jueves, marzo 5

Escepticismo y Pseudoescepticismo - Ciencia y Cientificismo - 02

Escepticismo y Pseudoescepticismo


El concepto de escepticismo incluye una amplia variedad de puntos de vistas filosóficos, actitudes personales, y sistemas de pensamiento. Así, comúnmente se entiende por escepticismo la doctrina que dice que el conocimiento verdadero es inalcanzable o incierto, o bien se refiere a una actitud de duda ante cualquier nuevo conocimiento.

Como método filosófico incluye las doctrinas que consideran la duda sistemática como una forma de alcanzar el conocimiento, o la aceptación de límites al conocimiento, o bien la posición crítica que considera que todos los valores morales son subjetivos y relativos, e incluso aquellas proposiciones más extremas que adoptan un punto de vista negativo respecto a la conducta humana desconfiando sistemáticamente de su bondad e intenciones, dando lugar a una actitud pesimista o cínica.

El escepticismo científico se centra en juzgar la verdad basándose en la verificación y falsabilidad, la capacidad de una teoría para someterse a todas las pruebas que pretenden demostrar su falsedad (refutabilidad). Los científicos escépticos no afirman a priori que un hecho anormal deba ser automáticamente rechazado, sino que más bien afirman que los fenómenos paranormales o inusuales deben ser examinados críticamente en busca de fuertes evidencias antes de poder ser aceptados.

Sin embargo frecuentemente muchos de los que se autodenominan escépticos deberían ser llamados pseudoescépticos. El pseudoescepticismo se caracteriza por ser una forma desviada de escepticismo: existe la tendencia a negar más que a dudar, a utilizar un doble estándar al aplicar la crítica, a realizar juicios sin llevar a cabo una investigación total del fenómeno en cuestión, a utilizar como argumento el descrédito personal de quien formula un nuevo hecho, no se presentan pruebas que apoyen la crítica, por el contrario se hacen contra propuestas que carecen de fundamentos y que están mas bien basadas en ciertos visos de verosimilitud que en evidencias empíricas y, finalmente, hay una tendencia a descartar toda evidencia presentada.

Por el contrario un auténtico escéptico toma una actitud agnóstica, afirmando que un nuevo hecho no está probado, sin que por otro lado sea desaprobado. Y dado que no aporta ninguna afirmación en contra, tampoco se ve obligado a presentar pruebas contrarias. Pero este no es el caso del pseudoescéptico: su escepticismo falso no consiste en una investigación abierta en búsqueda de la verdad, sino una actitud que podríamos calificar de "religiosa" dirigida a manipular los datos de manera conveniente para sus intereses. Esta actitud pseudo-intelectual trata de invalidar tanto los hechos como a los proponentes de los mismos. No van en busca de la verdad, sino que intenta de manera sistemática destruir todo lo que amenace sus puntos de vistas materialistas, su juicio está basado en el prejuicio.

De hecho, los pseudo-escépticos no son escépticos pues creen a pies juntillas y nunca ponen en duda lo que ellos consideran ser la "ciencia ortodoxa", aquello que aprendieron en su juventud sobre la Ciencia y que ha permanecido fijo en sus mentes de forma inamovible.

Precisamente se concede a la Ciencia por algunos un cierto estatus de principio sobrenatural. Por esta razón sería por nuestra parte legítimo preguntarse no sólo sobre su real naturaleza sino también sobre sus reales principios. Al ser examinados, estos principios se muestran no sólo como intangibles, sino también verdades reveladas no verificables, puesto que raramente han sido llevadas a la práctica.

Según P. Fayerabend,  filósofo de la ciencia y autor de "Against Method" (Contra el Método) libro que se hizo famoso por sus puntos de vista nuevos y refrescantes, la mayor parte de las nuevas teorías que cambiaron el mundo fueron aceptadas no por estar de acuerdo con el método científico sino porque sus promotores usaron de algún tipo de truco (racional, retórico o picaresco) para hacer avanzar su causa. 

Fayerabend apoya su afirmación de que las reglas metodológicas científicas no contribuyen en realidad al avance científico, tomando como ejemplo algunos episodios famosos en la historia de la ciencia (generalmente considerados como ejemplos de progreso, tales como la revolución copernicana) mostrando cómo las reglas científicas fueron violadas en tales casos. Llega incluso a afirmar que si se hubiesen aplicado las reglas del método científico ello hubiera impedido la revolución científica.

Este autor describe a la ciencia como "fundamentalmente anarquista, desprovista de un método, poseyendo su propia mitología, y reivindicando una verdad que está más allá de su real capacidad." 

Algo que dicho autor considera como indignante es la actitud de muchos científicos hacia las vías alternativas y tradicionales de conocimiento (como por ejemplo la astrología) en su opinión la ciencia se ha convertido en una ideología represora, a pesar de que en sus comienzos fuese un movimiento liberador. Según Fayerabend una sociedad pluralista debe protegerse de la influencia excesiva de la ciencia, de la misma manera que se protege de otras ideologías: la ciencia, al igual que la religión, debe estar separada del estado.