lunes, octubre 31

Karma, Libertad y Destino III - Budismo y Recta Atención

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KARMA, LIBERTAD Y DESTINO

Parte III

BUDISMO Y RECTA ATENCIÓN

En la pasada entrega vimos que para el hinduismo la Recta Acción, que es el camino del deber dictado por el Dharma o Ley, es el sendero que conduce a la liberación progresiva.

El budismo enfoca esa misma liberación pero centrado primero en los mecanismos mentales, pues al fin y al cabo todo sufrimiento, toda liberación es en primer lugar mental y psicológica.

De la misma manera que necesitamos las dos piernas para caminar, estos dos sistemas, persiguiendo el mismo fin, adoptan dos mecanismos complementarios, que en realidad son uno, actuando en dos niveles diferentes: por un lado el hinduismo se centra en el orden social y en la acción diaria, y por el otro lado el budismo lo hace en el control mental y el despertar ante la ilusión del mundo para dirigirse directamente al interior de uno mismo.

Ambos necesitan no obstante a su complementario, pues el Camino Hindú además del deber y la recta acción del místico karma-yoga o yoga de la acción, enseña a trascender también este mundo a través del camino de la devoción, el llamado bhakti-yoga, que dirige nuestra atención hacia lo divino y que se vierte en los demás a través de la caridad. Añade a ello el conocimiento, o jñana-yoga, capaz de despejar la ilusión de este mundo y conducirnos a la Realidad Trascendente.

El Camino Budista, sobre todo en el budismo mahayana, si bien se centra en el plano psicológico y mental, no obstante, al igual que en el karma-yoga hindú, las obras, o sea la recta acción, son fundamentales, son las que preparan y allanan el camino del discípulo. También hay un aspecto devocional o bhakti-yoga, que en este caso se dirige hacia el símbolo-aspiración del Buda y hacia todos los bodhisattvas, o budas en preparación. Esta devoción se vierte luego hacia los demás como un aspecto central y fundamental del budismo mahayana: la Compasión. Por último, está la maestría escolástica, el estudio en retiro de los textos budistas dirigido por un Maestro, quien abre las puertas para su entendimiento, y que es la clave para el “jñana”” o conocimiento iniciático, similar al jñana-yoga hindú.

La unificación armoniosa entre ambos puntos de vista, o mejor dicho, el origen o fuente primordial de donde derivaron muchas escuelas hindúes y budistas, es el llamado Budhismo Esotérico (que no hay que confundir con el budismo posterior de Sakyamuni Siddharta, más conocido como el Buda), y del que la Maestra H. P. Blavatsky dio a conocer algunos extractos y comentarios en textos tan fundamentales como “La Voz del Silencio”, “La Doctrina Secreta”, o “Isis Sin Velo”.

ENSEÑANZAS BUDISTAS

El budismo comienza con un conocimiento verdadero de las cualidades fundamentales del mundo, lo que se llama Vipassana, o sea ver las cosas tal cual son, lo contrario de “Avidya”, o no ver la realidad del mundo. Estas características fundamentales son:


  • La Impermanencia. Todos los fenómenos, sean cuales fuesen sus naturalezas, aparecen, se desarrollan, y desaparecen o se transforman de nuevo en otra cosa.

Esta impermanencia también se refiere al ser humano, a sus propios pensamientos y aspecto físico.

Tanto el mundo externo, como nosotros mismos y los demás seres humanos son como nubes pasajeras, unas más grandes y pesadas, otras livianas y ligeras, unas más perdurables y otras de existencia más breve. El viento las deshace y rehace constantemente. Por eso, el mundo es completamente insatisfactorio en su esencia.


  • El Deseo. Su significado es el de sed, deseo, hambre, avidez, necesidad perentoria de algo. Porque esencialmente somos seres definidos y necesitados. La definición (ser alto, o bajo, o rico o pobre, o norteño o sureño, verde o colorado,etc.) implica la pérdida de la totalidad, Por eso de base hay una falta de totalidad, que está en el origen del deseo.

Desde que nos levantamos en la mañana, nuestra mente se agita con “necesidades”, de comer algo, de tomar una ducha, de llamar a alguien, de consultar el calendario, de comprar algo, de…

O bien se trata del aspecto contrario del deseo que es la Aversión, el odio o rechazo de las cosas: evitar, huir de, escapar ante… Deseo y Aversión son las dos caras de la misma moneda.


  • El Dolor. Según muchas doctrinas orientales este mundo es ilusorio. Podría ser que estuviese soñando ahora mismo, pudiera ser que este mundo no existe, o que yo mismo sea una ilusión transitoria, pero CIERTAMENTE fuese cual fuese la explicación que diéramos la realidad persistente es el DOLOR.

“Es como si un hombre fuera atravesado por una flecha envenenada y sus amigos, compañeros o parientes cercanos enviaran a buscar un cirujano; pero ese hombre dijera entonces: ‘No haré que me quiten esta flecha, hasta que sepa quién es el hombre que me ha herido: si es un hombre noble, un sacerdote, un comerciante o un sirviente’; o: ‘cuál es su nombre, y a qué familia pertenece’; o: ‘si es alto, o bajo, o de mediana estatura’.

En verdad, un hombre así moriría antes de poder conocer adecuadamente todo eso. Por lo tanto, el hombre que busca su propio bienestar debe sacar esta flecha, esta flecha de lamentación, dolor y tristeza.

Ya sea que exista o no exista la teoría de que el mundo sea eterno, o temporal, o finito o infinito, sin embargo, ciertamente, existe el nacimiento, existe la decadencia, existe la muerte, el pesar, el lamento, el dolor, la pena y desesperación, cuya extinción, alcanzable incluso en esta vida presente, os hago saber.”

(Sutta Nipāta, Majjhima-Nikaya, textos budistas)

La palabra “Dolor” (Duḥkha), es comúnmente traducida como “sufrimiento”, “dolor” o “infelicidad”, aunque más acertadamente traducida como “insatisfacción”, “malestar” o “estrés”. Se trata de ese sentimiento que no nos deja sentir en paz y serenidad, que nos impulsa al movimiento permanente, que sólo produce nueva insatisfacción y perpetuación del sentimiento de infelicidad.


RECETA BUDISTA PARA QUE NO TE DUELA MÁS

Ante la situación descrita más arriba, que merece toda nuestra atención, se prescribe un sistema “enderezador” de nuestras desviaciones, producidas por nuestro pasado y por las característica mayávicas de este mundo ilusorio. Se trata del Noble Óctuple Sendero. Este consiste en 8 prácticas y realizaciones, que pueden hallarse en muchas publicaciones, y de la quedaremos cuenta en otro artículo, adaptando de manera más realista su aplicación a nuestra vida diaria. Estas son:

  • Rectos Puntos de Vista
  • Recta Intención
  • Recta Palabra
  • Rectos Medios de Vida
  • Recta Acción
  • Recto Esfuerzo
  • Recta Atención
  • Recta Concentración

¿CÓMO EMPEZAR EL NOBLE ÓCTUPLE SENDERO?

Cabría preguntarse si el Noble Óctuple Sendero debería conquistarse y recorrerse de principio a final, paso por paso, o bien si habría que practicarlo simultáneamente.

Podría analizarse, y así lo haremos en otro lugar, la “secuencia” aquí propuesta. Comenzaría por “Rectos Puntos de Vista”, algo que ya hemos mencionado más arriba bajo el nombre de “Vipassana”. La serie termina con el Objetivo Final: Recta Concentración, porque sólo ésta nos permitirá centrarnos en la Única Realidad, unirnos a la misma, y liberarnos de la Ilusión de este mundo.

Desde otro punto de vista, todo hay que practicarlo al mismo tiempo, porque no se puede, por ejemplo, tener Rectos Puntos de Vista y no tener Rectos Medios de Vida: ser caminante del sendero y trabajar para la mafia al mismo tiempo.

Digamos que es un proceso simultáneo, donde una pierna da apoyo e impulso a la otra, pero un paso también precede al otro, por tanto es secuencial al mismo tiempo.

EL CAMINO DE LA ATENCIÓN

Preguntado el Buda sobre cómo desarrollar, digamos que la Recta Palabra, respondió que para ello había que practicar la Recta Palabra, obviamente, y además la Recta Atención y el Recto Esfuerzo.

¿Y para desarrollar la Recta Intención? Entonces hay que practicar la Recta Intención, y además Recta Atención y Recto Esfuerzo.

Y así de la misma manera el Buda aconsejó siempre para el desarrollo de cualquiera de esas cualidades siempre añadir la “Recta Atención y el Recto Esfuerzo”.

Las enseñanzas del Buda nos ofrecen una gran variedad de métodos de entrenamiento mental y sujetos de meditación acomodados a las variadas necesidades, temperamentos y capacidades individuales. Todos estos métodos convergen fundamentalmente en «El Camino de la Atención», a la que el mismo Maestro llamó el «Único Camino» (Camino exclusivo, ekáyano maggo). El Camino de la Atención puede, por tanto, ser llamado con justicia «El Corazón de la meditación budista» e incluso «El corazón de toda la doctrina» (dhamma-hadaya). Este gran Corazón es de hecho el centro de todos los flujos sanguíneos que circulan por todo el cuerpo de la doctrina (dhamma-káya).

“El Corazón de la Meditación Budista”
Nyanaponika Thera

SENSOPERCEPCIÓN Y ATENCIÓN

La sensación, como todos sabemos, es la captación por los receptores sensitivos adecuados de los estímulos sensoriales. En Occidente hablamos de 5 sentidos, sin embargo en el budismo se cuentan 6 sentidos, porque el incesante movimiento mental, de las impresiones, recuerdos, y pensamientos aleatorios, constituyen otra fuente de estímulos sensoriales y se cuenta como un sentido más.

Una vez generado el estímulo, éste alcanza los receptores sensoriales. La captación dependerá del “modelo” de receptor, es decir no sólo dependerá de la variación individual, del estado saludable del receptor, también depende del rango de captación, por ejemplo los perros oyen sonidos que no escuchamos los humanos.

Tras ser conducido al Sistema Nervioso Central, interviene en el proceso de captación la percepción particular de cada uno, es decir el componente añadido de significados, rechazos, aversión, deseos, ilusión, experiencias previas, etc., en definitiva todo el previo estado mental.

Por tanto hablamos de senso-percepción, que es la combinación de lo externo, el estímulo sensorial, con la precondición mental y psíquica del individuo.

Finalmente llegamos a la percepción-consciente, a las formaciones cognitivas. Pero ahí no cesa la influencia del estímulo: se desencadena una serie de pensamientos asociados e imágenes mentales, tan rápida y mecánicamente que apenas tenemos control sobre ellas. Aquí está el origen de tantas ideas circulares o rumiación mental, que está en la base de mucho sufrimiento, agresividad, victimismo, depresión, falsas ilusiones, etc.

EL PRIMER PASO HACIA LA LIBERACIÓN MENTAL, CENTRAR O ENFOCAR NUESTRA ATENCIÓN

Nuestra atención es la mayor parte pasiva, o sea, en realidad no existe, sino que nuestro foco mental es atraído a diversas cosas sin que sepamos cómo hemos llegado hasta allí. El gráfico anterior nos muestra la línea oscilante de la atención, moviéndose ahora atraída por una idea, luego por un dolor físico, por una emoción, por el cansancio que sentimos o el sueño… Además está el mundo de afuera que sin cesar da tirones de nuestro foco mental.

Este es el problema primario, hay que empezar por aquí, hay que crear una atención voluntaria, totalmente dependiente de nuestra Voluntad Auténtica. Es el poder de ESTAR ATENTOS, simbolizado en la frente de los antiguos faraones, como la serpiente vertical entre las cejas, símbolo del poder del Ojo Despierto.

Hay que comenzar por dominar la atención primaria, que es el hecho de ver sin dejar que la corriente de pensamientos se genere, sin ideas asociadas. Los ejercicios orientales indo-tibetanos de trāṭak (त्राटक) suelen utilizarse para centrar la atención en un objeto físico externo, como una vela o una varilla de incienso. El objeto fundamental de esta práctica es evitar los pensamientos errantes, las imágenes que interfieren, y frenar al mismo tiempo la cascada de pensamientos automáticos, al tiempo que fijamos la atención en un objeto definido.

También se utilizan otros ejercicios como la fijación de la atención en la respiración natural. No obstante, ese sólo es un primer paso, equivalente a la búsqueda del silencio antes de poder escuchar la Música Interior.

En “La Voz del Silencio” se puede leer lo siguiente:

Aquel que pretenda oír la voz del Nâda (Voz en el Sonido Espiritual), el “Sonido Insonoro” y comprenderlo, tiene que aprender la naturaleza de Dhāraṇā (Concentración intensa de la mente cuando se dirige a “algún objeto interior, acompañada de abstracción completa de todo lo perteneciente al Universo externo, o el mundo de los Sentidos”.

La Voz del Silencio,
H. P. Blavatsky

Mediante el auto-control (y aquí está la clave) de la atención, no debemos pretender ningún tipo de poder, superioridad, o creencias errantes en poderes superiores, porque justamente entonces habremos caído en las redes de la atención capturada, prisionera. La sencilla práctica, mejor dicho, acción de karma-yoga mental, de centrar la atención, de fortalecerla, nos permitirá cumplir con NUESTRO DEBER PRIMARIO que es AYUDAR A CAMINAR A NUESTROS HERMANOS, al mismo tiempo que progresamos en nuestro propio camino.

Esta es la verdadera Acción Liberadora, el Karma que libera, el Karma de Esperanza, la Eterna Invitación a colaborar en el gran trabajo de la Evolución, donde como en una Sinfonía Celeste, todos caminamos hacia el mismo lugar, extendiendo nuestro abrazo fraternal no sólo a los hombres y mujeres de este mundo, sino a todos los seres sensibles y vivientes del Universo Entero.

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