lunes, marzo 10

Egipto y el Calendario de Denderah - II

Egipto y el Calendario de Denderah - II

La fiesta del HEB-SED no era el "jubileo" del fara贸n

Un error frecuente es considerar que el "jubileo" est谩 relacionado con la fiesta Heb-Sed del antiguo Egipto.

El concepto y la palabra "jubileo" proceden del llamado Yobel (讬讜讘诇) de la Biblia jud铆a, que alude al cuerno de carnero que se hac铆a sonar en todo Israel para anunciar el momento del retorno a los comienzos, el reinicio del orden establecido. Esta palabra "yobel" est谩 relacionada tambi茅n con otra palabra: "jabal", que significa "restituci贸n". Esta celebraci贸n se realizaba cada 50 a帽os.

En la Iglesia cat贸lica, el concepto corresponde al llamado A帽o Santo, que se celebra cada 25 a帽os. Es un a帽o de renovaci贸n espiritual, en el que se busca olvidar las rencillas y renovarse espiritualmente.

Ambos jubileos, el hebreo y el cat贸lico, poseen solo un significado tangencialmente parecido al Heb-Sed egipcio. En este 煤ltimo, como en muchas otras culturas, exist铆a un sentido de renovaci贸n de las fuerzas primigenias que dieron origen a Egipto. Sin embargo, hay otros elementos espec铆ficos relacionados con los misterios egipcios y las relaciones astron贸micas y temporales que eran muy distintos, y que veremos m谩s adelante.

¿El Heb-Sed se celebraba a los 30 a帽os de reinado?

Se tiene constancia de que esta cifra no se correspond铆a exactamente con la realidad en muchos casos. Por ejemplo:

  • El fara贸n Den (2930-2910 a. C.) celebr贸 este festival a los 22, 30 y 39 a帽os de su reinado.

Heb-Sed de Den, sentado en la capilla como Osiris y recorriendo el circuito ceremonial

  • Amenhotep III realiz贸 el Heb-Sed a los 30, 34 y 37 a帽os.

  • Osorkon lo hizo en el a帽o 22 de su reinado.

  • Rams茅s II celebr贸 trece o catorce fiestas Heb-Sed a lo largo de su reinado.

  • Akenat贸n, quiz谩s como parte de sus reformas, celebr贸 su primer festival Sed en el a帽o 3 de su reinado.

En muchos otros casos, no tenemos constancia de cu谩ndo o cuantas veces se celebr贸. Un caso curioso es el del fara贸n Djoser de la III dinast铆a. El complejo funerario creado para 茅l incluye un 谩rea extensa (ve谩se foto abajo) en la que se supone que se realiz贸 la ceremonia. Sin embargo, despu茅s de su muerte, el 谩rea junto con los falsos edificios (que s贸lo conten铆an piedras en su interior) fue enterrada bajo la arena, quiz谩s con una funci贸n m谩gica, pues se constata la promesa de la celebraci贸n de millones de "Heb-Sed" en la otra vida, algo similar al caso de las Barcas de Ra enterradas junto a las tumbas de los faraones y que ten铆an un papel post mortem.

Complejo funerario de Saqara A: Edificios falsos, rellenos de piedra, que replican las antiguas capillas ceremoniales de madera del periodo pre-din谩stico. B: Tambi茅n en n煤mero de 12, capillas accesorias. C: en rojo, 谩rea general o espacio sagrado de la ceremonia.

Significado del Heb-Sed entre los egipcios

No solo era la confirmaci贸n del poder del rey, sino la eficacia de ese poder para bendecir a todo el pa铆s. El rey era el canal a trav茅s del cual flu铆an los poderes de la naturaleza, que deb铆an ser llevados a cabo a trav茅s del Estado. Todo su simbolismo se centraba en el coraz贸n de la ideolog铆a de la realeza egipcia: el fara贸n como intercesor o mediador de su pueblo ante los dioses (Frankfort, 1948:58).

De manera especial, sus poderes controlaban un aspecto fundamental: la regulaci贸n de la inundaci贸n, pues de ella depend铆a la existencia del pueblo. El fara贸n, por tanto, era poderoso en la medida en que pod铆a dominar esos procesos.

El a帽o 1 comenzaba con cada reinado de un nuevo fara贸n. Esto significaba volver a los primeros tiempos, era el tiempo de la Renovaci贸n, y durante su reinado, la fiesta Heb-Sed marcaba tambi茅n un reinicio. En ambos casos, todo el orbe estaba presente: la ceremonia era presenciada por todos los dioses, las constelaciones, los 12 meses de 30 d铆as del a帽o agrupados en 3 estaciones (la Inundaci贸n Ajet, el Surgimiento Peret y la Cosecha Shemu), el pueblo y los dignatarios. En otras palabras, el orbe entero.

Su importancia era tal que se comprueba la existencia del festival Sed desde la m谩s remota antig眉edad, desde los tiempos pre-din谩sticos, extendi茅ndose hasta los reyes ptolemaicos.

Sin embargo, a pesar de ello, existe poca evidencia expl铆cita sobre los detalles de la celebraci贸n Heb-Sed, sobre el qu茅, cu谩ndo y d贸nde se celebraba, y del simbolismo de cada uno de los elementos que lo compon铆an. Ni siquiera sabemos con claridad qu茅 significa su nombre (Hornung y Staehelin, 1974).

El fara贸n, considerado el Hijo de Ra y disc铆pulo de las Escuelas Internas, toma como modelo a Osiris, el alma gemela de Ra. Para comprender su funci贸n y su profundo significado m铆stico-religioso, es necesario relacionarlo con otras ceremonias y s铆mbolos en los que, ya sea de manera real o m铆tica, se llevaba a cabo el Rito de la Carrera dentro de un recinto sagrado.

El fara贸n Djoser realizando el recorrido ceremonial del Heb-Sed, es precedido por el chacal Wepwawet, sostenido como estandarte por una figura de Seth.

Las escasas representaciones que han sobrevivido hasta nuestros d铆as sugieren que el elemento central del Heb-Sed era la carrera, o m谩s bien un recorrido simb贸lico dentro de un circuito m谩gico preestablecido. Este circuito podr铆a trazarse alrededor de la muralla de una ciudad, del recinto de un templo o en un patio dise帽ado espec铆ficamente para este prop贸sito, como el que construy贸 el fara贸n Djoser de la III dinast铆a en Saqqara, cuyo dise帽o a煤n podemos admirar (ver m谩s arriba).

Sin embargo, resulta dif铆cil imaginar que un fara贸n, especialmente despu茅s de 30 a帽os de reinado y en ocasiones posteriores (como en el caso de Rams茅s II, quien celebr贸 este rito trece veces), pudiera completar f铆sicamente dicho recorrido corriendo. Es evidente que estas representaciones tienen un car谩cter profundamente simb贸lico. Como ya se ha se帽alado, los datos arqueol贸gicos y las im谩genes conservadas son limitados, y su interpretaci贸n sigue siendo objeto de debate. Adem谩s, el arte egipcio se rige por c谩nones de representaci贸n estereotipada, que no buscan reflejar la realidad de manera literal, sino transmitir significados simb贸licos. Lo que s铆 podemos afirmar es la existencia de un circuito circular, recorrido ceremonialmente por el fara贸n en presencia del mundo entero. Las representaciones lo muestran avanzando con zancadas firmes y llenas de poder, aunque no necesariamente implican una carrera real, sino m谩s bien un camino de naturaleza simb贸lica con profundas connotaciones m谩gicas.

Desde una perspectiva simb贸lica, este circuito est谩 guiado por la figura de Wepwawet ("El que abre los caminos",


el chacal que no solo despeja la ruta, sino que tambi茅n se帽ala el objetivo a alcanzar. Algunos egipt贸logos sugieren que el t茅rmino Heb-Sed hace referencia al Festival o Fiesta (Heb) de Sed, nombre que podr铆a estar relacionado con una forma m谩s antigua y primitiva de Wepwawet. En otras palabras, este festival se celebra bajo los auspicios del "chacal gu铆a" que abre los caminos tanto en este mundo como en el m谩s all谩.

As铆, el fara贸n, como Hijo de Ra —y, en 茅pocas posteriores, de Am贸n, el esp铆ritu oculto del Sol—, emprende un camino solar, el mismo que recorre el astro a lo largo del a帽o. Este trayecto simboliza la sucesi贸n regular de las estaciones y favorece el crecimiento de los seres humanos, los animales y la vegetaci贸n. Todo ello ocurre gracias a la mediaci贸n del fara贸n, el 煤nico sacerdote leg铆timo en la Tierra. De hecho, los sacerdotes que oficiaban en los templos lo hac铆an en su nombre, ya que solo 茅l pose铆a la verdadera autoridad sacerdotal en todo el pa铆s.

El Recorrido Inici谩tico y su relaci贸n con Denderah

Zod铆aco de Denderah, en tono verdoso se muestra al caminante
que emprende el circuito solar, y el toro (Tauro) que le acompa帽a.
El objetivo final a alcanzar es Wepawet, justo en el centro
sobre un arado, con el significado de cima o punto culminante.



Sed festival de Hatshepsut con el toro a su lado

Esta imagen, parte del llamado Zod铆aco de Denderah, aunque pertenece a una 茅poca muy posterior, refleja conceptos que estaban arraigados en la mentalidad egipcia bajo ropajes nuevos.

El Zod铆aco de Denderah se encuentra situado en el interior de una capilla, en el techo de la misma. Esta capilla forma parte de un conjunto de capillas situadas en la terraza superior del templo de Denderah. Todas ellas est谩n relacionadas con elementos inici谩ticos, en las que pueden verse im谩genes de Osiris resucitando. Tambi茅n est谩n presente otros dioses, como por ejemplo la rana Heket, diosa tambi茅n relacionada con la resurrecci贸n.

Adem谩s del zod铆aco, en el techo del templo se pueden encontrar:

  1. Representaciones de dioses y diosas egipcios: Como Nut, la diosa del cielo, y Geb, el dios de la tierra, que simbolizan la b贸veda celeste y la tierra respectivamente.

  2. Escenas mitol贸gicas: Relacionadas con el ciclo solar y la regeneraci贸n, incluyendo el viaje del sol (Ra) a trav茅s del cielo y el inframundo.

  3. Constelaciones y estrellas: Representaciones de estrellas y constelaciones importantes para los antiguos egipcios.

  4. S铆mbolos religiosos y astron贸micos: Como el disco solar alado, el ojo de Horus (Udjat) y otros motivos relacionados con la protecci贸n y la divinidad.

Estas im谩genes reflejan la conexi贸n entre la religi贸n, la astronom铆a y la cosmolog铆a en el antiguo Egipto, mostrando c贸mo los egipcios integraban su comprensi贸n del cielo en su pr谩ctica religiosa y arquitect贸nica.

Circuito solar a trav茅s de las constelaciones que finaliza
en el centro en la figura del chacal Wepwawuet

El Zod铆aco de Dendera representa el circuito solar recorrido por Osiris, un viaje simb贸lico que tambi茅n emula el fara贸n durante la ceremonia del Heb-Sed. En este ritual, el fara贸n enfrenta su primer obst谩culo: un toro (Tauro), que debe integrar como un poder adquirido. Este simbolismo se refleja en la indumentaria real, ya que los faraones vest铆an un faldell铆n con la cola de toro, un atributo que denotaba fuerza y dominio. En el corredor del templo de Seti I, que conduce al Osiri贸n, se observan representaciones del propio Seti supervisando a su heredero, Rams茅s, mientras este caza un toro, reforzando la conexi贸n entre el poder real y este animal sagrado.

A continuaci贸n, el fara贸n recorre los signos zodiacales, una secuencia que, aunque influenciada por concepciones griegas y mesopot谩micas, tambi茅n incorpora caracter铆sticas propias de la cosmovisi贸n egipcia. Los egipcios divid铆an el a帽o en 360 d铆as, organizados en 12 meses de 30 d铆as, cada uno asociado a una de las 12 constelaciones mayores. Este ciclo estaba marcado por el ascenso hel铆aco de Sotis (Sopdet o Sirio), un evento astron贸mico crucial que se帽alaba el inicio del a帽o nuevo y la inundaci贸n del Nilo, fundamentales para la agricultura y la vida en Egipto.

Durante la fiesta del Heb-Sed, el fara贸n recreaba este recorrido sagrado. En el circuito de Saqqara, por ejemplo, se encuentran 12 capillas falsas, cada una dedicada a un dios asociado con los 12 meses del a帽o. Estas capillas no estaban destinadas al p煤blico en general, sino que eran espacios reservados para los sacerdotes involucrados en las ceremonias de renovaci贸n y resurrecci贸n osiriana. Estas pr谩cticas ten铆an un car谩cter inici谩tico, vinculado a los misterios de la muerte y el renacimiento.

En las ceremonias del Heb-Sed, el fara贸n se envolv铆a en una capa ajustada que lo cubr铆a por completo. Esta prenda simbolizaba el sudario de Osiris y, al mismo tiempo, evocaba el "huevo primordial", del cual emerg铆a un nuevo ser. Este simbolismo dual tambi茅n se manifestaba en las procesiones funerarias, donde el sacerdote Tekenu, actuando como alter-ego del difunto, representaba tanto a Osiris en su sudario como al huevo c贸smico. En el lenguaje egipcio, las palabras para "huevo" y "sudario" eran id茅nticas, diferenci谩ndose solo por el determinativo final.

Relieve del Heb-Sed del Rey Senusret III, vestido con el sudario, en doble representaci贸n con la corona del bajo y del alto Egipto, rodeado por el s铆mbolo de Heb-Sed:


El Tekenu, el sacerdote alter-ego en las ceremonias funerarias, representando a Osiris (el fallecido) en su sudario y el huevo primordial del que nacer谩 el nuevo ser.

Osiris, envuelto en un sudario, sobre el cuadrado m谩gico, con el peque帽o cuadrado que indica la entrada al Ra-stau, el lugar de los misterios osirianos.

En conclusi贸n, la persistencia del festival del Heb-Sed a lo largo de la historia de Egipto, junto con los conceptos osirianos y solares, explica la profunda conexi贸n entre este ritual, la resurrecci贸n de Osiris y el renacimiento c铆clico de Egipto. Este renacer se asociaba m铆ticamente con el recorrido celeste a trav茅s de las constelaciones anuales, representado tanto en el zod铆aco como en el circuito m谩gico del Heb-Sed. As铆, el festival no s贸lo celebraba la renovaci贸n del fara贸n, sino tambi茅n la regeneraci贸n de toda la tierra egipcia, simbolizada por la inundaci贸n del Nilo y el reverdecer de la vida.