martes, junio 20

Mitos de Moda y Sueños Mecánicos

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MITOS DE MODA Y SUEÑOS MECÁNICOS

Históricamente los poderosos siempre han utilizado de una manera u otra el arma de la propaganda, disfrazada de mitos sociales y religiosos, como por ejemplo “El fin del mundo que viene”, “Arrepentíos, los últimos días anunciados están cerca”, u otras variantes como “Todo un Nuevo Mundo espera ser cristianizado”, o islamizado que para el caso es lo mismo.

También están las nuevas versiones, como “No poseerás nada y serás feliz”, lo cual no deja de ser una verdad, porque ciertamente las posesiones traen preocupaciones. Pero no creo que se refieran a eso. En todo caso, por el momento, quiero estar a cargo de lo que he conquistado. Además, por otro lado, si no poseemos nada será porque alguien lo posee TODO. Menuda preocupación, seguro entonces que ese será infeliz, ¿o no?…

O también hay otras variantes, “el género es lo que uno quiera y desee”, cambia de sexo como cambias de ropa interior, y así serás más libre. Claro que andar todo el día preocupado por este tema, publicitándolo, acudiendo como militante a manifestaciones, operándose, medicándose, arrepintiéndose luego, llorando porque dicen que le han engañado, que él/ella/ello no sabían bien lo que hacían… todo eso no creo que de la felicidad, ni que ésta radique entre las piernas.

También está esa tontería, como concepto, pero muy serio como amenaza humana: el alejamiento de la responsabilidad presente en aras del advenimiento del heredero del Homo Sapiens (?): el HOMO DEUS, llamado así según Yuval Hariri, el nuevo profeta de la humanidad cibernética, por sus “poderes divinos de creación y destrucción”. Las nuevas tecnologías y la inteligencia artificial, dice, conforman la entrada a “la inmortalidad, la felicidad y la divinidad”.

Quizás se olvida de algún pequeño detalle, primero que la felicidad no es el resultado de tener lleno el frigorífico, eso ya se intentó sin éxito, la felicidad depende de aquietar los deseos, de volverse hacia el interior, y alejarse de la competición y ambición mundanal. No se trata de restringirse, o prohibirse a uno mismo cosas u objetivos, pues detrás de esa falsa renuncia sigue existiendo un deseo cada vez más pronunciado. Más bien se trata de centrarse en Sí Mismo, de ser el dueño de uno mismo, y ver el mundo como lo que realmente es: una trampa engañosa que esclaviza tu mente y tus sentidos.

Segundo, la Inmortalidad, o sea el seguir viviendo EN ESTE MUNDO for ever, sería el mayor de los castigos, el cansancio más infinito, ¡Qué horror!. Más que la inmortalidad, lo que el espíritu religioso sincero y la Mística ha buscado es la Eternidad del Instante, o sea la eternidad de las cosas que SON REALES, y por ello sin cambios aparentes, la cesación de la angustia y el eterno deseo que nos impulsan y maltrata.

Tercero, la Divinidad como objetivo, o sea MI DIVINIDAD. Únicamente sería ello posible si mi Conciencia y Ser pudieran asimilarse al TODO UNIVERSAL, ni más ni menos. Pues siendo yo el Todo, no carecería, ni echaría en falta nada, todo estaría en mí mismo, y siendo Conciencia Absoluta (porque la otra conciencia, la relativa, sólo aparece cuando hay un algo que toma conciencia de otro algo, lo cual es una limitación) no habría nada de lo que tomar conciencia, y por tanto podría llamarme (perdón por mi Super Ego) Absoluta Inconsciencia.

Ahora bien, puede que el Sr. Hariri se refiera a la divinidad mecánica, la que está hecha de materiales sofisticados. Lo que ignora este pseudo-filósofo es que toda materia está en evolución y es cambiante, las formas se destruyen y se reconstruyen infinitamente. Por tanto, EN ESTE MUNDO, no hay nada eterno, ni perdurable, ni siquiera las montañas.

Tres objetivos falsos, “la inmortalidad, la felicidad y divinidad”, no por el valor de estos términos, sino por el ENTORNO con el que se los rodea, o sea la inmortalidad, la felicidad y la divinidad AQUÍ en este mundo transitorio y cambiante (¡How dare you!… Greta).

No habiendo pues encontrado el ser humano el camino que le lleva a las Sendas Interiores e Infinitas, impotente e incapaz de encontrar la serenidad, se rebela contra toda filosofía, contra toda ética y moral, contra todo espíritu de fraternidad, en búsqueda de una ilusoria SALVACIÓN MATERIAL Y PERSONAL, olvidándose que toda la Humanidad es un SÓLO SER, y o nos salvamos juntos de esta Selva Material, o ninguno saldrá vivo de aquí. Afortunadamente, desde arriba, los que saben mantienen las Puertas Doradas abiertas para TODOS, hasta que llegue el último, incluso el Sr. Hariri y yo.

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