ESTÉTICA-METAFÍSICA
El Valor de Trascender los Límites
Abordamos en este tema una de las áreas más complejas y vastas de la actividad humana: el arte y la estética. Este campo abarca desde aspectos puramente culturales y religiosos hasta expresiones utilitarias, artesanales, arquitectónicas, plásticas y musicales, entre muchas otras.
Prácticamente cualquier actividad humana puede vincularse, en mayor o menor medida, con aquello que denominamos arte y estética. Delimitar su ámbito conceptual resulta difícil, así como también lo es aproximarse a su estudio. Comprenderlo exige múltiples perspectivas simultáneas: época histórica, tipo de arte o elementos estéticos presentes, diversidad cultural y nacional, enfoques religiosos o laicos, propósitos utilitarios o contemplativos, entre otros.
Esta complejidad explica por qué, para algunos, el tema resulta confuso, mientras que otros, adoptando un enfoque reduccionista, lo interpretan de forma parcial, como es el caso de quienes ven el arte exclusivamente desde la óptica del llamado "arte institucional", lo cual refleja una cierta pobreza intelectual contemporánea:
El Arte Institucional
Extracto del libro Música, Arte y Metafísica – Ensayos de Estética Filosófica de Jerrold Levinson:
“La cuestión de qué hace que algo sea arte es probablemente la más venerable en estética. ¿Qué es lo artístico de una obra de arte? ¿Dónde reside? Sin duda nos gustaría saber…”
“Después de rechazar numerosas propuestas filosóficas —desde Platón hasta la actualidad— por su estrechez, parcialidad, inflexibilidad, vaguedad o circularidad, parecería que la pregunta queda sin respuesta, e incluso se sospecha que es incontestable.”
“Sin embargo, en años recientes se ha retomado esta cuestión, y se le ha dado una respuesta novedosa: la teoría institucional del arte. Según esta teoría, una obra es arte porque ocupa un lugar específico dentro de una institución artística que así lo define.”
Hemos llegado de esta manera a definir el arte por el lugar en el que aparece, y no por su contenido o mérito intrínseco (Sic transit gloria mundi...)
De la Estética a la Metafísica
Arte y Estética no son sinónimos, aunque están profundamente relacionados. Comencemos por comprender qué se entiende por Estética:
La estética se define como una rama de la filosofía centrada en el conocimiento adquirido a través de los sentidos y en el estudio de sus características.
Se considera que la estética occidental nace con la obra Aesthetica (1750) del filósofo alemán Alexander Gottlieb Baumgarten, quien establece su vínculo con la filosofía.
El desarrollo de la estética occidental se ha enfocado en el análisis de la percepción, su impacto en la mente y los juicios derivados de ella. Sin embargo, en otras culturas también ha existido un profundo interés por lo estético, aunque desde perspectivas diferentes.
Veamos algunos ejemplos de otros enfoques culturales:
Transmisión Esotérica – Japón
El sacerdote budista Kukai (774–835) relata:
“El abad me informó que las escrituras esotéricas son tan abstrusas que su significado solo puede transmitirse a través del arte. Por ello, ordenó al artista de la corte Li Chen y a una docena de pintores crear diez rollos de los mandalas de la Matriz y del Diamante.”
Refinamiento y Educación – La Caligrafía China
La caligrafía china no es solo un medio de comunicación, sino una disciplina espiritual. Su práctica requiere experiencia, meditación, penetración y sensibilidad. Forma parte esencial de la educación clásica del noble.
Religiosidad – El Arte Árabe-Musulmán
La prohibición de representaciones figurativas en el Islam llevó al desarrollo de formas geométricas y composiciones caligráficas, cargadas de belleza formal y profundo significado. Por ejemplo, los jardines se diseñan como alegoría del paraíso, mientras que la caligrafía expresa la palabra sagrada con una estética que realza su contenido espiritual.
Medida y Medio – La Filocalía o Amor a la Belleza
Para Platón, el verdadero arte requiere medida (metron), ya que solo esta permite el acceso a la emoción estética:
“El artista debe, si quiere trabajar bien, conocer la naturaleza de la medida.” (Filebo, 64e)
La medida constituye la llave que abre la cerradura del sentimiento estético. Entre todas las artes, la suprema es la del Demiurgo, el hacedor divino, que crea el universo imitando las Ideas Inmutables y dotando así a la Naturaleza de una belleza intrínseca que todo ser humano, en toda época y lugar ha apreciado. El amor a la belleza conecta al ser humano con el mundo eterno de los dioses y sus expresiones.
Plotino agrega en la Eneada (V, 4.33) que:
“El Bien irradia belleza desde sí mismo y es su fuente. La Belleza es la segunda emanación, y las obras humanas —como una estatua— imitan esa Belleza, y en última instancia, el Bien.”
El impulso estético apunta inicialmente al plano astral-búdico o emocional, pero puede ascender hacia niveles mentales más elevados, provocando incluso una visión intuitiva de realidades que trascienden el pensamiento lógico.
¿Por qué el arte nos impacta? Porque, como toda llave eficiente, debe haber una cerradura previamente existente. A veces, la percepción mental no basta; solo al tocar lo mental-intuitivo se abren las puertas a la contemplación de realidades superiores.
Estas realidades corresponden a lo metafísico, lo que está más allá de lo medible y visible. De ahí el título de este artículo: a través de la estética sensible se puede acceder a lo metafísico, que es meta-sensible.
Existen múltiples definiciones posibles de estética y arte, y muchas más sobre lo que es o no es arte. Pero desde esta perspectiva, el arte es aquello que —siguiendo cánones conocidos y desconocidos— busca una elevación espiritual o humana, e intenta compartir esa experiencia. Es Arte verdadero cuando logra alcanzar esa meta profunda y toca la “fibra sensible”, que no es otra que la fibra espiritual e idealista.
****