SPINOZA, ALEGRÍA Y TRISTEZA
Spinoza nos da una piedra de toque, un criterio sencillo para saber cuando una doctrina o un mandato o una situación tiene que ser evitada o al contrario apreciada y cultivada: la Alegría y la Tristeza. Hay pensamientos, lugares, personas, recuerdos, conceptos, etc., que nos producen tristeza o alegría. Hagamos un breve ejercicio y recordemos que cosas nos inquietan, qué cosas nos deprimen y qué cosas nos llenan de alegría. ¿Pero qué son exactamente estos dos estados?:
- Por tristeza entendemos un estado de baja energía, de des-estructuración, de miedo, de apocamiento.
- Por alegría entendemos un estado de exaltación, de energía aumentada, de vitalidad.
El simple recuerdo de algo puede llenarnos de optimismo y energía, mientras que otros recuerdos nos ensombrecen, nos enferman, limitan nuestra fuerza vital. La visión de una persona, o de una cosa o de una situación también nos puede provocar esa sensación. Este fenómeno de todos bien conocido puede ser transitorio o perdurable. Así, los diversos tipos de experiencias, pensamientos, situaciones, etc., pueden producir diferentes estados de alegría:
- Una alegría transitoria, que luego genera tristeza, como ocurre con muchos de los placeres sensuales.
- Una alegría más intensa y perdurable, pero que requiere más de los mismo y si no se satisface genera tristeza, como por ejemplo la ambición.
- La comprensión directa de la realidad, la evidencia, la comunión con la divinidad o el Universo en su totalidad, es lo único que permite encontrar una alegría estable.
Para Spinoza, esta última vivencia de la realidad de Dios o la Naturaleza, es una especie de estado de gracia e iluminación que se debe buscar y hacer crecer. Hay que aumentar el número de experiencias de alegría, hasta que nuestra conciencia puede ubicarse ahí de manera permanente. Y además, dice Spinoza, hay que hacer que otros participen de ella. Dicho en otras palabras es un ejercicio de elevación de la conciencia.
“...el amor hacia una cosa eterna e infinita alimenta el alma con una alegría pura y exenta de toda tristeza; bien grandemente deseable y que merece ser buscado con todas nuestras fuerzas...”
Pero desgraciadamente los tiranos, los poderosos del mundo, los sacerdotes, no les interesa esto, y por esta razón intentan crear la tristeza mediante sus compulsiones, sus órdenes, sus dogmas, etc. La tristeza para Spinoza es precisamente el medio de manipular y dominar, por ejemplo haciendo que otros se sientan culpables.
La culpabilidad es un sentimiento triste, no tiene objetivo y disminuye las energías. Es además repetitivo, circular, está en la raíz de los fenómenos depresivos y obsesivos. Nuestras decisiones, al no ser libres y estar muy condicionadas, no deberían generar sentimientos de culpabilidad. ¿Quién no ha cometido un error? ¿Y quién no se ha visto impulsado a ello por factores e influencias de la que uno no era consciente? Como sentimiento es innecesario, aunque como razón puede servir para juzgar aquello de lo que somos responsables y que tenemos que resolver (o sea, responsabilidad y redención)
• NO HAY OTRA VIDA PARA EL ALMA
Los agregados corporales y psíquicos, se disuelven con la muerte. No existe continuidad de los mismos. En todo caso, generan causas que de manera más o menos compleja pueden estar en la raíz de nuevas formas de existencia (por ejemplo, a partir del reciclaje de los átomos, o de las estructuras etéricas en otras formas). El alma del ser humano, o sea su psíque, tal como indica Epicuro, nace, crece y se modifica junto al cuerpo material. Evidentemente, con la disolución del mismo también llega el fin del alma, como agregado.
Sin embargo, dado que el hombre participa en algunos atributos de la divinidad, nada puede participar en algo a menos de ser parte de ello mismo, y así el hombre participa en la Mente Universal, y sobrevive en esa Mente Universal, como parte de ella.
Por otro lado, los agregados o compuestos, tanto materiales como espirituales, lo son alrededor de algo, si no existiese ese algo no habría agregado. El centro alrededor del cual se organizan los agregados es la Mónada tal como la concibe Leibniz, es decir el centro adimensional y espiritual del Ser.
• LA DIVINIDAD
• Dios es la Única Esencia y Existencia, es uno con la Naturaleza entendida como Totalidad y Unidad. Pero no se trata de la totalidad de lo que uno puede percibir. Eso sería una clase de panteísmo grosero que haría que Dios estuviese presente y fuese en cierta manera todos los objetos que percibimos. Se trata de la Totalidad que es la Causa de la Naturaleza. Porque la Naturaleza Manifiesta es Maya o sea Ilusión transitoria, y lo que Spinoza dice es que Dios es la “Substancia” de todo lo que existe, o sea lo que subyace, la Causa de Todo, o la Causa Sin Causa.
• El hombre solo tiene acceso a dos atributos que comparte con esa Totalidad: la razón y la extensión o dimensiones, a través del pensamiento y del cuerpo respectivamente, sin embargo los atributos de la Divinidad son infinitos
Spinoza dice que el ser humano tiene acceso o conoce solamente esos dos planos, pero dado que la divinidad tiene atributos infinitos, cabe por tanto que el hombre también pudiera acceder a otros planos de conciencia a medida que la evolución del ser humano se vaya completando a través de planos distintos, desde lo físico, energético, emocional hasta lo espiritual.
• El hombre no necesita congraciarse con la divinidad.
Para Spinoza las ceremonias y rituales son en su mayoría ataduras, supersticiones, cuyo único fin cuando es algo correcto y virtuoso, sería el de recordar a la flaca memoria del hombre su conexión con el Universo y consigo mismo y permitirle armonizarse con el Todo. Dios no puede ser afectado por las súplicas del hombre, no puede ser influenciado por las peticiones humanas.
• El Amor hacia Dios no puede ser un amor correspondido, ni un intercambio.
El Amor del hombre por Dios surge de la percepción de su infinitud, de la identificación con todo Ello. El Bien es seguir las Leyes Naturales. El ejercicio de la bondad hacia los demás no puede hacerse por mérito, sino porque el propio gesto de ayuda es al mismo tiempo solidaridad hacia los demás, ampliación de nuestra conciencia y rotura de nuestras barreras personales. La práctica virtuosa, sería el ejercicio consciente de nuestra voluntad siguiendo las leyes naturales, y en el dominio de las pasiones y del sentimiento de individualidad separada.
• Dios es la única esencia y existencia por sí mismo, es la Naturaleza, entendida en su totalidad infinita.
Sólo es posible la existencia de un absoluto, dos absolutos son una contradicción en sí mismos. Por tanto la única substancia o esencia es Dios y, lógicamente, todo lo que existe se deriva y existen en él. Es existente por sí mismo, o sea que no es dependiente de alguna otra cosa. Toda idea o esencia puede o no existir, por ejemplo “el Hombre”, como idea o esencia, puede estar manifiesto o no en este plano material, su existencia por tanto es condicionada, puede o no existir. Sin embargo la Única Esencia o Dios, es Existente por sí misma necesariamente, sin dependencia de otra cosa.
• Sus atributos también son infinitos
Si sus atributos fuesen finitos, eso no concordaría con su infinitud plena. O sea, todo es posible, todos los atributos y cualidades en Dios.
• El hombre participa en dos atributos a través de dos modos
◦ Atributo Mente Universal: por el Pensamiento
◦ Atributo Extensión (las 3 dimensiones del espacio): por el Cuerpo
Descartes a través de su método filosófico llega la conclusión de la existencia de sí mismo, del mundo mental ("pienso luego existo") y del mundo extenso o corporal a través de las sentidos. De manera intuitiva relaciona esos dos mundos, el mental y el físico, por medio de la epífisis o glándula pituitaria, considerada como asiento del alma, pero no explica la relación entre la Mente Universal y la Materia Universal, sino sólo entre la mente humana y su conexión con el cuerpo.
Spinoza no comienza su análisis a partir del hombre, sino que empieza desde lo más alto, a partir de la propia divinidad. Y a esa divinidad le concede infinitos atributos, de los cuales el hombre conoce o participa en el de la Mente y en la Extensión (o sea las 3 dimensiones), es decir que el hombre es al menos consciente de estos dos atributos.
Spinoza va aún más allá, porque dice que en toda Extensión (forma, espacio) hay Mente. O sea, lo que conocemos como el Tercer Logos platónico: la relación Forma-Inteligencia, la inteligencia se plasma en las formas. Pero ¿de qué manera se relaciona el ser humano con estos dos atributos?: por medio de la Conciencia. La conciencia es el resultado de un impacto o choque entre dos cosas, o sea entre dos planos, por ejemplo somos conscientes de la hora cuando suena el despertador. Además la conciencia posee otra relación: el tiempo. La conciencia no es estática sino que se mueve a lo largo de la linea del tiempo.
• El mundo es determinista, aunque no de manera absoluta, pero no existe el grado de libertad que imaginamos.
Todo lo que deseamos o queremos está condicionado por influencias y deseos inconscientes, previas experiencias que nos condicionan, error en la apreciación de las circunstancias, nuestras pasadas acciones o karma. Para Spinoza el ser humano es el más libre de las criaturas, pero si fuese consciente de los condicionamientos que le atenazan sería aún más libre. Pero como no somos conscientes, nuestras decisiones en la mayor parte de los casos no son libres y están predeterminadas. La capacidad de juzgar y tomar decisiones libres y correctas aumenta con el conocimiento de sí mismo y de las causas que nos condicionan, con la superación de las pasiones, aun así el margen es limitado
Spinoza y la Reencarnación
En los párrafos anteriores Spinoza desgrana una tras otra las ideas fundamentales de su pensamiento, de las cuales yo sólo puedo ofrecer una visión pequeña y parcial, más bien una invitación a sopesar sus ideas. Pero no quedaría completa esta revisión sin añadir un elemento más. Su confianza plena en el destino surge del entendimiento de Dios como las Leyes Naturales, como la misma Naturaleza que nos rodea y de la que somos parte, y siendo parte de algo ¿de qué podemos tener miedo? pues ese algo misterioso es la razón de nuestro existir, y también lo será de nuestro perecer, y de la continuación de esta aventura infinita de la Vida Una resurgiendo de nuevo. El filósofo Leibniz se informó de cerca sobre las ideas de Spinoza, y a modo de resumen envió una carta con un sumario de las ideas fundamentales de Spinoza, del cual entresacamos el siguiente párrafo, que no muestra su creencia en la reencarnación:
"Piensa (Spinoza) que olvidamos la mayor parte de las cosas cuando morimos y que retenemos solo las cosas que conocemos con una especie de conocimiento que el llama intuitivo, del cual muy pocos son conscientes. Porque el conocimiento es bien de tipo sensual, o imaginativo o bien intuitivo. El cree en una especie de transmigración pitagórica, es decir que la mente va de cuerpo a cuerpo. Dice que Cristo es el mejor filósofo. Piensa que además de pensamiento y extensión hay un número infinito de otros atributos positivos, pero que en todos ellos hay pensamiento como aquí lo es en la extensión. Cómo están constituidos no puede ser concebido por nosotros pero cada uno es infinito como el espacio lo es aquí." (Carta de Leibniz)
Aquél pequeño judío, sencillo y honesto, suave y humilde en sus maneras, y al que ni sus enemigos más acérrimos pudieron criticar ni encontrar falta alguna, fue un ejemplo de valentía, de vida y sencillez, que ha dado lugar e impulsado muchas de las filosofías que ayudaron en la gran época del Iluminismo a derribar las murallas de la tiranía eclesiástica y civil.
¿Ateo? ¿Panteísta? ¿Teósofo? ¿Autor de libros escritos en el infierno? ¡Juzguen ustedes mismo!
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