Conspiranoia
Como se explicó en el artículo precedente, lo que ayudó a que el hombre primitivo pudiese sobrevivir y no ser aniquilado a pesar de su debilidad, era su capacidad innata para tener una "mente negativa": ver los peligros de antemano, pensar en los accidentes y en lo peor que puede ocurrir.
El mito griego dice que Prometeo trajo el fuego al hombre, y esto permitió que el hombre pudiera acceder a todas las artes humanas y a la ciencia. Claro que ese fuego se refería al fuego mental humano, porque a diferencia de la mente animal, como el mismo nombre del héroe indica, Prometeo o Προμηθεύς en griego, es la mente humana que posee la capacidad de previsión, premeditación y prevención.
También se comentó que esta mente previsora está también en el origen del eterno miedo, desazón, inquietud y desconfianza hacia el futuro que siempre nos atenaza. Así un animal sufre en el presente el dolor que se le inflige, pero el ser humano sufre por el presente, por el pasado y por el futuro. Es la triple condena que todos padecemos, porque somos hijos y herederos de Prometeo.
Esta mente prometéica en su incesante mirada hacia el futuro, hacia lo incierto, genera causas mentales que se convierten en auténticas auto-profecías. Todos entendemos muy bien que si tiro una piedra contra una pared, ésta caerá produciendo una consecuencia determinada. Lo que no entendemos es que una mente negativa, ofuscada, genera también consecuencias negativas que pueden incluso extenderse más allá de esta vida.
El miedo a la conspiración, nos arrastra a ver enemigos por todos lados, tanto en la vida personal como social, y se convierte en "conspiranoia", o sea paranoia + conspiración, cuando se llega al punto en que todo se interpreta a través del color de esas gafas conspiratorias.
Así, desde el comienzo, están esas conspiraciones de los dioses, para los que creen en los dioses creadores del mundo, rectores de la vida humana y del universo entero, que nunca explican sus planes o solo nos dicen lo que les interesa. Que digo yo que ya habrán tenido tiempo para explicarnos algo más que aquello del pecado y del infierno. O quizás se trata de que, como creen los hindúes, Brahma creó el mundo por el poder de "lila", o sea el juego. Conspiración.
En ciertas sectas "New Age", se habla también de unos maestros que controlan todo, incluso la evolución del ser humano. Les llaman "Maestros Ascendidos", aunque yo creía que los Maestros de verdad descendían para acercarse a ayudar a los seres humanos. Aunque bien pensado puede ser que los seguidores de los "Maestros Ascendidos" esperan ellos mismos también ser ascendidos. Conspiranoia santa.
También hay otros ascendidos, los abducidos por naves extraterrestres, por venusinos pequeños pero cabezones. También están los planes secretos de la CIA, los de Carrefour y los de Mercadona, por no hablar de la Bolsa de Nueva York, los Morgan, y por supuesto los judíos.
Y es que se trata de una enfermedad crónica del ser humano, una desconfianza básica que tenemos y que aumenta frente a todo lo que no entendemos.
Así sobre un hecho dudoso, no demostrado, se construye un castillo de naipes de ideas elaboradas. Puede que haya platillos volantes, pero por cuestiones técnicas (véase star trek, la guerra de las galaxias, etc.) hubiera sido mejor aeronaves más aerodinámicas, o sea fusiformes más que salseras redondas. Entonces tenemos un hecho no comprobado, pero seguimos adelante con la construcción conspiranoica: en su interior hay hombrecitos pequeños (para gastar menos combustible, digo yo) y además de abducirte te hacen más pruebas que en el hospital Ramón y Cajal, y luego se van a una lejana estrella, y allí está los Grandes Supervisores Galácticos que controlan el universo... Y así siguen añadiendo elementos fantásticos, como castillos de naipes.
Desde luego que hay conspiraciones, repito, desde luego que los que manipulan los periódicos, que ya no son fuente de verdad sino de propaganda, agitan las masas, como las iglesias también hacen, aunque han perdido algo del vigor medieval (¡que tiempos felices aquellos en que bastaba para eliminar un enemigo acusarlo de conspiración con el diablo!)
Por supuesto que las casas comerciales de medicamentos buscan un lugar bajo el sol del Covid, y todos los comercios incluyen ahora carteles diciendo "venceremos juntos". ¿Juntos? ¿desde cuando nos han amado tanto?
Por tanto, EL PROBLEMA NO SON LAS CONSPIRACIONES, que las hubo, las hay y las habrá mientras el mundo exista, y por eso hay guerras, y conflictos de todo tipo. Ahí está la historia para probarlo. EL PROBLEMA ES LA CONSPIRANOIA, esa enfermedad del hombre, ese miedo innato y falta de racionalidad, ese terror que nos lleva a pensar que hay enemigos que nos persiguen, que están detrás de todas las cosas que ocurren y lo que es peor que condicionan nuestra libertad interior.
Esto es grave, muy grave, porque cuando las conspiranoías histéricas aumentan podemos estar seguros que éstos son los primeros síntomas de algo mucho peor: la Nueva Edad Media que se acerca, la división, la caza de brujas, el racismo, el asalto de tiendas, la brutalidad en las calles. Quizás faltan años, muchos, pero inexorablemente esta civilización se hunde en el fango poco a poco.
¿Qué podemos hacer? Pues primero no dejes que el miedo penetre en tu interior, busca Ideales a los que te debes aferrar, interpreta el mundo bajo su luz, no bajo la luz de los intereses bastardos. Fortalece tu interior, porque el exterior ya está perdido, este es un Mundo Viejo, una casa con muchas grietas, que cada día se hacen mayores y más profundas, no sirve de nada taparlas. Esta casa vieja se cae, no te dejes arrastrar por sus últimos destellos de colores artificiales que tratan de hipnotizarte y arroparte con sus perfumes narcotizantes del consumismo y el materialismo, más bien busca las montañas de los Ideales que están escondidos en lo profundo de tu propio Ser.