martes, abril 2

Filosofía de la India 3 - La Cultura del Valle del Indus

Filosofía de la India 3

Esquema y Clasificación

La Cultura del Valle del Indus

La filosofía de la India es compleja y extensa. A lo largo de los siglos, el pensamiento hindú naturalmente tendente al idealismo y al misticismo, ha producido amplias variaciones pero con elementos siempre reconocibles. La mayor parte de las escuelas de pensamiento y movimientos religiosos giran en torno a los Vedas, bien sea para hacer hincapié sobre un punto, o para desarrollar doctrinas incluso opuestas.

La realidad, para la mentalidad hindú, es caleidoscópica, así puede el devoto fiel dirigirse a su divinidad preferida con la que se identifica, y acto seguido fundir en la misma todas las otras expresiones divinas, se trata de un acercamiento desde la multiplicidad en busca permanente de la Unidad.

En el terreno filosófico también adopta diversas herramientas de análisis, que conforman escuelas diferentes, pero todas colaborando al mismo fin: la búsqueda de la Verdad y, a través de ella, de la Liberación. No se filosofa, ni se adora, ni se adentra en el misticismo para simplemente saber, o satisfacer la vanidad e una deidad, o para entrar en raptos místicos alejados del mundo, sino para lograr la liberación final y mostrar el camino a otros hacia el mismo objetivo.

Tal complejidad, aunque unitaria en la mente hindú, sin embargo frente a la mentalidad occidental se muestra como un caos de actitudes dispares y creencias. Con objeto de facilitar su estudio abordaremos en primer lugar la descripción a vuelo de pájaro del conjunto de la filosofía y religión inda, y para ello nos ayudaremos de gráficos descriptivos que, obviamente, como toda clasificación, sólo intenta servir de guía transitoriamente, sin pretender ser una visión cerrada e inamovible.

Comenzaremos pues con un esquema raíz básico:

La Historia de la India se desarrolla a lo largo de miles de años. La cultura del Indus, de la que hablaremos más adelante, se le calcula unos 3.300 años a.C.E (antes de la Era Común). En cuanto a los textos más antiguos, los Vedas, se les atribuye una antigüedad de unos 2000 años a.C.E. No obstante esta última datación se basa en la estimación de los primeros sanscritistas, especialmente el profesor Max Müller, quien años después, al ser interrogado sobre la fecha fijada por él, reconoció que no tenía fundamento alguno, sino una simple conjetura arbitraria. A pesar de ello, esa cifra se sigue repitiendo hasta hoy en día:

“No hace falta decir que estoy de acuerdo con todos mis críticos. Me he detenido repetidamente en el carácter enteramente hipotético de las fechas que me atrevo a asignar a la literatura védica... Si los himnos védicos fueron compuestos en el año 1000, 1500 o 2000 o 3000 a.C., ningún poder en la tierra podrá determinarlo jamás.” (Max Müller)

Dado que el río Sarasvati, uno de los afluentes del Indus, que según estima la geología se secó hacia el 1900 a.C.E., en un largo proceso continuo que comenzó hacia el 3000 a.C.E., y puesto que este río sagrado es mencionado muchas veces en los Vedas, obviamente la cultura védica se remonta al menos al tercer milenio a.C.E. Por tanto la cultura del Indus (Harappa y Mohenjo Daro) es posterior a la cultura védica, tal como demuestran los modernos estudiosos hindúes.

Cultura del Valle del Indus


Los comienzos de la Civilización del Valle del Indus/Sindhu se sitúan alrededor del 3300 a.C.E. y se extiende hasta el 1300 a.C.E. Conforma junto a Egipto y a Mesopotamia y China cuatro núcleos civilizados relacionados con las culturas fluviales, en Egipto el Nilo, en Mesopotamia el Tigris y el Eufrates, en China el río Amarilo y el Yangzé, y en la India el Indus o Sindhu, cuyo origen mítico se sitúa en tres fuentes primarias en los Himalayas y en Siete Corrientes Hermanas, de las que hablaremos más adelante.
Vista General de Harappa
Recreación del aspecto de la ciudad de Harappa

Las primeras excavaciones fueron las de la extinta ciudad de Harappa, posteriormente apareció Mohenjo Daro, y aún mas tarde un numeroso grupo de asentamientos que conservaban similares trazos culturales. Durante su máximo apogeo se extendió desde el actual estado de Uttar Pradesh en la India oriental, hasta el Beluchistán en Pakistán, al oeste, y desde Afghanistán al norte hasta Gujarat al Sur.

Representa el paso desde el neolítico de las poblaciones seminómadas a los asentamientos urbanos, presentando muchas características similares a la también naciente civilización mesopotámica, de la que recibió influencias y con la que mantuvo relaciones culturales y comerciales.

ELEMENTOS SIMBÓLICOS Y RELIGIOSOS

LA GRAN DIOSA MADRE

Aparecen repetidamente figuras femeninas, similares a las “venus” encontradas en otras áreas culturales pero al mismo tiempo con características propias bien definidas. Probablemente algunas de ellas representan juguetes, otras exvotos, o imágenes utilizadas en el ámbito del culto en los santuarios domésticos o familiares. Representan desde diosas madres, similares a los cultos que aparecen desde Beluchistán hasta las culturas del Egeo en Occidente.

Diosas Madre Egeo
Diosa Madre del Indus junto a imagen de la diosa Saraswati

SHAKTISMO

Según el erudito arqueólogo prof. Marshall, es en estas diosas donde se da comienzo a las posteriores sectas del shaktismo, las diosas femeninas expresión complementaria del dios principal. La shakti es el poder o energía de un dios manifestado por medio de su consorte. Según Marshall este culto primitivo de la diosa madre condujo a la transformación de la diosa en una personificación de la energía femenina (shakti) como principio generador eterno, unida al principio eterno masculino, convirtiéndose así en el dios creador y en la Madre del Universo respectivamente.

SHIVA - RUDRA, EL GRAN DIOS MASCULINO

Proto-Shiva, sentado en posición de yoga y como señor de las bestias, Prasupati

La figura anterior, ha sido interpretada como una forma primitiva de lo que luego se conocerá como el dios Shiva. Este dios ni siquiera aparece en los textos védicos. En estos textos sólo se menciona al dios Rudra, que se suele interpretar como una forma previa de Shiva. Se presenta aquí bajo la forma de un practicante de yoga, con los talones juntos y los dedos de los pies hacia abajo. Brazos extendido ligeramente apoyados sobre las rodilla y con los pulgares hacia fuera (Marshall)

Shiva fue considerado posteriormente como el patrón de los ascetas y yoguis (el Mahayogui). Shiva también es denominado “Prasupati”, el señor de las bestias o animales. No sólo está rodeado de animales, sino que también en muchas representaciones posteriores de Shiva aparecen ciervos en posición similar debajo del estrado donde se sienta (uno de ellos se ve parcialmente)

Las representaciones yóguicas aparecen en otras imágenes posteriores, lo cual sugiere que era reconocida como una práctica ritual extendida.

LOS 7 RÍOS, Y SARASVATI, LOS 7 RISHIS Y LAS PLÉYADES

La geografía sagrada del Rigveda hace referencia a las Sapta Sindhava o los “siete ríos” que van desde el Indus en el oeste hasta el Ghaggar-Hakra en el este. El nombre primitivo del Penjab era precisamente el de “Sapta Sindhu”. Se cree que esta noción de las “siete hermanas ríos” fue heredada por los escritores védicos probablemente a partir de su origen en Harappa.

De estas siete corrientes fluviales, una de ellas hoy desaparecida, el río Saraswati adquirió por derecho propio una gran importancia mitológica, convirtiéndose en la representación alegórica de la diosa Saraswati, la esposa de Brahma, diosa de la cultura, la música, la poesía y la sabiduría.

Río-Diosa Saraswati

Junto al Yamuna y al Ganges, el río Saraswati constituía una tríada sagrada, el Triveni, donde ocurre la unión de los tres ríos sagrados, de los que sólo quedan ahora dos.

Peregrinos en la confluencia del Yamuna y el Ganges, y el oculto río Saraswati”

Himno a Saraswati, RigVeda

“Ella nos ha hecho extendernos fuera del alcance de todos los enemigos, más allá de sus Hermanas, ¡Oh Sagrada!.

Mientras Surya pasa los días, Ella es la más querida entre las queridas corrientes de las Siete hermanas, amablemente dispuestas. Sarasvati se ha ganado nuestras alabanzas.

Sarasvati guárdanos del odio, tú quien has dado plenitud a los reinos de la tierra, y esa amplia extensión del firmamento.

Siete hermanas, surgidas de una fuente triple, Cinco tribus prosperan, ella debe ser invocada en cada acto de poder."

Sello 430, Arriba a la izquierda divinidad rodeada de dos ramas principales y 6 ramificaciones, enfrente adorador y cabra con el símbolo del pez encima, abajo 7 figuras (7 ríos, 7 Rishis, 7 Pléyades)

En un conocido sello, el nº 430, conocido como el Sello de la Adoración Divina, aparece una escena narrativa y conmemorativa. Aparece en ella un ser humano rodeado por la ramas de un árbol, y enfrente otro ser humano arrodillado junto a una cabra. Debajo se sitúa una serie de figuras en número de siete. En el Rig Veda Saraswati es adorada como la principal entre 7 hermanas ríos (Sapta Sindhava), otros autores como Allchin, señalan que representan a los 7 Rishis y con las 7 Madres de los tiempos finales, para otros como Parpola, representa a los hijos de Brahma y la misma Saraswati, los 7 sabios de la constelación de la Osa Mayor, para otros incluso puede tratarse de las Pléyades. Una de las características del sistema simbólico de lenguaje de la Civilización del Indus es la aparición de varios signos en relación a las estrellas, como el que aparece sobre el lomo de la cabra.

EL AGUA EN LA IDEOLOGÍA DE HARAPPA

Marshall señala la importancia del agua para la cultura de Harappa. Señala que aunque no se ha encontrado ninguna divinización concreta que considerase la santidad del agua en sentido abstracto, no obstante el agua era objeto de reverencia y ocupaba un lugar importante en la práctica religiosa de los ciudadanos de Mohenjo Daro, como lo muestra la construcción del llamado Gran Baño, y todos los arreglos para el drenaje, pozo e instalaciones de baño en la ciudad. Señala que pocas ciudades en la antigüedad prestaron tal atención al baño ritual, y con connotaciones religiosas importantes. Desde entonces, en la civilización hindú, las abluciones, la inmersión en las aguas del Ganges, y en otros lugares forman parte muy importante de las creencias religiosas.

Mohenjo Daro, el Gran Baño

ESCRITURA DEL INDUS

Muchos han sido los intentos de descifrar dicho lenguaje, si de un lenguaje se trata, aunque pudiera ser un sistema de signos de lugar o manufactura. Las teorías al respecto intentan encajar dicho escrito o bien como una forma de lenguaje dravídico, o bien como sánscrito primitivo, e incluso como lenguaje proto-fenicio. Las teorías, como muchas otras concernientes a la civilización hindú, están fuertemente influenciadas por presupuestos políticos. Para los que sostenían la teoría de una civilización drávida original, y que sufrió la violenta invasión aria que la destruyó, estos signos representan un lenguaje protodravídico. Esta teoría de la invasión destructiva aria no se sostiene más, pues no hay signos de tal invasión ni de destrucción violenta de las ciudades del Indus.

Para los que sostienen que la civilización aria es originaria de la India, tratan de probar que se trata de un lenguaje sánscrito primitivo, ésta visión es promovida especialmente por el Hindutva, o sea el renacimiento nacionalista hindú, que cree y justifica una hegemonía Hindú de la India.

En todo caso los más de 400 signos recogidos apuntan a una lengua simbólica-silábica. En el caso de los alfabetos posteriores el número de signos escritos varían, como en el fenicio y en sus sucesores (griego, árabe) desde en torno los 22 a los 40 caracteres, a grosso modo. Mientras que los lenguajes logográficos como el chino tienen unos 3000 caracteres en el lenguaje corriente, y el egipcio tiene unos 1.070 caracteres definidos. Por consiguiente el sistema escrito del Indus ocupa una posición intermedia, no tratándose de un lenguaje silábico, ni tampoco de un sistema logográfico.

En todo caso el futuro quizás nos depare sorpresas, por el momento siempre nos queda el enigma de la real significación de la cultura del Indus.

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