Esparta y Atenas,
dos modelos y un solo legado
Es frecuente en mentalidades simples e infantiles recurrir a modelos estereotipados y simplificaciones que sólo nos presentan una faceta de la realidad. Este enfoque, particularmente entre los jóvenes, suele fomentar actitudes radicales: se demoniza al "adversario" y se ensalza al grupo propio, ignorando los defectos y la autocrítica. Así se perpetúan modelos rígidos y estancados, carentes de evolución y apertura a nuevas ideas.
Uno de estos modelos es el que enfrenta a espartanos y atenienses, resumiéndose en la idea de que los espartanos eran héroes, ejemplos de resistencia, de valor militar y subordinación de la vida personal al Estado. Por otro lado, los atenienses son vistos como "intelectuales" refinados, comerciantes y polemistas, pero débiles ante los peligros, como ocurrió durante la invasión de los persas, donde solo la acción de los espartanos salvó a la Hélade de los "bárbaros orientales".
Los espartanos, famosos por su sociedad militarizada, han sido criticados por diversos aspectos de su sistema social y político, tanto en su época como en análisis históricos posteriores. Estas críticas se centran en su estructura social jerárquica, el trato a las clases subyugadas y la rigidez de su sistema. A continuación, se explican las razones principales:
El sistema de sometimiento de los ilotas
La crítica más severa hacia Esparta recae en su dependencia de los ilotas, descendientes de pueblos conquistados y sometidos a una estado de semi-esclavitud. Los ilotas, que constituían la mayor parte de la sociedad, eran obligados a trabajos forzados en las tierras asignadas a sus amos espartanos. Además, eran perseguidos mediante razzias organizadas, donde se eliminaban a quienes se consideraban sospechosos de rebelión. Esta violencia institucionalizada, conocida como "Krypteia"*, era una forma bárbara opresión que conculcaba todos los derechos humanos:
Según Plutarco (Vida de Licurgo, 28, 3-7), cada año los éforos espartanos, nada más tomar posesión de su cargo, declaraban la guerra a los ilotas a fin de poder matarlos sin cometer con ello un crimen. Se seleccionaba entonces a aquellos jóvenes que parecían más capaces y se los enviaba al campo provistos sólo de un puñal y la comida indispensable, descalzos y sin ropa de abrigo. Durante el día permanecían escondidos; al llegar la noche, bajaban a los caminos y a las granjas, mataban a todos los ilotas que se encontraran, incluidos los más fuertes, y robaban la comida que necesitaban. (fuente https://es.wikipedia.org/wiki/Krypteia)
Este sistema recuerda al esclavismo americano, donde los estados del sur dependían económicamente de la explotación de esclavos. De manera similar, los espartiatas dependían de los ilotas, lo que generaba un miedo constante a rebeliones y justificaba, según ellos, una vigilancia extrema.
* Nota: la palabra Krypteia está en el origen de palabras nuestras tales como críptico, secreto, oculto. En síntesis, era una actividad policial secreta tal como las redadas efectuadas por la Gestapo alemana.
Control social, falta de libertad individual y militarismo
Desde los siete años, los espartanos eran adoctrinados en sistema policial y militar. Aunque algunos admiran su resistencia al dolor, obediencia, y lealtad al Estado, incluso por encima de los lazos familiares, este "amaestramiento" animal del ser humano no es digno de admiración. ¿Deberíamos admirar a los jóvenes pertenecientes a las S.S. alemanas por delatar a sus progenitores?
La selección desde el nacimiento de los más aptos, dejando morir a los débiles, es otra muestra de la falta de humanidad de los espartanos. La vida individual, el pensamiento independiente y la libertad de expresión estaban prohibidos, lo que impedía el desarrollo del arte, de la filosofía y del intercambio cultural. Este sistema, llevado al extremo, ahogó a la propia sociedad espartana, que se volvió atrasada, aislada y represora, a diferencia de otras polis griegas que avanzaron en el orden social, el arte, la ciencia y la filosofía.
Su sistema estaba basado en la injusticia, y en la eliminación de cualquier derecho humano en aras de un Estado sin capacidad de evolución y tiránico.
Desde mi punto de vista, la admiración hacia los espartanos sólo se fundamenta en una cierta distorsión que se fundamenta en tres falsas proposiciones:
- Que las ideas platónicas fomentaban un estado similar al espartano en su libro "La República"
- Confusión entre el sano estoicismo y la disciplina espartana.
- Que gracias a los espartanos se salvó la Hélade.
¿Que admiraba Platón en los espartanos?
Como todo filósofo que se precie, entiende Platón que entregarse a los deseos excesivos, a los lujos y la molicie, era algo negativo que dañaba no sólo al individuo sino también a la sociedad, pero también Platón propugnaba que debería existir un equilibrio en la educación del joven entre la disciplina, tanto física como moral, y la práctica de las cualidades superiores intelectuales que facilitan el acceso a la contemplación de los Ideales.
Las escuelas socráticas, y sus derivaciones estoicas precisamente centraron su esfuerzo en el desarrollo de una cierta disciplina personal, basada en dos ideas: la superación de las propias debilidades, siempre voluntaria y nunca impuesta, que permitiría el ascenso del alma humana, al liberarse de sus cadenas y limitaciones personales.
Admiraba también Platón del sistema político espartano el hecho de estar basado en leyes permanentes. Para Platón estas Leyes tenían que basarse en el Ideal de Justicia, y deberían ser una guía para el ciudadano en su desarrollo, siempre que estas no fuesen injustas ni aplicadas indiscriminadamente.
Precisamente en La República Platón trata sobre la educación progresiva del ciudadano, y su participación integral en el Estado, enfocándose en el bien común por encima de todo, como garante de los derechos y de la participación ciudadana, por encima de los vaivenes de las políticas que hoy llamaríamos "populistas", que habitualmente suelen esconder un tirano detrás, o bien toda una élite que sabiendo manejar los resortes del poder y la propaganda engañan al pueblo bajo la apariencia de una democracia.
Creía también Platón en el "ascenso social" de los ciudadanos, pues en su República los mejores, sin importar su clase social, eran seleccionados para los altos puestos de la administración y dirección estatal, en otras palabras, el creía en la "aristocracia" auténtica, que lo era del espíritu y no de una herencia personal de clase.
Dentro de su República se estimulaba que estos ciudadanos meritorios fuesen no sólo un modelo moral sino también un ejemplo por su sacrificio y su falta de apego a las riquezas.
En resumen, Platón no admiraba, e incluso consideraba lo siguiente como algo en contra de su República Ideal:
- La falta de desarrollo intelectual, de las artes, de la filosofía, de la literatura, etc., algo de lo que los espartanos carecían por completo, y que Platón consideraba como esencial en la educación de los dirigentes, junto las habilidades físicas y militares ("mens sana in corpore sano")
- Para Platón los dirigentes sabios eran el resultado de una larga vida de desarrollo personal y sacrificio en aras del bien común, y esa sabiduría era puesta ahora, al final de sus años, en beneficio del conjunto de la sociedad, a diferencia de Esparta, cuyo consejo de ancianos o gerusía era un asilo de viejos militares llenos solo del recuerdo de los muchos crímenes cometidos y de ninguna sabiduría ni sensibilidad humana.
- El control excesivo de los espartanos de la vida individual, que Platón entendía más bien como un equilibrio.
- El trato discriminatorio hacia los ilotas, defendiendo en las Leyes un trato más humano hacia los esclavos. Aunque es cierto que no pidió la abolición de la esclavitud, obviamente era algo que estaba más allá del alcance de sus posibilidades, pues creía que el desarrollo de las buenas cualidades, de la educación y la contemplación de los ideales, haría que la sociedad se hiciese más justa y se apartarse de discriminaciones innecesarias.
Confusión entre el sano estoicismo y la disciplina espartana
Como ya se ha señalado más arriba, la preocupación filosófica socrática derivó posteriormente en diversas escuelas en las que se hizo un énfasis en el auto control personal.
Hay todavía cristianos que admiran como el asceta Simón el Estilita, con su cuerpo llagado y lleno de gusanos, y subido encima de una columna, recogía los gusanos que caían de su cuerpo para volverlos a su llaga. Obviamente esto pertenece a la época cristiana primitiva que imitando falsamente a los filósofos estoicos exageraron las "virtudes" del martirio en sus múltiples expresiones (en el circo, con silicios, en ayunos, etc.)
Sin embargo, la filosofía estoica es una forma de liberación, con muchos puntos de contacto con las filosofías hindúes y con el budismo, que intenta a través de la moderación del alma y el cuerpo, de su equilibrio, liberarse de las cadenas físicas para permitir así que el alma contemple los ideales de vida libremente. Pero de la misma forma que Buda encontró el llamado Camino del Medio, alejándose de los extremos de la molicie y la satisfacción de los deseos, por un lado, y por el otro lado del auto castigo y sacrificios físicos dolorosos de tantos falsos faquires, tanto en la antigüedad como en los modernos, el estoicismo verdadero es moderación y equilibrio bien lejos de la represión propia y la de los demás.
Que gracias a los espartanos se salvó la Hélade.
Frecuentemente vemos utilizar Esparta y a los espartanos como ejemplo heroico de sacrificio, pero esto hay que matizarlo.
En primer lugar, para un espartano de la época no había otra opción. Educado o más bien reprimido, con un sistema tiránico y abusivo, no había otra posibilidad excepto seguir las órdenes dadas. Hoy, con otro tipo de propaganda, se está manteniendo guerras en Europa con expresiones tales como ir a la guerra "hasta el último...". Habría que preguntarles a esos ciudadanos si es que tenían otra opción o no.
En segundo lugar, la Hélade, estuvo en peligro en muchas otras ocasiones, ya no se recuerda, por ejemplo, la salvación auténtica del espíritu y libertad de la Hélade que se encontraba pisoteado por los espartanos, y que gracias al héroe, el general Epaminondas, para muchos desconocido, y auténtico ejemplo moral, que unió en sí mismo al filósofo y al guerrero, la Hélade puedo sobrevivir al yugo espartano. La batalla de Leuctra, bajo el mando de Epaminondas, supuso el comienzo del fin del poderío espartano.
Sin embargo, en la batalla de Maratón, en la que participaron los atenienses y otras polis griegas contra los persas, los espartanos no se implicaron, ni participaron en la batalla ni ayudaron en ningún otro sentido, a pesar de constituir con los atenienses una alianza.
Podría aportarse muchos otros ejemplos, pero considero que basta con señalar que si buscamos héroes en los que inspirarnos, encontraremos muchos ejemplos alrededor del mundo, pero no hagamos de un sólo hecho histórico un modelo para todo el mundo en todas las ocasiones.
Esparta, con su sistema basado en la injusticia y la represión, no dejó un legado duradero. En sus últimos años, quedó reducida a una aldea sin relevancia cultural, filosófica o artística. En cambio, el legado ateniense, con todos sus defectos, ha pervivido a lo largo de los siglos, influyendo en múltiples aspectos de la civilización occidental. Al juzgar estos modelos, es esencial considerar no solo sus logros militares, sino también sus contribuciones al desarrollo humano en su sentido más amplio. Lo importante para juzgar el árbol es considerar sus frutos.