jueves, julio 7

La Medicina del Futuro III - Salud Psico-Física

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GIMNASIA PARA EL ALMA Y RELIGIÓN PARA EL CUERPO

Una vieja observación de Platón culpaba al desequilibrio entre el alma y el cuerpo como la inicial causa de enfermedad.

En las antiguas culturas y civilizaciones, tales como los griegos, chinos, egipcios, etc., se consideraba que el desequilibrio o falta de armonía podía recuperarse en sus estadios iniciales, pero si el proceso continuaba daba lugar a la enfermedad manifiesta, difícilmente curable en aquella época.

Según Platón, algunos hombres nacen con un cuerpo fuerte y saludable, pero con poca afición al estudio y a la lectura, y por el contrario con gran tendencia a las actividades corporales, a la gimnasia, y al arte militar. Acaban por embrutecerse, hundidos en su masa muscular.

Otros sin embargo, poseen gran habilidad mental, tienen capacidades innatas para el estudio, lo que da a lugar a estudiosos encerrados en su mundo mental, con poca actividad física. El exceso de estudio y meditación acaba por consumir sus cuerpos, además de llevarlos a alejarse no sólo del mundo sino también de la realidad del mismo.

Nuestra propuesta inicial en esta serie de artículos era que necesitamos construir nuestra propia salud, antes que depender de medios externos que, evidentemente, cuando son necesarios y están disponibles podemos usar.

El camino que lleva desde la salud hasta la enfermedad es largo, salvo accidentes kármicos (que ahora llaman genéticos), que seguramente también tienen un origen remoto. Por tanto hay muchas cosas que podemos hacer antes de necesitar un médico o un cirujano.

Reconozcamos pues nuestro propio cuerpo y alma, examinemos cuidadosamente qué suerte de equilibrio o desequilibrio está presente en nuestra constitución. Una vez reconocido éste, tendremos que tratarlo. Platón dijo, gimnasia para el cuerpo y música, o sea las artes de las musas, para el alma. Lo que yo propongo es un paso más, es otro punto de vista:

Religión para el Cuerpo

Porque si tenemos en cuenta su auténtico significado original, religare en latín, tiene el sentido de unir, de volver a unir aquello que está separado. Nuestro cuerpo, por largo tiempo, ha permanecido como barco arrastrado por las olas, sometido a los vientos y tormentas del mundo externo, sin ancla que lo fije, movido no sólo por las circunstancias externas, sino también por el deseo sin límite, que surge del interior como resultado de la frustración personal.

Este cuerpo necesita saber que pertenece a Alguien, a un alma que lo habita, que es su verdadero dueño, y que también tiene necesidades evolutivas importantes, y que a menudo cede ante los deseos inmoderados del cuerpo. Para ello se necesita:

  • Pureza: que no se encuentra en comer esto o aquello, ni en mirar o no mirar, ni en decir o no decir. Esa es la “pureza de las religiones”, que se entretienen en crear listas de pecados y de castigos para los impuros. La Pureza verdadera, es ¡algo tan simple y tan difícil!. Es conocer que tu tienes un color propio, que eres una nota musical única, y que tu misión en este mundo es hacer que tu luz brille tal como es y que tu música suene nítida. Pureza es apartar de uno mismo todo lo que se nos ha pegado, todo lo que no somos.

Gimnasia para el Alma

Esa parte intermedia, con la cual nos identificamos cada día, aunque nuestro verdadero Ser permanece silencioso y silenciado. El alma, que es el amasijo psicológico, situada en medio, entre lo meramente físico-fisiológico y el Espíritu, necesita también fortalecerse y sutilizarse y un poco de filosofía que es la gimnasia específica del alma:

  • Fortalecerse: dominando desde el alma al cuerpo, desafiando con moderación sus límites. Consiste en vencer los “miedos corporales” que han hecho de todos nosotros seres débiles, acomodados entre algodones, y temerosos del menor rasguño. Pero sobre todo dominar y ejercitar nuestra mente, domeñarla, sujetarla, hacer que piense lo que tiene que pensar, evitar pensar lo que no se quiere, en definitiva Recta Atención y Recta Comprensión.

  • Sutilizarse: Atreverse a pensar diferente, a explorar otras formas de pensamiento, abriendo caminos para que el alma poco a poco comprenda que es sólo un reflejo oscuro del Espíritu brillante que, como el diamante, corta con la Espada de la Verdad todos los lazos y engaños de nuestra alma desorientada. A esto se le llama Metafísica.

  • Filosofía: Se equivoca quien piensa que eso de la Filosofía, es asunto de pensar y pensar. Filosofía es Vida, es recuperar valientemente la línea ascendente que nos lleva desde lo animal a las cumbres espirituales. El día que los hombres dejen de hacer filosofía, será un triste día, porque entonces ya no existirán, y en su lugar sólo tendremos animales, quizás dotados de una inteligencia instintiva, pero nada más.

¿Por qué mezclo cosas físicas para el alma, con cosas metafísicas para el cuerpo? Porque si alguien te dijo que en realidad eres un alma, se equivocó, también tienes cuerpo, y ambos son sólo vehículos transitorios de un rayo diamantino que no tiene tiempo ni lugar, eterno en sí, puro en sí, lejano, muy lejano, y al mismo tiempo tan cerca de ti que no puedes verlo, de la misma manera que tus ojos no pueden verse a sí mismos.

Necesitamos pues encontrar el equilibrio entre nuestra alma y nuestro cuerpo, pero para superarlos. Para unos serán necesarias las aventuras físicas y espirituales, para otros las lecturas y la meditación. Para todos Filosofía.

En todo caso hay que dejar detrás los espacios mentales y físicos de la comodidad, porque lo único que arriesgamos es perder el sofá personal de la negligencia y el abandono.

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