Busca la Perfección
Antes de buscar algo tenemos que definirlo para no confundirnos y perder el tiempo. La perfección como concepto puro y finalista no existe, nada es perfecto, nadie es perfecto, ningún objeto es perfecto, porque en la naturaleza de las cosas está el desequilibrio, la evolución. La perfección es sólo un objetivo imaginado, una entelequia.
No obstante, si que hay una perfección razonable o alcanzable. No se trata del perfeccionismo, que más bien es un exceso que no conduce a nada salvo a la propia vanidad o al entretenimiento ineficaz. En el extremo opuesto estaría la negligencia, el dejar las cosas tal como están, el "pasar", la pereza y desgana que no finaliza nada. Entre estos dos extremos se sitúa la perfección razonable, o el equilibrio.
En la filosofía hindú se habla de las 3 gunas. Son las cualidades que se expresan en todo lo que existe en el universo: Rajas, Tamas y Satwa.
Tamas es como la negligencia, es la inercia a la que todo tiende y también la psicología humana. Representa el estado de menor energía y actividad, la melancolía y la tristeza.
Rajas es por el contrario el estado de actividad máxima, de aceleración, agresividad incluso, es un estado de alta energía y actividad.
Entre estos dos estados, el yin y el yang podríamos decir, el ser humano se encuentra atrapado, oscilando de un estado al otro alternativamente. Así después de una gran depresión e inercia se suele reaccionar con agitación, incluso con rebeldía lanzándonos hacia la acción, acción que de nuevo llevará por agotamiento al polo opuesto de inercia.
Imaginemos alguien sobrecargado de trabajo y estrés, sin tiempo para descansar, café tras café, reunión tras reunión de trabajo, solo tiene tiempo para llegar a casa y excitado como está necesita tomar un sedante para dormir. Luego al día siguiente se levanta agotado todavía y adormilado, así que tomará estimulantes para poder continuar.
Evidentemente está en una situación de Rajas, es el perfeccionismo del éxito en este caso, el de aquel que busca el triunfo social o económico, quiere llegar a algún final, a alguna cima cuya cumbre nunca se avizora.
Su familia sufre, sus amigos también porque son dejados de lado, pero sobre todo sufre su alma. Y llega la crisis... Se replantea todo, se da cuenta de la inutilidad de lo que hacía. Cae en depresión, en la inercia, para qué trabajar, qué sentido tiene todo... Y en un acto de rebeldía, decide rebelarse contra todo, va a dejar el trabajo que tiene, desde mañana mismo, va a dejar su estilo de vida, sus amistades, los lugares que frecuenta, todo.
Evidentemente esa decisión no es realista, culminará también en fracaso, y volverá a ser atrapado por rajas, para caer luego en tamas, una y otra vez.
Pero si esa persona medita profundamente, y dirige sus pasos gradualmente, siendo realista, en la dirección oportuna, si poco a poco corrige su modo de vida, si trata de encontrar más que un cambio súbito de dirección una armonía de medios y fines, puede ser que llegue a lo que los hindúes llaman Satwa, a ese estado de equilibrio dinámico y consciente, alejado de los extremos, el camino del medio, o la Perfección Razonable y Posible, totalmente alejado de la perfección inalcanzable y estática.
Buscar la perfección armoniosa es posible y el método para alcanzarlo se llama filosofía, amor por la sabiduría.
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