LA MEDICINA EGIPCIA - I
Ciencia, Magia y Espiritualidad.
Iniciamos con este artículo una serie sobre la Medicina Egipcia que esperamos que sea provechosa y aclare las principales ideas sobre la misma. En primer lugar, tenemos que decir que la medicina del Antiguo Egipto estaba muy avanzada en relación a su época. Tenía la capacidad, al igual que otras grandes medicinas clásicas, de aunar conocimientos prácticos con creencias religiosas, además del soporte de la psicología y la espiritualidad en general. Los antiguos egipcios desarrollaron tratamientos médicos efectivos basados en observaciones clínicas, aunque también recurrieron a lo sutil y mágico, ya que las enfermedades no solo tenían como causa principal los accidentes físicos, sino que también a menudo se consideraban como resultado de los castigos divinos (karma) y como enfermedades causadas por fuerzas sobrenaturales.
Analizar y aprovechar, hoy en el siglo XXI, de manera práctica la medicina del Egipto faraónico es una tarea casi imposible si solo tenemos en cuenta los detalles materiales y técnicos, tales como las fórmulas y las drogas utilizadas. La egiptología moderna ha intentado acercarse a ella enfocando su interés, de manera especial, en la descripción minuciosa del proceso de momificación o en fotografiar y escanear las momias para describir así los huesos rotos o los signos de envejecimiento, el estado dental, así como calcular la edad probable de los cadáveres momificados y la metodología empleada para embalsamarlos. También hay estudios que intentan descifrar los papiros existentes y el nombre de las plantas que usaban en el pasado, desconocidas hoy. Así mismo, se ha descrito diversos aspectos sobre la profesión médica, y sobre el alcance de sus conocimientos en anatomía, fisiología y cirugía.
No obstante, dicha medicina del pasado aunque pudiese rescatarse con todo lujo de detalles, probablemente no tendría valor para nuestra época, ya que las formas de actuar, los medios y los fines de la medicina egipcia no tienen nada que ver, salvo en aspectos secundarios, con la medicina moderna y científica.
Como ya veremos, existían elementos morales diferentes, así como principios generales, y un contexto filosófico y un entendimiento de la vida, la enfermedad y la muerte, que nada tienen que ver con los de nuestra época, pero de los que verdaderamente podríamos aprender mucho. Además, hay otro aspecto importante a considerar: las creencias y la magia, sin ellos no puede entenderse el tipo de Medicina que practicaban los egipcios de la antigüedad.
Iremos desgranando estos aspectos, uno a uno, de manera que podamos extraer de los mismos elementos útiles para nosotros mismos. Algunos de los aspectos clave de la medicina egipcia que analizaresmo en sucesivos artículos son los siguientes:
LOS TEXTOS MÉDICOS
Hemos heredado del pasado diversos textos médicos que describen tanto enfermedades, así como tratamientos y procedimientos quirúrgicos. Centraremos nuestra descripción en dos de ellos, el Papiro quirúgico de Edwin Smith, y la patología médica descrita en el Papiro de Ebers. Hay otros textos, pero la comprensión de estos dos será suficiente para empezar a entrever que la medicina egipcia era "otra cosa" bien diferente de nuestra medicina de hoy día. En las "recetas" del papiro de Ebers podremos tener un vislumbre de las plantas utilizadas, y sobre todo de la fisiopatología, o sea de la teoría médica que tenían los egipcios sobre las enfermedades, además de algunas recetas muy curiosas, que nos indican aspectos mágicos y correspondencias naturales. Pero sobre todo en el papiro de Smith encontraremos la descripción de un sistema energético y físico de conducción extrañamente similar al sistema utilizado en las medicinas clásicas orientales.
LAS ESPECIALIDADES MÉDICAS Y LA "CARRERA MÉDICA"
Existían especialistas médicos en distintas áreas, oftalmólogos, dentistas, especialistas en enfermedades de la mujer y del aparato digestivo, cirujanos, etc. La existencia de dichas especialidades apuntan a un conocimiento y una enseñanza altamente organizada de la medicina; esta complejidad implica que los conocimientos poseídos eran muchos más que las escasas referencias que aparecen en los papiros que poseemos. Lógicamente todo lo anterior apunta a un sistema de enseñanza, un escalafón médico, y unos lugares especiales de enseñanza, las llamadas Casas de la Vida.
LOS REMEDIOS Y LOS TRATAMIENTOS:
Usaban una gran variedad de hierbas, minerales y sustancias animales como remedios, pero como apuntamos antes algunos de los nombres jeroglíficos no se corresponden con la nomenclatura moderna, y es difícil saber por qué se utilizaban, aún así encontraremos ejemplos que nos recuerdan usos modernos como por ejemplo el del ajo y la cebolla con el fin de mejorar la circulación y prevenir enfermedades. El opio, se utiliza como anestésico, la miel y la mirra para para curar heridas. Pero además de ello había recipientes especiales que se utilizaban para contener las medicinas con oraciones; también existían estelas sagradas que dotaban de cierto valor mágico a las aguas vertidas sobre las mismas. Además había que tener en cuenta la forma mágica de administrar los remedios, las oraciones que lo acompañaban, y el efecto hipnótico de algunas de ellas.
LA RELIGIÓN Y LA MEDICINA
Los médicos eran sacerdotes, y por tanto las prácticas médicas y religiosas actuaban en paralelo y al unísono. Los tratamiento requerían la intervención taumatúrgica de los dioses, por otro lado las imágenes, amuletos y recitaciones formaban también parte del tratamiento. Los dioses simbolizaban tanto a las fuerzas curativas, como así mismo el karma, vehiculizado a través de ellos, dando como resultado enfermedades y plagas.
Si bien la medicina egipcia combinaba tanto elementos prácticos como de otra naturaleza metafísica, eso no impidió que durante siglos los médicos egipcios alcanzaron fama en todo el mundo, desde Mesopotamia y Medio Oriente, hasta incluir lugares tan apartados como el noroeste de España, donde se establecieron templos dedicados a deidades egipcias de la curación, así mismo influenció en Galeno, médico romano cuyos textos se utilizaron hasta bien entrada la Edad Media, así como a Hipócrates, médico griego, quien puede ser considerado uno de los primeros médicos naturalistas, además de establecer el famoso juramento, basado en los templos y hermandades secretas de Egipto. Ambos médicos estudiaron la medicina egipcia y tomaron de ella sus principios. Pero de eso y otras muchas cosas hablaremos en los siguientes artículos.
Continuará