Una foto de un niño con mirada llena de sueños, suave de carácter, obediente ...
Una noche, nunca supo si fue un sueño o realidad, desde el balcón de la casa vio terribles máquinas volando muy bajo, casi podía tocarlas, hacían un ruido enorme que penetraba hasta los huesos, sembrando la muerte... ¿Qué anunciaban? ¿Qué terribles cosas se acercaban? ¿Eran el recuerdo de algo que sucedió?
Ahora, muchos años después, quizás demasiados, sus ojos se humedecen porque saben que esta historia se acaba, y que ya no puedo ser ese niño otra vez...
O quizás sí, porque ahora está más cerca que nunca, más cerca que hace veinte o treinta años, un poco más y luego el sueño, hasta despertar reclamando una nueva vida, para vivirla intensamente, aunque los ojos permanecerán aún entonces soñadores, sintiéndose incomprendido y solitario en medio de todo. Cosas que pasan. Y a pesar de ello, allá en lo alto, como entonces lucirán las estrellas...