La Tercera Guerra Mundial o la Guerra de Siempre
Tambores de guerra alrededor, todos se agitan, sus golpes resuenan de un lado y del otro. Unos infligen heridas, otros las han provocado, e incluso los que están en contra de toda violencia también tocan tambores de guerra, bajo el nombre de "las respuestas" necesarias, o de la indignación justa.
Se trata de un fracaso colectivo.
¿O es que acaso pensábamos que se podía seguir así, convertidos TODOS en depredadores sin medida de todo lo existente, víctimas y verdugos de este canibalismo económico y social que de mil maneras afecta a unos u otros?
La Naturaleza impone el fracaso final de las especies invasoras que agotan los recursos, que como una nube de langostas sin límites se abate sobre los campos devorando todo cuanto encuentra a su paso. Cuando además de invadir los campos, terminan con la vida de otras especies, y acaban por devorarse a sí mismos, a sus propios congéneres, entonces sabemos que se trata de la "plaga humana".
Hablar entonces de "paz y amor" parece ahora ridículo, pues es sólo el grito de los temerosos ante lo que se viene encima, de los que lloran como niños pidiendo no ser castigados porque no se sienten culpables de nada: siempre fue la culpa de los otros.
Imagina un campo de fútbol, todo lleno de los colores de una bandera, y tú en medio acusando a todos los demás de portar estos colores, pero cuando miras tus manos, éstas también están manchadas de igual manera.
¿De dónde nace la violencia? Los que estudian medicina saben muy bien que antes de producirse un ataque violento hay una serie de etapas bien estudiadas.
Primero está la insatisfacción que no encuentra reposo, luego el lenguaje verbal agresivo, las palabras ofensivas y sin límites, a éstas le siguen los golpes en la pared y tirar objetos contra el suelo, rompiendo las cosas. Por último llega la violencia física.
¿No son esas las mismas secuencias que podemos ver alrededor y en nosotros mismos? Nuestros jóvenes y no tan jóvenes, eternamente insatisfechos, conforman el primer escalón, el de los deseos inagotables. Luego le sigue la discusión en el bar, en la calle, y las ofensas contra los que no piensan como nosotros. Mirad los periódicos, los programas televisivos, los gritos y gestos de violencia están ahí, gustan y promueven la audiencia. Es dinero.
Un paso más y te conviertes en un "activista", que no significa un luchador por la libertad ni por los ideales, sino como la palabra indica el que disfruta la acción, porque necesita romper cosas, tirar objetos, gritar con pancartas, no importa el lema que porten, sino el hecho de que me permiten sentirme "justo" mientras grito y expreso mi furia.
Luego vienen las cabezas rotas, el fuego de las armas, los incendios, la muerte a machetazos... y la guerra.
La eterna historia humana. Eso es, ni más ni menos. Los periodos de paz sólo son periodos para preparar la guerra. ¿De verdad piensas que tu no tienes nada que ver con esto?
"¿Qué os parece que es más: el torrente de lágrimas, el llanto y los lamentos que habéis derramado en este largo camino, apresurándoos y corriendo a través de esta ronda de renacimientos, unidos con lo no deseado, separados de lo deseado, todo lo anterior o las aguas de los cuatro océanos?"
"Por largo tiempo habéis sufrido la muerte del padre y de la madre, de los hijos e hijas, hermanos y hermanas. Y mientras sufríais de este modo, en verdad habéis derramado más lágrimas en este largo camino que agua hay en los cuatro océanos."
"¿Qué os parece más, los ríos de sangre que, por causa de vuestra decapitación, han corrido por este largo camino, o las aguas de los cuatro océanos?"
"Desde hace mucho tiempo habéis sido capturados como ladrones, como salteadores de caminos o como adúlteros, y, por causa de vuestra decapitación, en verdad ha corrido más sangre por este largo camino que agua hay en los cuatro océanos."
"Pero, ¿cómo es esto posible?"
"Inconcebible es el comienzo de este ciclo de nacimientos, vida y muerte, del cual no es posible descubrir su primer comienzo, de tal manera que los seres, obstruidos por la ignorancia y atrapados por el anhelo, se apresuran y corren a través de esta ronda de renacimientos."
"Y así desde hace mucho tiempo habéis sufrido, sufrido tormentos, sufrido desgracias, y llenado los cementerios por completo; verdaderamente, un tiempo lo suficientemente largo como para estar insatisfecho con todas las formas de existencia, un largo tiempo suficiente como para alejarse y liberarse de todas ellas." [Las Palabras del Buda]
Liberarse de todo eso, no consiste en retirarse a un monasterio alejado, sino avanzar hasta el Ser interior, para afirmarse allí y actuar desde ese centro en el mundo.
Desde luego que estoy contra la violencia, pero sobre todo contra la mía, que es la violencia de la que me avergüenzo. Deberíamos salir con pancartas a gritar ¡Abajo mi violencia! ¡Fuera mi ira! ¡Abajo mi indolencia!¡Abajo mi injusticia, mi egoísmo, y mi cobardía! Y si tenemos que luchar un día en una guerra que no sea la de nuestra guerra interior, sólo podemos realmente hacerlo de la mano del honor, con el alma limpia, sin odio y sin furia.