miércoles, septiembre 23

ALQUIMIA Y LA TRANSFORMACIÓN ESPIRITUAL

 ALQUIMIA Y TRANSFORMACIÓN ESPIRITUAL


Su origen no es bien conocido, pero se ha practicado casi universalmente, si la realidad de la existencia de la alquimia se pusiese en duda, habría que explicar porque hombres de distintas épocas, lejanas tierras, y con sistemas propios y bien diferenciados sin relación alguna, desarrollaron las mismas ideas.

En China se encuentra ligada al Taoísmo, una muy antigua doctrina de profundas raíces, fundada por Lao Tse, pero que se remonta a tiempos más remotos. Se aseguraba que a través de la alquimia el hombre podría alcanzar la longevidad e incluso desarrollar grandes poderes. 

Los procesos alquímicos estaban íntimamente ligados al ideal del sabio, aquel que sabía cómo preservar su energía vital. Otra característica consiste en que la alquimia china se relaciona de forma directa con la anatomía del hombre, así se describen los llamados "Campos de cinabrio", que eran tres y estaban situados a la altura del ombligo (punto "Óceano de la Vida"), del pecho y de la frente. También se describían dos energías poderosas, de tipo yin y yang, que asentadas en el el campo de cinabrio inferior podían ascender, mediante una especie de fuego interno conducido a través de la columna vertebral, hasta el campo de cinabrio superior.

En la India la Alquimia fue también conocida y practicada sobre todo en el Sur, en lo que se conoce como Medicina Siddha, de la que aún existen muchas escuelas, que hacen preparaciones a base mercurio, al cual consideran remedio universal. También aquí se describen dos fuerzas que pueden ascender a través de la columna, llamadas Ida y Pingala, y de un fuego ígneo al cual llaman Kundalini que, al llegar al sexto chakra  o centro de energía sobre la frente, despertaría las fuerzas superiores en el ser humano.

También existió la Alquimia en el antiguo Egipto, de hecho la palabra alquimia está ligada a la propia palabra QmA , palabra de la que derivan tanto el nombre del Ibis (asociado al dios Thoth) como el arte de fundir metales. Aunque algunos investigadores niegan que incluso el mercurio fuese conocido como tal en el antiguo Egipto, sin embargo este es un error, como veremos más adelante.

En el Antiguo Egipto existían los mismos conceptos que en China e India, también se describía una fuerza ascendente simbolizada por las dos serpientes, la del norte y la del sur, que también eran equivalente a Nephtys y a Isis, y a las dos plumas del dios Amón. Estas dos serpientes ascendidas aparecían en la frente del iniciado, una representada por la Cobra, y la otra serpiente alada representada por el Buitre (por su cuello largo y sus alas) dando lugar al Ojo de Ra, que según los textos egipcios se obtenía siendo colocado en el entrecejo. Este era precisamente el objeto de la osirificación, o sea convertirse en un Osiris, tal como puede verse en su jeroglífico, o sea la obtención del ojo de Ra.

Osiris: Auset Iri, el lugar o trono del Ojo

También tenían ciertas puntos de vista comunes con los de la alquimia, así por ejemplo el concepto de "Oro" (Nub) como estado de perfección. Por eso los dioses tienen la carne hecha de oro, y aparecen frecuentemente representados sobre el símbolo jeroglífico del oro. 

Oro era pues todo aquello que alcanzaba la perfección, todo lo que poseía un espíritu mágico y un cuerpo perfeccionado. Por eso el faraón tiene un nombre especial, el llamado título de "Halcón de Oro" y las dos serpientes en la frente que portaba como símbolo de aquel que ha alcanzado la maestría suprema. 


Y por esa misma razón tiene también un látigo, que está compuesto por el jeroglífico "ms" que significa "dar nacimiento", "origen de donde todo surge", y un cayado con la forma del jeroglífico "heqa", el poder mágico.



ms

heqa

Los dioses de la alquimia en el Antiguo Egipto eran Toth (Hermes) y Ptah, y por eso todavía se llama a la alquimia la Ciencia de Hermes. 

También Ptah tenía un papel importante, era el dios cuya participación era imprescindible en las ceremonias funerarias e iniciáticas porque era quien concedía el poder de hablar, quien desataba los lazos que atrapaban al difunto. Y este arte tanto se aplicaba tanto al difunto como a las estatuas. Al Alto sacerdote de Ptah se le llamaba el "Jefe de los Artesanos" y estos artesanos precisamente eran los que sabían como manejar los metales. En el templo de Ptah se concentraban todas las artes relacionadas con el fuego, por la misma razón también se les llamaba en la edad media a los alquimistas los filósofos del fuego. 

Imhotep

Sabían cómo utilizar todos las posibilidades que la ciencia y la naturaleza ofrecían, por eso también el patrón de los médicos, Imhotep, es representado con un casquete como el de Ptah, y en tiempos posteriores es divinizado, haciéndose el mismo hijo de Ptah, de tal manera que los científicos y médicos del Antiguo Egipto serían los herederos de los templos de Ptah.

Pero antes de ver en qué consistía el mercurio filosofal en el antiguo Egipto, necesitamos ver algunas de las ideas fundamentales de la alquimia. Para los alquimistas de la edad media, árabes y europeos (aunque estos últimos consideraban a los árabes sus maestros en el arte alquímico) partiendo de una sustancia despreciable, a la que nadie prestaba atención, la llamada tierra negra o cuervo negro, pretendían que podía conseguirse llegar hasta conseguir una piedra especial llamada piedra filosofal, que tenia la facultad de cambiar en oro cualquier metal, y por medio de la cual también se obtenía un elixir de la inmortalidad. 

Según ellos, todas las cosas poseen en sí al menos tres  elementos fundamentales, el azufre, la sal y el mercurio. La sal, por su capacidad de fijar, de convertir los ácidos en compuestos que pueden cristalizar, se refiere a la parte que está relacionada con lo físico de los seres compuestos, el azufre, por contener en su interior fuego, estaría relacionada con la esencia ultima y espiritual de los seres, mientras que el mercurio de los filósofos, que no debe ser confundido con el mercurio simple, era el agente intermedio que conectaba lo físico con lo mas sutil; esa es una idea que podemos ver reflejada en el Caduceo de Hermes. El mercurio era pues el elemento intermedio y vivaz, o sea el alma, pues los antiguos afirmaban que los seres vivientes poseen un cuerpo, un alma, y un espíritu.

Los antiguos utilizaban una aleación a la que llamaban "electrum" (ἤλεκτρος), era un compuesto hecho de oro y plata, o cualquier otros dos metales entre los que existiera una diferencia de potencial o distinta electro-conductividad, así por ejemplo, plata y plomo, o plata y cobre, o cobre y oro, y también cobre e hierro. ¿Pero de dónde procedía esta idea?. Los griegos lo tomaron del Antiguo Egipto, el Ashmon era en realidad el Mercurio filosófico de los egipcios,  nada que ver con el mercurio de la química, sino algo muy especial, una especie de principio intermedio, resultado de la unión de dos partes, una superior y otra inferior, en realidad algo misterioso y secreto. 

El nombre Ashmon o Asemon, procede de la ciudad egipcia de Hermopolis Magna, o sea la Ciudad de Thoth, al que también llamaban "El Señor de Ashmon". El nombre egipcio de esta localidad era Khemenu (Ḫmnw, la ciudad de los ocho), que evolucionó hasta el copto Ϣⲙⲟⲩⲛ Shmun, al que los griegos llamaban Ashmon, de donde deriva el nombre árabe que todavía se utiliza para designar esa ciudad: Ashmonein.

Esta aleación por tanto, por sus propiedades eléctricas, de generar electricidad que conecta a los dos metales que forman parte de la aleación, es lo que lo hace comparable al concepto del Mercurio filosófico, o sea aquella parte que conecta lo superior y lo inferior en el ser humano.

Ahora bien, ¿de qué está compuesta la "aleación humana"? De un principio espiritual, más un principio doble que es lo mental-emocional, y un principio denso o físico. Esto es lo que llamamos, espíritu, alma y cuerpo. El mercurio filosofal, aquellos con lo que había que trabajar para comenzar la llamada Gran Obra, partía pues de la utilización de ese principio medio y doble, ese asemon o electrum, que es el aspecto mental y emocional, capaz de ascender hasta el espíritu. A nivel físico, su reflejo, sería el conjunto formado por cerebro, médula espinal y nervios, con su peculiar característica eléctrica y de transmisión y unión.

Por ello al comienzo de la Obra en las alegorías alquímicas, aparece como un primer estadio y símbolo el llamado "REBIS", que se representaba de la siguiente manera. 

Rebis

La palabra Rebis significa "el que busca y conoce". Ahora bien, ¿qué es entonces el Rebis en el ser humano?: es aquella parte que participa de lo superior y de los inferior, que investiga y busca, aquello que hay de divino y de animal en el hombre, o sea su mente inquisitiva, y sobre todo su mente filosófica. Este es el real significado de la Alquimia Espiritual.

El símbolo utilizado en el antiguo Egipto para referirse a la Alquimia, podemos verlo aquí aplicado a la idea de osirificacion: el "Camino de Oro", o sea la conquista espiritual, o el despertar de lo superior en el ser humano: 

Este símbolo está compuesto por el jeroglífico "oro" y el "Cayado de Anubis" que indica el camino. Se trata pues del sendero filosófico, y por eso lo que se consigue es la piedra espiritual, el perfecto cubo, que es el mismo hombre perfeccionado.

La ciencia misma ha descubierto que la naturaleza toda se burla de la mente racional del hombre, el llamado "principio de incertidumbre", o sea que no puede conseguir al mismo tiempo todos los datos de un experimento, implicando que hay algo mas allá de todo inserto en las propias leyes naturales, que se esconde y se burla del hombre y de su mente limitada, y por eso muchos científicos avanzados han concluido que a menos de cambiar la mente humana tampoco se podrá avanzar en el conocimiento de la materia. Justo entonce, cuando llegamos a esa conclusión hemos llegado a la alquimia, porque precisamente en eso consistía la alquimia, los conocimientos científicos aplicados a la sutilización de los elementos naturales, extrayendo portentosas capacidades de los mismos, y al mismo tiempo, en paralelo, el avance necesario del hombre en el camino espiritual, que le permitirá aplicar en sí mismo sus descubrimientos científicos y filosóficos y viceversa.

Y ahora es el momento para preguntarnos acerca del auténtico papel del hombre en la naturaleza, de su fin ultimo , pues el hombre debe ser el perfeccionador de sí mismo y de lo que le circunda. 

El hombres es precisamente un "electrum", un "Rebis" en potencia, o sea un intermedio entre los arquetipos, los modelos celestes ideales (el Bien, la Verdad, la Belleza y la Justicia), y el mundo material, precisamente su misión es hacer que desciendan encarnándose en la tierra, en la sociedad. 

La Ciencia de Egipto era la ciencia de la perfección, la ciencia de aplicar los Ideales, pero para ello primero, antes que nada debemos reconocer su existencia, debemos intentar alcanzarlos, hacer que nos inspiren, pues sin ellos no será posible intentar hacer cambiar la dura realidad de este mundo.

¿Cómo nos pensamos a nosotros mismos? ¿Cómo queremos que sea nuestro mundo?  ¿En qué modelo nos fijamos para imitarlo? Esta sociedad, a través de tu humilde esfuerzo, necesita que los ideales vuelvan a la tierra, para que una perfecta armonía, llena de de fraternidad y tolerancia se haga presente en cada rincón, y esos valores solo vendrán de la mano del ser humano que seriamente quiera transmutarse, convirtiéndose en ser de oro.

Solo los pacíficos traerán la Paz, solo los inteligentes la Compresión, solo los justos la Justicia, solo los sinceros la Verdad, solo los buenos el Bien, sólo los que han encontrado la Armonía traerán la Belleza a este mundo, porque si tu no los posees, ¿de dónde entonces vendrán?

Continuará

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