SPINOZA, Su Obra y Pensamiento
“El amor hacia algo eterno e infinito alimenta el alma con una alegría pura y exenta de toda tristeza; bien grandemente deseable y que merece ser buscado con todas nuestras fuerzas” Spinoza
No quisiera entrar en este segundo capítulo sobre Spinoza sin algunos comentarios extras. La imagen común del filósofo, como pensador intelectual, no es la que corresponde con el criterio de estas páginas. La filosofía, tantas veces repetido y nunca entendido, es el "Amor por la Sabiduría". No es el "amor" mendicante, usurero, ni celoso, ni meloso, no es el amor de lo que dicen te quiero porque me quieres, sino el amor que lo entrega todo, la vocación de entrega por los demás, por entender un mundo que hace sufrir porque no se entiende, pues no hay peor tortura que la del que sufre sin saber por qué.
Y ese amor sincero y verdadero hace que cambies tu vida, que no se quede en palabras sino en acciones bellas y llenas de ayuda a las almas solitarias, que son todas. Y lo que busca ese amor es entender el sentido profundo de la vida, para saber por qué, un gran "por qué" que abarca la vida entera, para permitir que un rayo de luz de nos ilumine y luego correr con esa luz y alumbrar todas las oscuridades, las nuestras y las de los demás.
Spinoza no es un filósofo más de los que tanto gustan a nuestros intelectuales universitarios, está hecho de otra pasta, humilde, pero con la humildad de los fuertes y seguros, con una fe profunda que no deposita en un dios fantasma, en un monigote teológico, sino en el Misterio que Abraza Toda Vida y Todo el Universo. Spinoza confía con la fe de los que saben y nos invita a que confiemos también, porque pase lo que pase al final todo será para nuestro bien. Y esa fe sencilla, basada en el entendimiento, es la fe de Spinoza.
Es difícil traducir el sentimiento que Spinoza desata cuando se penetra en el significado profundo de su pensamiento, por eso de antemano pido perdón a los lectores de este artículo, porque tendré que desgranar elementos de su filosofía con un bisturí para poder explicarlo en letras, ingenio que la naturaleza no me dio, porque no soy erudito, sino enamorado. Lee pues estas lineas, estas proposiciones lentamente, considéralas y pondéralas, y hazla tuyas si lo merecen pero no esperes un "bonito" artículo, sino lo que torpemente entendí de un sabio.
El tratado teológico-político
Analicemos pues en primer lugar parte de sus obras. Y la primera a considerar es el "Tratado teológico-político". Por qué es extraordinario es algo difícil de entender en nuestros días, pero en aquella época atreverse a analizar la llamada historia sagrada de judíos y cristianos era algo suicida. Por primera vez, la Biblia es sometida a un estudio crítico, Spinoza toma como punto de partida el análisis histórico, y gracias a su conocimiento de la lengua hebrea, sobre la que escribió un tratado, disecciona paso a paso el libro para dejar claras una serie de ideas fundamentales, piedra de escándalo aún hoy en día para algunos, aunque razonables para otros:
• La Teología y la Filosofía tienen que estar separadas, porque el fin de la teología es la obediencia, mientras que el de la filosofía es el entendimiento de la verdad racional. En la Teología no se discute, se interioriza y acepta una verdad por la fe o la tradición, pero la filosofía no se satisface si no es el resultado de la propia búsqueda y esfuerzo.
• Spinoza se opone al poder militante y la intolerancia del clero, quienes además utilizan la fuerza contra los disidentes. En su época sus libros tuvieron que ser traducidos a escondidas y difundidos por amigos en secreto y con gran riesgo.
• Dios actúa siguiendo sus propias leyes naturales, no como un rey caprichoso. No caben por tanto fenómenos como el de la profecía, los milagros y los hechos sobrenaturales, pues en su mayoría son el resultado de la imaginación y de la superstición. Todo fenómeno es natural, sean conocidas o no sus causas, pero nada está fuera de la naturaleza, ni Dios puede contradecir sus propias leyes. Los llamados profetas eran hombres especiales por su entendimiento y en sus llamadas profecías intentaban enseñar, pero no se trataba de visiones milagrosas.
• Dios y la Naturaleza son la misma cosa. Y por ello mismo niega que Dios intervenga en los asuntos humanos, ni que sea providencial, porque sigue su propio plan, sus leyes imperturbables.
• Niega la inmortalidad del alma, es decir el aspecto personal y psicológico transitorio, pero no niega la inmortalidad del espíritu. Todos pueden entender que el joven que uno fue ya no existe, quedó la experiencia y algunas características transformadas, porque la personalidad es transitoria y efímera y dependiente, pero hay algo más profundo que no se llama con ningún nombre en particular, que no es hombre ni mujer, ni niño ni adulto, sino intemporal, y eso es lo que va más allá de los límites temporales de nuestra vida.
La Ética Demostrada Según el Orden Geométrico
Este tratado no fue publicado hasta su muerte. Es un libro sorprendente, de la misma manera que un matemático o un geómetra demuestra sus teoremas, Spinoza proposición tras proposición, demostración tras demostración "científica" desgrana una profunda metafísica y una ética profunda ligada a la psicología humana. Para ello sigue el método cartesiano, aunque niega y enmienda algunas de las ideas de Descartes. Es riguroso y exacto y, a diferencia de Descartes, comienza definiendo primero a Dios, luego el mundo y a continuación el alma humana y sus pasiones, pero todo ello con un estilo "matemático" y geométrico.
En este tratado Spinoza formula una idea fundamental: la identidad de Dios y la Naturaleza, bajo el lema de "Deus sive Natura" (Dios o la Naturaleza). Para Spinoza la existencia de un dios absoluto diferente de la naturaleza, que es también infinita, es imposible. Solo puede haber un sólo infinito.
Su pensamiento ha influenciado a muchos filósofos posteriores, cientos de libros se han escrito analizando su Ética. Spinoza ha sido calificado de panteísta y de ateo por sus enemigos. Pero veamos cuál fue la opinión de H.P.Blavatsky acerca de él, y luego haremos un resumen de algunas de sus ideas principales.
H. P. Blavatasky acerca de Spinoza
(Collected Writings, Volume 13 Page 307)
"...Spinoza fue calificado como un “ateo sistemático”, tal como lo califica Bayle, y contra el cual fue pronunciado el terrorífico "Anatema Maranatha"*, su sistema de negación es calificado por Malebranche como quimera ridícula y terrible. Y aun así, nunca una naturaleza más refinada y espiritual ha existido sobre la Tierra que la de Spinoza.
Si según Epicuro las ideas abstractas son continuamente transformadas en las formas groseras y concretas del universo material, con Spinoza la concepción material de la ciencia, desde el Sistema Solar hasta la estructura molecular de una hoja, fue dulcificada hasta adquirir tonalidades rafaélicas, y la sustancias más groseras adquirieron las sombra de las etérea líneas de un mundo ideal.
Tanto influenció este mártir de la teosofía trascendente a las subsiguientes generaciones de pensadores, que Schleiermacher, hablando de “el sagrado pero proscrito Spinoza”, llega hasta el más conmovedor pathos:
“El Divino Espíritu le infunde. El infinito era su comienzo y su fin, el universo era su único y eterno amor. En sagrada inocencia y profunda humildad se reflejó a sí mismo en el mundo eterno, y vio también cómo el mismo era su más noble espejo. Estaba lleno de religión, y lleno del espíritu santo, y por ello destaca solo y sin rival, maestro de su arte, y exaltado por encima de la sociedad profana, sin discípulos e incluso sin ciudadanía”.
Las concepciones de este teósofo “ateo” acerca de Dios se encuentran entre las más originales. Protegido por el férreo escudo de la ley de necesidad reinante en toda la naturaleza física, lo encontramos resolviendo las más abstractas ideas siguiendo rígidas geométricas definiciones. Su sistema es un sistema de ideas metafísicas a partir de las cuales desarrolla una serie de teoremas... Aquél que esté familiarizado con la filosofía hindú le hará recordar en particular tanto la Vedanta como el sistema Budista extremo conocido como escuela Svâbhâvika.
Según sus ideas Dios es “una Substancia** consistente en infinitos atributos cada uno de los cuales expresa una absoluta, infinita y eterna esencia.”. De lo cual se sigue que esta Substancia – necesaria, infinita, una e indivisible, es Dios, la única Auto-Existencia, Toda-Perfección y Absoluto Infinito..."
*Anatema Maratha: el “herem” o condena de la comunidad judía.
*Susbtancia: en filosofía, lo que subyace (detrás del velo de Maya o la ilusión bajo la que actúan los sentidos y la mente)
**Extensión: en filosofía, las dimensiones, el espacio.
Continuará
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