la acción externa.

Todos los grandes reformadores del mundo, primero tuvieron que caminar hacia dentro, y de su senda en las cavernas interiores, surgieron a la luz miríadas de luces que iluminaron la noche de la humanidad.

La vida nos propone justamente lo contrario, la salida al exterior sin preparación real, la decepción, la frustración, y luego el encerrarse en la nada vacía del fracaso interior.

Pero este juego dentro-afuera, no sólo se corresponde con las edades del hombre, sino que debe regir cada instante de la vida. Hoy el mal entendimiento de algunas enseñanzas, lleva a la gente joven e incluso no tan joven, tratando de aliviar su dolor presente, a ejercicios de meditación pseudo orientales que más bien deberían llamarse “ejercicios de adormecimiento” o incluso “ejercicios de vacío mental”.

Así se ordena no pensar, “poner la mente en blanco”, como si la mente se pudiera parar en seco. O concentrarse en la respiración, sin entender bien por qué o para qué, o recitar palabras casi ininteligibles en cualquier idioma que no sea el de uno mismo, mientras más oscuro mejor, o sea que se trata de practicar diversas formas de “Valium Mental”, pues en eso consisten: son técnicas de adormecimiento de la propia conciencia que nos aguijonea dolorosamente.

Nuestro mundo está en plena decadencia, como lo estaba el Imperio Romano a principios del siglo VI, época en la que Benito de Nursia estableció unas reglas monásticas, la llamada Regla Benedictina, cuyo eje central giraba alrededor del lema “Ora et Labora”, o sea rezar y meditar de un lado, y trabajar del otro en el mundo externo en relación con los demás. Era un punto medio entre las exigencias de la comunidad idealista a la que se pertenecía, es decir entre la institución y por otro lado el desarrollo individual, y aunque no expresado directamente en el lema, éste también incluía las lecturas, o sea la formación personal.

No hay que subir a una montaña del Tíbet, para seguir un camino sereno de disciplina personal, meditación, trabajo en la relación con los demás y aprendizaje. En esto precisamente consistían tanto las antiguas escuelas de filosofía, como los templos tibetanos, donde cada uno tenía su responsabilidad consigo mismo, con la comunidad, y al mismo tiempo con la obligación de aprender y enseñar.

Benito de Nursia, su orden monástica, ayudó entonces a cruzar las aguas de la Edad Media, rescatando obras de inmenso valor, y sobre todo enseñando a muchas generaciones.

Ahora, en pleno siglo XX-XXI, al comienzo progresivo de esta Nueva Edad Media, esto mismo es lo que nos enseñó el sabio filósofo al que tantos añoramos.

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