martes, enero 7

Los Mitos Solares de la Medicina - Grecia, La Luz de Apolo

El Sol del Amanecer
Grecia, La Luz de Apolo


En la Grecia clásica, Apolo se instituye como el origen de la Medicina: ya que  Apolo, la luz solar en su doble aspecto es Vida e Inteligencia Divina. Luego, esta fuente de salvación y curación se humaniza a través de aquellos seres intermedios entre el hombre y la divinidad: los héroes, como el caso de Asclepio, patrón de los médicos: 

Su leyenda cuenta que nació de la unión de ApoloCoronis. En ausencia del dios, ella le fue infiel y prefirió los brazos de Ischys. Cuando Apolo se enteró, se vengó y hizo que su hermana Artemisa la matara con sus flechas. Cuando el cuerpo de Coronis comenzó a ser quemado en la pira funeraria, Apolo recordó que estaba embarazada de su hijo y, tras cortar el abdomen de Coronis, rescató al pequeño que recibiría el nombre de Asclepio.

Como toda leyenda, esta posee claves internas que trataremos de desentrañar: explica cómo la luz solar encarnó dentro del alma humana, pero esta (Coronis), de alguna manera, traicionó sus principios divinos enamorándose y apegándose en demasía a su vehículo físico (Ischys), un dios menor que representaba la «fuerza física», olvidando así Coronis su origen celestial. 
De este compromiso entre lo celeste y lo terrestre nace Asclepio, de un «corte», tal como su nombre indica, y que representa también aquello que separa como un «escalpelo», es decir, que discierne, que sabe reconocer lo que forma parte «de lo uno y de lo otro», tal como lo define Platón al hablar de los dos componentes que participan en el ser del alma humana.

Asclepios
Según la leyenda, posteriormente, Apolo puso al pequeño Asclepio en manos de Quirón, el centauro, para que lo educara. De hecho, Quirón, semihombre y animal inmortal, que muestra su parte humana por encima de lo animal, transmite todos los conocimientos secretos de los médicos al pequeño Asclepio, por lo que su arte le hizo capaz de resucitar a los muertos.

Quirón representa a esos instructores divinos universales que, con sus enseñanzas, hacen que el ser humano se eleve por encima de su parte animal, como su propia efigie representa. Quirón es, pues, el Gran Instructor por excelencia, y en su cueva se reúnen todos los héroes para ser educados y divinizados por él. La mitología griega considera precisamente a Quirón el padre de cirugía, de donde toma su nombre (χειρουργική — quirurgiqué)

Quirón instruyendo a Aquiles

La leyenda cuenta que, herido en la pierna por una flecha envenenada en un accidente, y al no poder morir, por ser un inmortal, suplicó a Zeus que aliviara su dolor entre terribles sufrimientos. Zeus accedió a intercambiar su inmortalidad con Prometo, el otro gran instructor de la humanidad, quien relevó a Quirón en su tarea y lo liberó. Desde entonces, Quirón, tras su muerte, ocupa un lugar en la bóveda celeste representado por la constelación del Centauro.

Son los seres superiores quienes fundan el arte médico y nutren con sus enseñanzas a los grandes médicos, como también sucede en otras civilizaciones. La Medicina comienza su andadura de manera brillante, posee todas las habilidades y posibilidades desde el principio, no es un comienzo oscuro y trabajoso tratando de desentrañar los misterios de la vida y la muerte poco a poco.

Hades, el dios del inframundo y señor de los muertos, al ver que Asclepios le privaba de sus súbditos arrancandolos de entre sus manos, plantó una demanda ante Zeus. Zeus escuchó sus alegaciones y, con un rayo, fulminó a Asclepios, aunque después le devolvió a la vida, bajo la condición, impuesta a todos los asclepiades y a sus descendientes de no traspasar la barrera entre la vida y la muerte, ni abusar de sus poderes. Desde entonces, inexorablemente, y de forma paralela al incremento del egoísmo y el vicio en la humanidad, los conocimientos ocultos de los médicos fueron retirándose del mundo, hasta casi desaparecer. Según los antiguos, no hay pues progreso, sino la posibilidad del retorno de aquello que ya existió...

Esta misma idea está presente en la mitología egipcia: el Eterno Retorno, la vuelta a los comienzos, cuando todavía no se había establecido el desorden y el caos, cuando Maat, la Justicia y la Rectitud, reinaban, tal como se dice en el Libro de los Muertos egipcio. 

La Medicina también era una revelación en Egipto, el arte instituido por Thoth, dios de la sabiduría, entre los hombres, desde los comienzos mismos de la fundación de la civilización egipcia, en el que no cabía la posibilidad de inventar nuevas reglas o cánones médicos, aunque sí era posible incorporar a la sabiduría médica detalles, usos y conquistas técnicas, pero nunca cambiando el armazón ideológico fundamental. Pero de eso hablaremos en otro artículo.

Continuará