“—Hubiera sido mejor —dijo el zorro— que vinieras a la misma hora. Si vienes, por ejemplo, a las cuatro de la tarde; desde las tres yo empezaría a ser dichoso. Cuanto más avance la hora, más feliz me sentiré. A las cuatro me sentiré agitado e inquieto, descubriré así lo que vale la felicidad. Pero si tú vienes a cualquier hora, nunca sabré cuándo preparar mi corazón... "
(Libro “El Principito” de Saint-Exupéry)
Precisamente el ser humano se distingue de los animales porque aprendió a manejar su conciencia a través del tiempo y a proyectar su imaginación hacia el futuro, adquiriendo así la capacidad de planear.
Por consiguiente el manejo del tiempo es algo propio y exclusivo del hombre, es lo que le hace meditar acerca del pasado y del mañana, es lo que le impulsa hacia la eternidad, creando para permanecer en el tiempo y en la memoria. Es también lo que le hace pensar acerca de su destino más allá de la muerte. Un buen manejo del tiempo permite realizar grandes planes, y no hay plan mayor para esta vida que la otra vida.
Renunciar a manejar el tiempo es renunciar a la condición humana, es volver al nivel animal
Además, mi querido amigo, te diré algo más: ser impuntual, olvidarse del tiempo en relación con los demás es egoísmo y vanidad. Haz de saber que cuando tu vienes a mi casa, yo me dispongo a preparar las cosas, limpio y ordeno, cambio mis ropas, perfumo el ambiente de manera especial para ti. Pienso en las cosas que te puedo ofrecer, y en la conversación o en la enseñanza que yo puedo darte o que puedo recibir de ti. Y sonrío pensando en el buen tiempo que pasaremos juntos, mi corazón se alegra y se prepara e incluso pienso acerca de la mejor frase para recibirte.
Cuando el reloj llega a la hora acordada, todo esta preparado y mi alma también. Los minutos pasan, y tu no has venido, me inquieto, me pregunto qué es lo que ocurre, y sigo esperando. Mi buen humor empieza a desaparecer, camino de un lado a otro de la casa, y sigue pasando el tiempo, me aburro y pierdo mi interés, e incluso pienso que también estoy perdiendo mi tiempo. Esto hace cambiar mi buen humor. Finalmente apareces, o quizás no. Pero ya no es lo mismo, si llamas a la puerta tengo que hacer un esfuerzo para mostrar mi sonrisa, y olvidar que me has hecho esperar inútilmente, trataré entonces de aceptar tus excusas, repetidas, porque muchas veces has hecho lo mismo, de hecho ni siquiera las escucho, y trato de no pensar que en el fondo eres egoísta, que no tienes en cuenta los sentimientos de los otros, y que eres muy vanidoso, porque el mundo solo gira a tu alrededor y actúas como si tus problemas y tu tiempo fuesen únicos.
Desgraciadamente, el hombre que no sabe manejar su tiempo, es menos hombre y más animal. En ti esta la decisión: ¿quieres engrosar el número de los animales, de los que hay muchos, o pertenecer al mundo de los seres realmente humanos? Si quieres ser hombre se puntual.