lunes, octubre 24

Karma, Libertad y Destino

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KARMA, LIBERTAD Y DESTINO

Parte I

Qu茅 es y qu茅 no es

Karma significa Acci贸n, desde este punto de vista, es toda acci贸n, mec谩nica, natural, regida por las leyes de causa-efecto que nos rodean.

De hecho muchos de nuestros comportamientos, est谩n regidos por esta ley de acci贸n y reacci贸n, de la que muchas veces no somos conscientes. Basta con observar nuestros pensamientos, nuestras ideas aparentemente espont谩neas, para darnos cuenta de que nuestra libertad de pensamiento, y por tanto de acci贸n, es limitada.

En esto la Ciencia tiene raz贸n: dado que somos seres inmersos en un mundo material, estamos influenciados por cientos de factores naturales. Este detalle es bien conocido por los publicistas, pol铆ticos y vendedores de todo tipo, incluso vendedores de ideas y comportamientos.

No digo que no exista el libre albedr铆o, que no haya una cierta libertad para pensar y tomar decisiones, pero es una libertad muy condicionada. De hecho la conquista de la aut茅ntica libertad del ser humano consiste en saber conducir el karma heredado y liberarse de esas influencias en nuestros pensamientos y acciones. Eso es lo que nos convierte en aut茅nticos seres humanos, y nos alejan del bruto condicionado.

El Karma Humano

Sin embargo el Karma al que nos referimos va m谩s all谩 del concepto de acci贸n-reacci贸n natural que estudia la ciencia. El “Karma Humano”, o sea la valoraci贸n de nuestros actos humanos y sus consecuencias, tiene que ver con la 茅tica y con la moral, y sobre todo con nuestras intenciones.

Debo decir en primer lugar, que debemos abandonar cuanto antes la idea del karma como el castigo o la pena resultante que sufro en este momento. Pues sea cual sea, la condici贸n actual en la que me encuentro, es precisamente mi punto de partida para cambiar el futuro.

Muchas personas tienden a pensar en el Karma como una especie de “maldici贸n flotante” sobre nuestras cabezas, que un d铆a u otro puede caer sobre nosotros destrozando nuestra vida. O como alguien apostado detr谩s de la puerta provisto de una estaca dispuesto a darnos un buen golpe cuando menos los esperemos. Karma se contempla como si fuese una entidad externa, una amenaza que planea sobre nuestras vidas.

Y sin embargo no hay nada de eso porque lo m谩s importante es entender que “KARMA ERES T脷”, lo que tu eres, lo que has conseguido, lo que tu has hecho de ti mismo y lo que puedes hacer en el futuro. Cualesquiera que fuesen los hechos en el pasado, remoto o cercano, tu eres el resultado, y tu forma de ser, tus pensamientos, tu ser entero, m谩s afortunado o menos afortunado seg煤n los criterios del mundo externo, es la herramienta fundamental con la que tienes que trabajar.

Cambiemos pues nuestro punto de vista, karma no es una pesada losa que nos aplasta, Karma es una Gran Oportunidad, un gran posibilidad de manejar nuestro destino, un punto de inicio desde donde emprender, con las armas que tenemos, la aventura de los pr贸ximos a帽os de nuestra vida. Es aceptarse para poder avanzar.

El Karma humano no es el Equilibrio Universal

En realidad se trata de conceptos similares, aplicados a planos distintos. El Karma humano no es el Equilibrio Universal, o sea el Gran Ajuste de las Cuentas, que es algo mucho m谩s grande, y que m谩s bien tiene que ver con los grandes seres, dioses, o mecanismos que rigen la Ley y la Justicia en el Universo.

Los antiguos confiaban en ese Gran Equilibrio Universal y lo representaban en relaci贸n con los dioses. As铆 los hind煤es y tibetanos, se帽alaban la existencia de los llamados Lipikas, los grandes “ajustadores del karma”, aquellos que “ajustaban” la Ideaci贸n o Pensamiento Divino, seg煤n los t茅rminos usados por Plat贸n, para que el plan de la creaci贸n se llevara cabo de la manera m谩s ordenada y justa.

Los Antiguos Egipcios ten铆an su equivalente en el dios Thoth, que junto a su aspecto femenino, la diosa Seshat, ajustaba las “matem谩ticas” de las cosas, cuidaban de las leyes, ordenaban los ciclos del tiempo, etc., etc.

Thoth aparece en las representaciones del Juicio del Coraz贸n, sosteniendo un papiro sobre el que anotaba los hechos internos, o hechos de la conciencia y este es el punto principal a tener en cuenta.

La vi帽eta anterior se suele acompa帽ar del recitado u oraci贸n 30B del Libro de los Muertos.

Coraz贸n m铆o, coraz贸n de mi madre, coraz贸n m铆o de mi madre, y tu coraz贸n terrestre de mis sucesivas transformaciones. No te opongas contra mi en el Juicio, que los Divinos Jueces no me rechacen. No me seas hostil en presencia de Aqu茅l que mantiene la Balanza… No hagas que mi nombre apeste y se pudra entre los Se帽ores Todopoderosos que modelan el Destino del Hombre. No pronuncies mentiras acerca de m铆 delante de Dios, sino que los o铆dos de los dioses se regocijen y sus corazones est茅n satisfechos cuando mis Palabras sean pesadas en la Balanza del Juicio.

Es decir, mi coraz贸n celeste (de mi madre celestial Mut) se refiere a mi conciencia heredada, de donde yo vengo, y mi coraz贸n terrestre es mi conciencia en perpetua transformaci贸n en este mundo. Ambos son testigos de mis verdaderas INTENCIONES, m谩s all谩 de lo que aparentemente significan mis acciones, por eso “no me traiciones ante los jueces”, es decir le pido a mi conciencia que no me denuncie, que no diga que yo hice cosas por otras razones diferentes y ego铆stas, descubriendo as铆 que en realidad hab铆a intenciones ocultas.

Puede ser que ayude a alguien, o de dinero, pero para “quedar bien”, para acumular supuestos m茅ritos, para influenciar a los que mandan… Esa conciencia interna es la que llegado el caso nos puede denunciar y demostrar esa falsa m谩scara.

Karma e Intenci贸n

No es lo mismo la acci贸n consciente, intencional, que una acci贸n inconsciente, no es lo mismo el karma o acci贸n que estudian los cient铆ficos, de tipo mec谩nico, que la acci贸n conducida por impulsos cognitivos, intencionados y voluntarios del ser humano.

El Karma humano por tanto, del cual trataremos, ser谩 de ahora en adelante el karma relacionado con mi

  • comportamiento,
  • pensamiento
  • y emociones

que son los factores de los que yo soy responsable. Por ejemplo, puedo provocar un accidente inadvertidamente, aparentemente no intencionado, aunque ciertamente intencionadamente preparado, porque siempre he utilizado el coche de una manera irresponsable, traspasando los l铆mites de velocidad, sin tener en cuenta las se帽ales, disfrutando del peligro como divertimento personal. Si con estos antecedentes atropello a alguien inadvertidamente, sin embargo dicho atropello ha sido preparado desde mucho tiempo antes. La semilla intencional estaba ah铆.

Mi Acci贸n, ¿es condicionada o libre?

Ahora bien, toda acci贸n, en cualquier nivel, comienza a desarrollarse partiendo del momento en el que me encuentro, aunque ya desde el inicio es una acci贸n condicionada: por mi mente condicionada, por mi cuerpo condicionado, por mi conocimientos condicionados, por mis emociones condicionadas. Es decir, mi acci贸n est谩 sujeta a las consecuencias presentes de mis acciones pasadas. Veamos las condiciones:

1) Las acciones pasadas, ya sea en esta vida o en otra, me colocan en una direcci贸n o situaci贸n determinada, que s贸lo puedo re-direccionar o enderezar de forma limitada.

2) Al nacer, no soy ave, ni elefante, ni le贸n, soy un ser humano. Si soy alto no soy bajo, si soy mujer no soy hombre, si soy noruego no soy centroafricano, si soy rico no soy pobre, si he tenido educaci贸n otras no la tienen, etc. ,etc. Es decir, vengo a la vida bajo una serie de circunstancias que condicionan mi visi贸n de las cosas, y por tanto cuando decido hacer algo lo hago bajo ciertas impresiones innatas.

2) Pero sobre todo nazco con una ignorancia fundamental: AVIDYA, que no es lo mismo que Agnyana, seg煤n los textos hind煤es, porque agnyana es la ignorancia del que no sabe algo, del que desconoce algo, sencillamente porque nadie se lo han ense帽ado. Se remedia con el estudio y la experiencia. Pero Avidya es m谩s profundo, porque significa NO-VER (A-Vidya), o sea no ser capaz de percibir la REALIDAD, no ser capaz de percibir las cosas como realmente son.

Alguien puede tener varias carreras y estudios, y sin embargo ser absolutamente ciego para ver la realidad de la vida, a pesar de sus m煤ltiples conocimientos. Por el contrario, otra persona puede ser ignorante de muchas cosas, e incluso analfabeto por haber carecido de una educaci贸n, y sin embargo, en sus puntos de vista, en sus consejos, en su sentido de la vida, puede ser sabio. Pues la SABIDUR脥A no es acumulaci贸n de conocimientos, sino una visi贸n profunda del SENTIDO DE LA VIDA.

Nuestros condicionamientos ancestrales, nuestras limitaciones educacionales o circunstancias sociales, es decir mi karma, el resultado mejor o peor de lo que yo he conseguido a trav茅s de mi acci贸n, debido a todo ello lo que percibo no es la realidad sino algo parecido, o sea MAYA, la ilusi贸n mundanal que me conduce al error.

Mi falta de visi贸n profunda (Avidya), conduce pues a una percepci贸n ilusoria del mundo (Maya). Creo ver una peligrosa serpiente enroscada en la oscuridad, cuando en realidad s贸lo es una cuerda enrollada. No s贸lo percibo err贸neamente por causa de esa oscuridad externa, sino tambi茅n por mi oscuridad interna, mi ignorancia y mi miedo.

Mis acciones por tanto son MAY脕VICAS, es decir impregnadas por la ilusi贸n mundanal y, por causa de ello, conducen a toda una serie de errores encadenados, de conceptos equivocados que se siguen unos detr谩s de otros, en definitiva a la cascada de “ataduras” que llaman en el Oriente las “12 NIDANAS”, o sea las causas encadenadas que me llevan al dolor, al fracaso, a morir ignorante, y volver a empezar.

LAS 12 NIDANAS

Son las 12 causaciones, o “ataduras”. Conforman la concatenaci贸n de causas y efectos, que llevan de una forma de existencia a otra. Se simbolizan en la llamada rueda del SAMSARA, la eterna rueda de la existencia, que es consecuencia de las fuerzas ciegas conducidas por la acci贸n err贸nea. Es el gran engranaje del que todos formamos parte, al que se refiere este texto budista:

“Inconcebible es el comienzo de este Samsara; nunca siendo descubierto su primer comienzo, en el que los seres, obstruidos por la ignorancia y atrapados por el anhelo, se apresuran y aceleran a trav茅s de esta ronda de renacimientos”

Estas 12 causas que dan lugar al Samsara, las podemos resumir en tres bloques fundamentales:

El primer bloque es el de la ignorancia que condiciona mi conciencia:


  • Avidya: No ver, causa y productora del Maya o ilusi贸n, y tambi茅n de todo lo que sigue.
  • Sankhara: fabricaciones mentales y disposiciones mentales.
  • Vi帽ana: Como resultado de los dos anteriores, tenemos una conciencia desviada.
  • Namarupa: Como consecuencia, tambi茅n la conciencia de m铆 mismo es equivocada, tanto del concepto de mi “yo”, Nama, como de mi propio cuerpo, Rupa.

El segundo bloque, una vez establecidas las limitaciones anteriores, es el de los sentidos limitados, la senso-percepci贸n desviada, y el deseo que se genera.


  • Sadayatana: Son las seis fuentes de sensaci贸n, o sea la informaci贸n que nos llega por los 5 sentidos, m谩s la de la mente, considerada como un sentido m谩s.
  • Phassa: Es la Senso-Percepci贸n, o sea la uni贸n de la informaci贸n de las sensaciones con nuestros prejuicios o actitudes mentales previas.
  • Vedana: En base a lo percibido, surge la aversi贸n, o el deseo, o la indiferencia.
  • Thana: Es el deseo ya establecido, la sed de permanencia y de conseguir lo deseado.

El tercer bloque, tambi茅n basado en el anterior, es el que nos hace apegarnos a las cosas, y por consiguiente aferrarnos a la vida, con todas sus consecuencias de enfermedad, muerte, volver a nacer, etc.


  • Upadana: Aferrarse o apegarse a las cosas y a la existencia
  • Bhava: Como efecto, se genera el devenir o curso de la vida, la existencia encadenada,
  • Jaramarana: El envejecimiento, decaimiento y muerte.
  • Jati: El renacer a una nueva vida.

Simplificando, de todos estos factores habr铆a que destacar 3 fundamentales:

  • Avidya: como generador y causa esencial con la que comenzamos, terminamos, y reemprendemos una nueva vida.
  • Phassa: la senso-percepci贸n, porque a partir de la informaci贸n recibida, unida a nuestros prejuicios mentales, generamos toda una cascada de pensamientos asociados, im谩genes asociadas, que nos atrapan y que forman parte de las obsesiones y circuitos viciosos mentales de cada d铆a.
  • Upadana: el apego, el aferrarse a los deseos, a las sensaciones placenteras, etc., y que nos lleva al nuevo renacimiento, completando la cadena de Samsara.

Continuar谩: “Aqu铆 estamos otra vez, Nirvana de Ocasi贸n”

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