jueves, septiembre 22

EQUINOCCIO

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EQUINOCCIO

Nel mezzo del cammin di nostra vita

“A mitad del camino de la vida,
en una selva oscura me encontraba
porque mi ruta había extraviado.”

El camino de nuestra vida es ejemplificado por el camino del Sol. … O quizás sea al contrario: nosotros sólo somos intentos de parecernos a la brillante estrella que es nuestro destino.

El Equinoccio es como el atleta coronado, que una vez bajado del podio, vuelve a su casa, recoge su medalla y la contempla fascinado, pero cuando mira alrededor sabe que ahora toca el descanso, o quizás el declinar, porque puede que ésta sea su última competición.

O quizás no tenga ninguna medalla, quizás no haya podido recoger los frutos de un esfuerzo que nunca intentó o que nadie reconoció.

El equinoccio en la vida, representa un estado intermedio, de duda quizá, de interiorización serena, de maduración en definitiva.

En casi todos los pueblos ese momento especial del año ha sido marcado por la recolección. En la mitología griega su significado especial queda reflejado en los Misterios de Eleusis, donde simbólicamente se representaba el descenso del alma al mundo de Hades, el de la muerte iniciática o la muerte preñada de vida.

Perséfone, permanecía encerrada en el Hades durante los meses invernales, para luego resurgir en la Primavera. Hades consiguió atraparla al ofrecerle comer los frutos del granado.

Afrodita, la diosa del Amor, plantó el primer granado. Su fruto, como su nombre indica, encierra en su interior, gran cantidad de semillas, protegidas por una corteza dura, que las oculta y protege del frío y la sequedad, encerrando así las promesas de vidas futuras.

Esta promesa de vida, atrapó a la joven diosa, Perséfone, que por amor retorna en primavera para vivificar de nuevo la tierra, mientras que, durante los meses invernales, encerrada en el inframundo, cuida en su pecho la hermosa fruta.

Su nombre, Perséfone, es interpretado como “La que lleva la muerte”, porque se refiere a la muerte iniciática del inframundo, que es Vida. Platón, en el Crátilo, le da el significado de “Sabia, que toca todo lo que se mueve”, es decir Sabiduría-Vida.

Esa vida-muerte que protege en su pecho, está muy bien representada en la siguiente pintura “Proserpina” (su nombre latino) del pintor Gabriel Rosetti:

Y aquí mismo, en la castellana ciudad de Madrid, en la famosa Plaza Mayor, Proserpina-Perséfone aparece pintada sobre el muro de la torre de la derecha, obra del pintor Carlos Franco, mientras que en justa compañía y contrapartida en la torre de la izquierda aparece representada el Ave Fénix, ambas figuras reflejo de la eterna y único atributo del Absoluto Dios Desconocido e Innombrable, el eterno movimiento Vida y Muerte, Inspiración y Expiración, Expansión y Recogimiento.

Finalmente nos queda decir que el Equinoccio es ese momento especial en nuestras vidas que, bien mirado, nos debe llenar el alma de alegría recogida, de alegría interior, acompañados por la eterna esperanza de un nuevo comienzo cargado de ilusiones y proyectos, pues como dice Dante. siempre hay esperanza:

“Había perdido el camino que iba y me perdí en un bosque oscuro… Mas cuando hube llegado al pie de un monte, allí donde aquel valle terminaba que el corazón habíame aterrado, hacia lo alto miré, y vi que su cima ya vestían los rayos del planeta que lleva recto por cualquier camino”

“foto ©Álvaro López del Cerro”

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